Miquel Trepat, nuevo director general de Cementiris de Barcelona, en una conferencia anterior / CG

Miquel Trepat, nuevo director general de Cementiris de Barcelona, en una conferencia anterior / CG

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Miquel Trepat, un 'fontanero' para poner orden en Cementiris de Barcelona

El polémico exdirector del Zoo toma las riendas de la empresa municipal de camposantos tras la turbulenta etapa de Jordi Valmaña

22 mayo, 2019 00:00

Cementiris de Barcelona ya tiene director general. El fontanero Miquel Trepat Celis ha tomado las riendas de la empresa pública de camposantos de la Ciudad Condal en sustitución de Jordi Valmaña, quien cerró recientemente una turbulenta etapa de 13 años al frente de la firma pública.

Fuentes del sector funerario han señalado que Trepat es el nuevo gerente de la sociedad pública, que gestiona nueve cementerios en la capital catalana y factura unos 16 millones de euros al año. El directivo toma el timón de Cementiris con un dilatado currículum en su haber. Lo más destacado de su trayectoria reciente es su etapa como director corporativo de Gobernanza y Transparencia de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), el conglomerado municipal de empresas públicas de Barcelona. Su experiencia en materia de buen gobierno corporativo le debería permitir poner orden a una sociedad que presentó lastimosos capítulos de dedazos a la empresa del exdirector general; que tuvo que ser intervenida por la cúpula de B:SM, y que se ha dejado más del 60% de su beneficio anual en un año por la catástrofe del Cementerio de Montjuïc en septiembre de 2017.

Salida polémica del Zoo

Trepat, abogado de formación, hizo carrera en el Departamento catalán de Justicia con el gobierno tripartito. Llegó a ser director general de Recursos y Régimen Penitenciario, cargo que desempeñó durante poco más de dos años. Tras ello, el Ayuntamiento de Barcelona lo fichó para dirigir el proyecto de construcción de un zoo marino en el litoral barcelonés. El proyecto contó con una inyección económica de 29 millones de euros y la concesión de un terreno en Zona Marítimo-Terrestre (ZMT). No obstante, el flamante proyecto se hundió por la crisis económica. El alcalde Xavier Trias (PDeCAT) se encargó de enterrar un desarrollo que le venía de la legislatura anterior.

Ello significó un cambio profesional para Trepat. Saltó del proyecto del zoo marino a arañar un cargo en el Zoo de Barcelona. Se mantuvo en esta empresa municipal seis años, de 2009 a 2015. Aquel año, unas sobrecogedoras imágenes en vídeo del reservorio de animales alcanzaron las primeras páginas de prensa. El movimiento animalista saltó a la yugular del directivo [ver aquí]. La suerte de Trepat estaba echada y, en diciembre de 2015, el nuevo gobierno municipal de Barcelona en Comú (BComú) fulminó al profesional, en un movimiento que llamó "reestructuración de las funciones de la cúpula directiva". El ejecutivo pasó al departamento de Gobernanza de B:SM, donde ha permanecido hasta la actualidad.

Empresa agonizante

La extensa trayectoria de Miquel Trepat en la administración pública difícilmente lo habrá preparado para el lugar que ocupará ahora. Cementiris de Barcelona es una empresa municipal que presenta las cuentas hundidas y la reputación lastimada por el desastre del Cementerio de Montjuïc, donde se hundió un bloque de 144 nichos en septiembre de 2017. Unas 50 familias presentaron denuncia penal contra el exdirector general, Jordi Valmaña, y el concejal-presidente del consejo de administración, Eloi Badia. La querella no prosperó, pero la batalla judicial para lograr el expediente del caso continúa. Mucho más preocupante, la senda penal del desastre no está cerrada, pues si bien el juzgado de primera instancia y la Audiencia Provincial de Barcelona inadmitieron la primera acción penal, no lo consideraron hecho juzgado. A ello se le suma que Cementiris es inacapaz de identificar los restos de los 350 cuerpos que sepultó el hundimiento, pese a que gastó cerca de un millón de euros en los análisis de ADN, tal y como avanzó Metrópoli Abierta.

Antes de ello, la empresa municipal ya ha encajado un impacto mayúsculo en su cuenta de resultados. De arrojar un excedente neto anual de 1,9 millones de euros en 2017, pasó a un beneficio tras impuestos de 640.000 euros al año siguiente. Ello obligará a rescatar la sociedad. El problema caerá de plano sobre el gobierno municipal que salga de las urnas en las elecciones de este domingo, 26 de mayo. Miquel Trepat deberá también decidir si, pese a todo ello, quiere seguir también con el fallido proyecto de funeraria municipal que impulsó Eloi Badia. La iniciativa encajó hasta cuatro reveses en el pleno municipal en la legislatura que se cierra. Pese a ello, BComú lo impulsó una y otra vez para desgastar a ERC, su principal rival en las urnas este domingo.