Jordi Valmaña
Gestiona una compañía cuyo cargo ha demostrado sobradamente que se le queda grande. Sobre todo, en cuanto a sensibilidad con las familias afectadas por el derrumbe de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc.
Jordi Valmaña las ningunea. No les responde, ni les atiende, ni les permite entrar con su arquitecto para que intenten encontrar las respuestas que él no les da. Bastante tienen con la desgracia que les ha ocurrido, como para tener que tratarla con él.