Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. BSM / EP

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. BSM / EP

Confidente VIP

La empresa municipal BSM pierde 38 millones en 2020

La entidad gestiona los residuos, el Tibidabo, los aparcamientos, Cementiris, Mercabarna y otros variados negocios recaudatorios

22 julio, 2021 00:00

Barcelona de Serveis Municipals SA (BSM), propiedad al 100% del ayuntamiento de Ada Colau, sufrió el año pasado cuantiosos perjuicios por el coronavirus. Sus resultados se tiñeron de abundante tinta roja. La consecuencia del desbarajuste fue una gruesa contracción del patrimonio societario, cuyos dueños son en primera y última instancia los habitantes de la ciudad.

En 2020, la facturación consolidada de BSM se desplomó de 263 a 192 millones, es decir, un 27% menos. Los ingresos por el tratamiento de residuos experimentaron un recorte de 80 a 72 millones. Los aparcamientos, de 27 a 20 millones. Y Mercabarna, de 23 a 22 millones.

Tibidabo, Parc Güell y Cementiris

Las actividades más afectadas fueron el zoo, que pasó de 8 a 3 millones de euros; el Tibidabo, de 16 a 3 millones; y el Parc Güell, de 21 a 4 millones.

La única filial que acrecentó el giro fue Cementiris, debido al aumento exponencial de las defunciones por la pandemia. La alta mortalidad impulsó sus haberes de 15 a 19 millones.

Quebrantos

Los resultados consolidados de BSM cambiaron de signo y pasan de 22,9 millones de beneficio a 38,7 millones de pérdida. Las siete compañías integrantes de Grupo BSM encajaron déficits el año pasado.

Los más abultados fueron los de la propia matriz BSM y el Tibidabo, con 28 millones y 7 millones, respectivamente. Un año antes habían declarado ganancias de 13,2 millones y 800.000 euros.

Órgano de administración

Las cuentas de la corporación municipal reseñan que se entregó un dividendo de 1,3 millones. El ejercicio anterior se había presupuestado por dicho concepto 6 millones, pero finalmente se acordó no repartirlos. El agujero contabilizado en 2020 impacta en los fondos propios de BSM, con una rebaja de 475 a 442 millones.

El multitudinario consejo de administración de BSM está integrado por 14 componentes. Lo preside el socialista Jaume Collboni. Entre los vocales figuran los antisistema Janet Sanz y Eloi Badia, más Elsa Artadi, de JxCat.

Debacle turística

La memoria anual de BSM destaca el duro impacto ocasionado por las restricciones sanitarias, que perjudicó sobremanera el flujo de usuarios de sus servicios.

La dirección del grupo se lamenta por la ausencia de visitantes y turistas. Y la secuela del descenso en picado de los ingresos, que se ha traducido en unas pérdidas enormes. Curiosamente, mientras los máximos responsables de BSM suspiran por el retorno de los viajeros foráneos, la alcaldesa Ada Colau libra una batalla sin tregua contra ellos y los persigue por todas las vías imaginables.

Bicing, Endolla y agentes cívicos

Al margen de los negocios transcritos, BSM explota una batería de 51 aparcamientos y 61.600 plazas reguladas mediante zonas azules, verdes y de carga y descarga en las calles de la urbe. Asimismo tiene en su cartera el muy deficitario Bicing, con 519 instalaciones y un censo de 7.000 bicicletas; los parques del Fòrum y Montjuïc; el anillo olímpico y las grúas para retirar vehículos.

Además alberga las estaciones de autobuses Barcelona Nord y Fabra i Puig y la red de 555 puntos de recarga de vehículos eléctricos Endolla.

Por último, es de destacar un batallón de 70 “agentes cívicos y visualizadores”. Su cometido consiste en “favorecer el uso de los espacios públicos y velar por el cumplimiento de las normas de convivencia”. También prestan labores de apoyo a la Guardia Urbana.