Jordi Cuixart liquida todos sus impuestos al Estado
El activista del separatismo pierde el 87% de sus clientes españoles en un año
13 diciembre, 2019 00:00Jordi Cuixart paga religiosamente a la Hacienda estatal todos los impuestos de su empresa Aranow Packaging Machinery. Cuixart está encarcelado por el golpe sedicioso de octubre de 2017.
El pasado mes de septiembre se le ocurrió plantear a los contribuyentes catalanes una petición sumamente original desde su celda: que dejen de satisfacer sus deudas fiscales a la Agencia Tributaria del Estado.
El visionario, que preside la hipersubvencionada organización Òmnium Cultural, aseguró que semejante actuación sería asimilable a las que realizan los objetores de conciencia, los insumisos o los miembros de las plataformas de afectados por la hipoteca.
Hasta el último céntimo
Sin embargo, una cosa es predicar y otra muy distinta, dar trigo. Porque a la hora de la verdad, acontece que la empresa de Cuixart salda puntualmente sus débitos con el Erario público. Así se desprende de los datos de 2018, postrer ejercicio del que hay noticia. Cuixart abonó, hasta el último céntimo, todas las gabelas que le concernían.
En todo el tiempo que su compañía lleva en funcionamiento --que ya abarca 16 años-- ni uno solo ha dejado de cumplir con sus obligaciones impositivas.
Así, en 2018 abonó 1.092 euros a Hacienda por el concepto de Sociedades, tras contabilizar las oportunas deduciones, según las cuentas anuales de la compañía, consultadas por Crónica Global. En 2017 la cantidad ascendió a 15.400 euros.
Seguridad Social
La empresa de Cuixart también atendió mes tras mes sus compromisos laborales. Desembolsó a la Seguridad Social 420.649 euros por las cuotas de sus 39 trabajadores. El año anterior había reintegrado por tal concepto 442.318 euros.
Por lo demás, la evolución de Aranow durante el curso pasado fue positiva. Las ventas subieron un 8,7% y alcanzaron los 6 millones redondos. La empresa obtiene el grueso de su negocio en los mercados exteriores. Éstos le aportaron el 96% de los ingresos en 2017, frente a solamente el 4% que recaudó en la península.
Ayudas del ministerio de Ciencia
Quizás el dato más negativo de 2018 sea que prácticamente ha perdido casi todos sus clientes españoles. Pasan a representar únicamente el 0,49% de la cifra global. Es decir, de un año a otro el 87% de sus compradores nacionales se ha esfumado. Hace dos años, el 6,5% de sus ventas correspondían a España.
El beneficio neto de la compañía se redujo a 60.302 euros, un 31% por debajo de la marca anterior.
Pese a sus reiteradas arengas antigubernamentales, lo cierto es que Cuixart no parece hacerle ascos a mantener tratos con la capital. El año pasado solicitó financiación al ministerio de Ciencia e Innovación y éste le aportó un monto nada desdeñable de 586.862 euros.
Gracias a dichos fondos, la compañía ha podido seguir invirtiendo copiosamente en la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Bancos españoles
A la hora de administrar sus excedentes de tesorería, Aranow tampoco siente aversión a los bancos patrios. Dispone de 715.000 euros, que ha colocado en Banco Popular y Santander, a razón de 500.000 euros en el primero y 215.000 en el segundo.
También contaba con sendos depósitos de 63.000 euros en Banco Sabadell y de 250.000 en BBVA, pero los canceló.
En el lado del pasivo, Aranow ha solicitado préstamos a Banco Sabadell, Deutsche Bank, BBVA, Bankinter, Santander, Caixabank y Banco Popular, por un importe total de 2,8 millones. De ellos, quedan pendientes de devolución 2,47 millones.
Aranow Packaging Machinery tiene su sede en Sentmenat (Barcelona). Se dedica a desarrollar y fabricar equipos de envasado de film flexible, que después vende a las industrias de alimentación, de bebidas y farmacéuticas.
Jordi Cuixart Navarro, de padre catalán y madre murciana, fundó su empresa en 2003. Ejerció de administrador único hasta comienzos de 2017, cuando dimitió para dedicarse al activismo independentista, hasta que en octubre de 2017 fue detenido y encarcelado. En octubre de 2019, el Tribunal Supremo le sentenció a nueve años de cárcel por sedición.
Desde su cese en Aranow, la empresa está en manos de sus socios minoritarios Jan Molina Guardia y Carlos Obradors Guerrero, que desempeñan los cargos de administradores solidarios.