Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y consejero delegado de Grífols

Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y consejero delegado de Grífols EFE

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Grífols se rinde al mercado y da poderes a un ejecutivo sin vínculo con la familia

La compañía comienza a tomar las medidas exigidas por los inversores para mejorar su gobernanza, con la figura de un nuevo consejero delegado como contrapoder del presidente ejecutivo, cuya independencia de los fundadores está en entredicho

6 febrero, 2024 00:41

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Grífols se ha puesto decididamente manos a la obra para resolver la notable crisis generada a comienzos de año por el informe de Gotham City Research, que no sólo ha hundido la cotización sino que también ha dejado en evidencia un modelo de gobernanza con demasiadas fisuras. La incorporación de Nacho Abia como consejero delegado supone en realidad implantar un contrapoder a la figura del actual presidente, cuya independencia ha sido puesta en entredicho.

Y no sólo por el citado documento del fondo bajista, que ha acabado en los tribunales de Nueva York, denunciado por la compañía. Gotham señaló a lo largo de las 65 páginas del demoledor informe que Thomas Glanzmann operaba bajo la categoría de independiente pero que su larga trayectoria en el consejo, junto a y el servicio de los Grífols hacía tambalearse tal condición en muchas ocasiones.

Insuficientes explicaciones

El mercado fue un fiel reflejo de esto el pasado 11 de enero. Dos días después de el informe viera la luz y la cotización de Grífols se hundiera con estrépito, la farmacéutica dio la cara por primera vez a través de una conferencia con analistas e inversores para aclarar las cuestiones puestas en duda por el fondo especulador.

Aquel día, la compañía cerró con descensos superiores al 16%, pese a que poco antes de iniciarse esa reunión cotizaba con tono plano, a la espera de las explicaciones de la cúpula directiva. 

La cotización de Grifols durante una sesión de los últimos días / EP

La cotización de Grifols durante una sesión de los últimos días / EP

La mayoría de los titulares coincidieron en señalar que la empresa no había convencido al mercado, pese a confirmar que la venta de Shanghai RAAS seguía adelante y que el ingreso iría íntegro a reducir la deuda y el apalancamiento. Lo que echó en falta la comunidad inversora fueron medidas concretas, actuaciones, decisiones. Hechos, no palabras.

"Llegó la hora de actuar", como publicó Crónica Global haciéndose eco de la opinión generalizada de los inversores, que consideraban demasiado timorata la reacción del productor de hemoderivados.

Mensaje dañino 

"El mensaje del presidente en defensa del accionista Scranton, con el argumento de que no era un vehículo de la familia y que su vinculación con sus miembros era poco más o menos que testimonial hizo daño a la imagen de la compañía y a la del propio Glanzmann", apunta una fuente conocedora de la situación que, además, añade: "Esa postura venía a confirmar lo que queda reseñado sobre la excesiva afinidad entre gestión y propiedad. Glanzmann pasó de representar a la compañía a hacerlo con los Grífols".

El mensaje recibido por la compañía fue que aquel proceso de profesionalización de la gobernanza, iniciado tras del verano de 2022, cuando por primera vez una persona ajena al apellido Grífols tomara el principal timón ejecutivo de la empresa (el expresidente Steve F. Mayer) aun tenía camino por recorrer.

Sede de Grífols en Parets del Vallès (Barcelona)

Sede de Grífols en Parets del Vallès (Barcelona) EFE

Y el foco ya no estaba puesto en el peso de la familia en la toma de decisiones, que cada vez había menguado más hasta ser prácticamente testimonial a partir del segundo semestre del pasado año, cuando Glanzmann asumió casi en su totalidad el poder ejecutivo, sino en el modelo en sí. Es decir, el problema no era el apellido sino el modo de operar y gestionar. 

Con la iniciativa tomada por los consejeros independientes, la fórmula elegida ha sido la incorporación de un consejero delegado desvinculado por completo de la compañía hasta la fecha. A diferencia de los dos últimos presidentes, Nacho Abia no ha formado parte del consejo ni de ningún órgano de gobierno de Grífols. 

Positiva reacción en bolsa

Una figura del todo independiente, que servirá de contrapoder para el actual presidente y para cualquiera que esté por llegar y que, además, tampoco esté condicionado por las operaciones y vínculos del pasado, que son los que protagonizan el informe de Gotham y el escrutinio al que el mercado ha sometido a la cotizada desde entonces.

Por el momento, la primera reacción de los mercados a la medida ha sido muy positiva. Los cambios en la gobernanza de Grífols han sido comunicados al cierre de  la sesión en las bolsas europeas pero Wall Street sí ha podido responder sobre la marcha. 

Las acciones de la compañía han llegado a repuntar cerca de un 7% en el Nasdaq y aunque posteriormente han moderado su comportamiento alcista, han logrado cerrar la primera sesión de la semana con avances del 3,91%.