Grifols se defiende de Gotham en el mismo tribunal que pide una millonada al Estado por las renovables

Fundado en los albores del nacimiento de la nación estadounidense, con anterioridad incluso a la creación de la Corte Suprema, el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York ha ganado su fama de referente al entender de asuntos que forman parte de la historia del país como la tragedia del Titanic, los casos de espionaje en época de la Guerra Fría con el bloque de países comunista y, más recientemente, con los atentados terroristas del 11 de septiembre.

Ejecutar laudos favorables

Esta ha sido la opción elegida por Grifols para denunciar a Gotham City por difamar a la compañía y difundir al mercado información presuntamente falsa sobre sus estados contables y algunas de sus operaciones vinculadas con su socio Scranton, del que son accionistas miembros de la familia fundadora y que da nombre al productor de hemoderivados. 

Recientemente, hasta la cámara norteamericana llegaron reclamaciones de parte de fondos internacionales, que han recurrido a ella para hacer que se ejecuten los laudos de tribunales de arbitraje como Ciadi (Banco Mundial) y Uncitral (Organización de Naciones Unidas), que en su día obtuvieron el respaldo de estos organismos para percibir indemnizaciones que suman varios cientos de millones de euros de parte del Estado español.

Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y consejero delegado de Grífols EFE

Las reclamaciones, relacionadas con la modificación de la normativa que regulaba la retribución de las inversiones en energías limpias, fueron presentadas una vez que el Gobierno se ha negado sistemáticamente a realizar los pagos, por entender que la Unión Europea avala que no está obligado a ello.

Para articular su defensa, Grifols, que presentó la demanda el pasado 26 de enero, cuenta con el asesoramiento del bufete Proskauer Rose, un viejo conocido de la farmacéutica toda vez que ha colaborado con ella en muchas de las principales operaciones corporativas que ha llevado a cabo en los últimos años, en especial aquellas que han tenido relación con EEUU.

La compra Shanghai RAAS

Una de las más destacadas fue la adquisición del 26% del capital de la china Shanghai RAAS (en la que actualmente última la desinversión), para la que contó con un despacho local, de nombre JunHe, para lo concerniente al gigante asiático y con Proskauer, junto a Hogan Lovells, para la parte norteamericana.

En aquellos casos, Proskauer siempre participó en el proceso de la mano de Osborne Clarke, el bufete británico estrechamente conectado con Tomás Dagà, consejero de Grifols desde hace más de 20 años y también accionista de Scranton, que se encargó de dirigir la oficina del despacho en España desde su apertura, a mediados de la década de los 80, hasta 2017, cuando dejó su cargo de socio director.

¿Conflicto de interés?

No obstante, Dagà ha seguido desde entonces ligado a Osborne Clarke; la relación del bufete con las operaciones de Grifols también forma parte del informe de Gotham que ha sido llevado ante la Justicia, con la sombra del conflicto de interés sobre la farmacéutica, cuyo desplome bursátil y sus causas también son objeto de análisis por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

En este proceso en el tribunal neoyorquino, Osborne Clarke se mantiene en un discreto segundo plano y será Proskauer quien dirija la defensa de la compañía.

Cruce de Wall Street con Broadway, Nueva York PIXABAY

El pleito se dirige contra Gotham City Research y el fondo General Industrial Partners, como personas jurídicas; y también contra sus fundadores y directores, Daniel Yu y Cyrus de Weck, respectivamente, como personas físicas, además de otros acusados (tanto individuales como corporativos) que no han sido relevados públicamente.

La decisión de Grifols, que ya avanzó en la conferencia con analistas que celebró dos días después de la publicación del informe de Gotham, en pleno desplome del valor, ha sido acogida positivamente por los inversores, como muestra la subida de casi el 5% que experimentó el pasado viernes en Wall Street.

En el caso de la bolsa española, que ya estaba cerrada cuando la compañía hizo pública la presentación del pleito, la respuesta se reflejó este lunes, con alzas del 4,2%, que ha dejado el título al borde de la cota de 10 euros.