Javier Burón, gerente de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, junto a un edificio de vivienda pública / CG

Javier Burón, gerente de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, junto a un edificio de vivienda pública / CG

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El pasado de Javier Burón irrumpe en la búsqueda del operador de vivienda metropolitano

Construcciones Rubau retira su oferta para construir pisos públicos con el AMB porque el gerente de Vivienda de Barcelona es parte del jurado y tuvo vínculos con su socio

18 noviembre, 2020 00:00

El pasado de Javier Burón lastra el proceso de selección de una empresa privada que construya vivienda con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). El arranque de un operador público-privado se ha calado por los vínculos del alto cargo municipal con uno de los precandidatos: Habyco. La tormenta es de tal magnitud que Construcciones Rubau, que se presentaba con Habyco y que había sido preseleccionada, ha retirado su oferta.

Lo han explicado fuentes cercanas al AMB. Según estos interlocutores familiarizados con el proceso, de las cuatro firmas preseleccionadas, Rubau-Habyco; Oaktree-Sdin Residencial-Sogeviso; Cevasa-Neinor Homes y Visoren, ya quedan solo tres. La primera aspirante ha retirado su oferta entre críticas por los vínculos de Burón, gerente de Vivienda de Barcelona y consejero de la empresa Habitatge Metròpolis Barcelona, con Habyco.

Fue socio de Habyco

Crónica Global ha contactado con el AMB para recabar la versión de la institución supramunicipal, sin obtener respuesta. Construcciones Rubau tampoco ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Javier Burón fue nombrado en junio de 2012 como administrador solidario del holding Urbania ZH Gestión, que incluía a diversos proveedores del sector público. Habyco XXI SA, constructora de vivienda pública, era uno de ellos. Burón, de hecho, admite en su blog que fue "socio y gerente" de Urbania entre 2012 y 2015.

 

 

Vídeo corporativo de la empresa Construcciones Rubau / YT

En el Registro Mercantil consta que Burón fue nombrado consejero de Habitatge Metrópolis, una joint venture entre el Ayuntamiento de Barcelona y el AMB, en diciembre de 2018. El 27 de aquel mes, el ejecutivo fue designado suplente de la unión temporal de empresas (UTE) Habyco XXI SA-Urbania. Esta UTE hizo "consultoría y asesoría integral, fiscal, laboral, contable y jurídico-mercantil" para la mercantil Gestió Municipal de Sòl i Patrimoni, empresa municipal de La Llagosta (Barcelona) hasta diciembre de 2019. El presidente de esta sociedad fue y es Óscar Sierra, alcalde del municipio.

Burón no revela su trayectoria

Tras su vínculo con Habyco, Burón juega ahora un papel central en la búsqueda del AMB de un socio privado para construir vivienda de alquiler asequible. Presentó el proyecto en marzo de 2018, cuando vio la luz, y publicó un artículo en La Vanguardia sobre el asunto en noviembre de 2018. Aún es consejero de la empresa pública.

Pese a su preeminente rol como gestor de lo público, Burón no dijo nada de sus antiguos intereses privados. Al menos, de forma pública cuando el AMB anunció en octubre que cuatro empresas optaban a aliarse con la sociedad de la que él hace de consejero y portavoz.

Aparece en el registro hasta 2019

Una de ellas es una firma en la que él participó: Habyco. Al menos como gerente de Urbania, empresa paraguas en la que se integró la firma. O como suplente de Aida Torres de la Llana en la UTE Habyco-Urbania hasta diciembre de 2019.

Cabe la posibilidad de que ese silencio responda a la inactividad de las dos empresas: la segunda no ha presentado cuentas y la primera está con fondos propios negativos, que es causa de disolución. No registró actividad en 2017 y 2018. 

Construcciones Rubau retira su oferta

En este contexto, Construcciones Rubau, socio de Habyco, ha retirado su oferta para vivienda pública con el AMB y la empresa pública que representa Javier Burón. En el AMB no explican los motivos de esta salida. Por su parte, Burón ha asegurado a Crónica Global que su relación mercantil y laboral con Habyco forma parte del pasado y se ha desvinculado del proceso de selección. Asimismo, ha atribuido a una "iniciativa propia" de la empresa catalana su espantada del concurso.

Y no será por falta de solvencia. Habyco facturó 1,9 millones de euros en 2018, último ejercicio disponible en el Registro Mercantil, el 46% más que el año anterior. El resultado neto fue de 391.179 euros, cifra que implica un descenso del 27% respecto al ejercicio precedente. Los fondos propios alcanzaban los 5,5 millones de euros. Rubau, por su parte, facturó cerca de 150 millones en 2019. Alcanzó estos resultados, principalmente, por su división de obra civil. Su beneficio operativo (Ebitda) rozó los tres millones.

Habyco dejó 'pufos' en Madrid

¿Por qué Construcciones Rubau-Habyco ha retirado su oferta? Es una incógnita. Lo que se conoce es lo que indican fuentes del sector. "Construcciones Rubau es una empresa consolidada de obra civil. En infraestructuras son serios y solventes: una constructora internacional. Pero en el detalle fino se pierde", indican. ¿A qué se refieren? "A la remodelación de las galerías Paddock de Sabadell en 2018, por ejemplo. Se pelearon con el cliente, por decirlo suave, por una cuestión de materiales. En lo fino, no son expertos", explican.

¿Y Habyco? Su propuesta fallida en Barcelona y su conurbación será otra polémica que se añadirá al currículum de la empresa, que ya muestra un pasado controvertido en la gestión de vivienda y suelo público en Rivas-Vaciamadrid (Madrid). La Cámara de Cuentas de la comunidad destapó un desajuste de 20 millones en sus libros. 

O en Torrejón de Ardoz, también en la capital, donde Habyco se olvidó de pagar el IVA de tres edificios municipales. Este descuido costó un millón de euros al ayuntamiento, según avanzó Eldiario.es. Recientemente, el Tribunal de Contratación Pública de la región ha anulado la adjudicación de la compañía en este municipio por excluir a otra oferta en liza. Habyco muestra de este modo un legado de pérdidas millonarias y centenares de promociones sin colocar. Un historial negro que pone en duda su capacidad para hacerse con el contrato del AMB. Aunque, finalmente, se ha quedado sin socios para la operación. 

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