Colau y Badia aprueban otro ‘subidón’ de impuestos al comercio

El rediseño de la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR) aprobada en el consejo metropolitano de octubre llevará al comercio a afrontar una nueva subida impositiva. El objetivo de la reforma del gravamen que firman Ada Colau y Eloi Badia como presidenta y responsable de Ecología del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), respectivamente, es el de rebajar la factura para el 40% de los pequeños comercios, tal y como anunció el cuatripartito que lidera la institución supramunicipal --PSC, En Comú Guanyem, ERC y JxCat--. Con todo, el impacto real de los nuevos cálculos del gravamen propicia el efecto contrario.

Hasta la fecha, este impuesto tiene en cuenta la actividad económica, el consumo de agua que se hace y los coeficientes de recogida selectiva del municipio en el que está ubicado el negocio. El coste de este servicio no es el mismo en Sant Joan Despí o Viladecans que en Barcelona, donde la TMTR convive con otro impuesto local que también grava el reciclaje y que se paga igualmente a través de la factura del agua. La nueva Tasa de Recogida de Residuos que se empezó a recaudar en verano.

Protesta de comerciantes y restauradores de Barcelona / YT

Subida ‘en diferido’

Con la reforma, la TMTR metropolitana se calculará a partir de la superficie del establecimiento y se elimina el consumo real de agua de la ecuación. Aunque se cobrará en el mismo recibo, no tendrá ningún impacto en el precio final la cantidad que use la empresa afectada. Hecho que elimina la posibilidad de rebajar su coste con un uso más eficiente del recurso.

A partir de 2021, y según el borrador inicial de la revisión del impuesto, los empresarios deberán encajar incrementos que en algunos casos rozarían el 200%. No deberán asumirlo en un ejercicio, ya que la ordenanza fija un tope del 10% en el alza anual. Es decir, la subida impositiva se difiere en el tiempo para que no sea tan lesiva para la contabilidad. Pero no se renunciará a ella.

Ejemplos prácticos

Un bar de 50 metros cuadrados situado en la capital catalana pagará 336,01 euros en el ejercicio en curso por el impuesto metropolitano a la recogida de residuos. Con la reforma actual, en 2021 debería abonar 370,3 euros por el mismo gravamen. En este caso el incremento se pagará íntegro en 2021, ya que queda dentro del umbral del 10% (implica un sobrecoste del 10,2% de la TMTR).

El escenario cambia si el mismo negocio se ubica en un local de 150 metros cuadrados. Con la reforma del gravamen actual, el año próximo debería pagar 555,45 euros, importe que se asumirá a seis años vista. Los propietarios del local deberán sumar un 10% más de esta tasa cada ejercicio hasta completar el alza del 65,3%, que se aplicará por las dimensiones de su establecimiento. Sea cuál sea el consumo de agua que realicen. Tampoco se tiene en cuenta el tiempo en que haya estado cerrado si se prolongan las medidas restrictivas derivadas de la pandemia del coronavirus.

Subida del 10% anual

Si se toma como ejemplo una instalación deportiva de 500 metros cuadrados, el coste de la TMTR se elevará de los 336,01 euros mensuales hasta los 982,01 euros. La subida será del 192,3% y, de nuevo, se llegará a este escenario a la razón de repuntes de la tasa del 10% anuales.

En el comercio textil minorista, la tasa pasaría de los 240,01 euros actuales a los 589,26 euros, cifra que implicaría una subida del 143,5%. No sería el sector que saldría más perjudicado, ya que un cine de 500 metros cuadrados deberá pagar 1.014,30 euros con la ordenanza proyectada frente a los 336,01 euros que abona en la actualidad.

Reformas en la sala Luz de Gas / CG

Peor lo tendrán las salas de baile y discotecas que también ocupen unos 500 metros cuadrados en la ciudad de Barcelona. Su subida impositiva será del 720%, ya que pasarán de los 336,01 euros actuales a los 2.777,25 euros. De nuevo, esta cifra se alcanzaría con incrementos paulatinos del 10% anual.

Negociación de las ordenanzas

La nueva fórmula de la TMTR aún no está confirmada. PSC, En Comú Guanyem, ERC y parte de JxCat (dos consejeros que pertenecen al sector PDECat se desmarcaron) dieron el visto bueno inicial al borrador. PP, Cs, BCN Canvi, Compromís y Acord per Torrelles se opusieron a ello y Guanyem Badalona en Comú y Ara decidim Ripollet se abstuvieron. Aún debe pasar el período de enmiendas, por lo que Colau y Badia podrían incluir en la reforma modificaciones requeridas por la oposición. Con todo, no sería necesario hacer las transacciones. Con los votos a favor de la primera aprobación tienen suficiente para sacar la reforma adelante.

Cabe tener también en cuenta que los negocios metropolitanos han tenido que abonar la tasa del recibo del agua incluso durante el estado de alarma. Ni Colau ni ninguno de los partidos que están en el gobierno de la institución supramunicipal han planteado en ningún momento quitas en el recibo del agua para compensar el parón obligado para los negocios. Los propietarios denuncian que el gravamen ha llegado a suponer el 90% de la factura del servicio. No parece que este lastre cambie con la reformulación que se plantea para el próximo ejercicio.

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