El mercadillo de ropa vintage más famoso de Barcelona se muda este fin de semana al pueblo más pijo de Cataluña

Los mercados de segunda mano ya son todo un fenómeno. Lo que empezó como algo que parecía improvisado se ha ido expandiendo, cogiendo forma e institucionalizándose en algunos rincones de Cataluña, España y el mundo en general. 

El boom de las paradas con ropa vintage ha provocado un llamamiento a un determinado sector de la ciudadanía que, de un tiempo a esta parte, se ha interesado no solo por acudir a ellas como consumidor, sino también como vendedor.

Mercadillos en auge

La posibilidad de ganar un dinero extra y, a su vez, deshacerse de los productos que ocupan espacio en sus armarios --como ropa, zapatos, collares, bolsos y demás complementos-- son un potente reclamo para que jóvenes y no tan jóvenes decidan pasar un fin de semana a la intemperie para desprenderse de lo que ya consideran retazos.

Barcelona acoge desde hace años varios mercadillos que han ganado peso y se han convertido en parte de la vida social, cultural y económica de la ciudad. Desde los más cool, como el llamado mercado creativo Palo Alto --donde se paga entrada y los precios de algunos productos tanto de moda como gastronómicos son desorbitados--, hasta los que tienen un semblante más austero, como el Flea Market.

Qué es el Flea Market

Este último está organizado por el Ayuntamiento de Barcelona, aunque cada vez le pone más difícil su apoyo. La cantidad de denuncias de algunos usuarios que aseguran que allí se encuentran productos y piezas robadas ha provocado que en más de una ocasión se cancele la cita con los compradores e incluso se cambie su ubicación.

El Flea Market ha pasado del Raval a los Encants y este fin de semana, concretamente el domingo 15 de septiembre, la mudanza va todavía más lejos. Cómo ya anuncia este mercado en sus propias redes sociales, se traslada, por ahora, hasta Sitges, uno de los considerados pueblos más pijos de Cataluña, con permiso de Matadepera, Sant Cugat y Llofriu.

Dónde se va

Los vecinos de Sitges y los centenares de paseantes ocasionales, turistas y visitantes regulares del lugar van a ver cómo los Jardines del Retiro se llenan de decenas de paradas, burros de ropa y paradistas que ofrecen ropa de segunda mano a un precio muy asequible.

No se trata de algo muy improvisado. Con los años de experiencia que llevan detrás, se han encargado de ofrecer al visitante un “espacio perfecto para encontrar pequeños tesoros con forma de libros, discos, ropa, complementos de moda” como describía en su día la página web del Ayuntamiento de Barcelona.

Qué ofrece

Sus responsables aseguran que más que un mercadillo son “una celebración de la sostenibilidad y el consumo responsable”, en un mundo en el que todo parece de usar y tirar. Aquí todo ya ha sido usado, pero en vez de ser arrojado a cualquier contenedor es ofrecido a precios razonables para que otros lo disfruten.

Gorros, zapatos, blusas, chaquetas, “accesorios y objetos con historias únicas y un valor especial que va más allá de lo material” tiene cabida en este mercado que, cada vez, es más itinerante. Aunque eso no quite que su fama siga creciendo.

Mucho más que ropa

El Flea Market ha montado una estructura, un entramado de contactos para que quien se acerque allí se encuentre mucho más que ropa y productos usados. Los que este fin de semana se acerquen a Sitges van a comprobar que hay mucho más.

En la terraza de los Jardines del Retiro va a estar la parte gastronómica del mercado. Un “punto de encuentro para relajarse y despedir el verano mientras se saborea alguna bebida y se comparten algunas tapas” con el resto de asistentes, tal y como describen en su web.

Tampoco faltará el ambiente lúdico y festivo. Los responsables siempre llevan a alguien que musicalice el momento de compras, como en una tienda cualquiera. Aquí, por eso, es en directo.

Para amenizar las compras pasarán por allí una serie de DJs de estilos variados como  Sol Marianela, Emma Dowuona-Hammond, Flea Mark y Danny Mekanik. Todo para hacer más llevadera esta mudanza a Sitges.