El Tram echa a un revisor por un incidente con una menor de La Mina
Un presunto flirteo con la chica provoca el asedio a las cocheras del tranvía y un "intento de linchamiento" del interventor
1 abril, 2021 00:00El Tram ha apartado del servicio e investiga a un revisor por un incidente con una menor del barrio de La Mina, que provocó un intento de asalto a las cocheras de la empresa de transporte. La compañía ha apartado al conductor-interventor por un presunto "flirteo" con una chica del barrio de Sant Adrià de Besòs (Barcelona). El empleado, que niega los hechos, está de baja por ansiedad porque "ha sido amenazado".
Así lo explican fuentes conocedoras del caso y lo confirma TramBesòs en conversación con este medio. Según la compañía que opera el transporte, "les consta" la queja de unos padres sobre el trato de un trabajador con una menor que viajaba en un convoy. La empresa ha abierto investigación y ha apartado al empleado hasta que se esclarezcan los hechos. Lo que se conoce, recalca la empresa, es que "no hubo contacto físico entre ambos". El asalariado, ha subrayado Trambesòs, está de "baja por ansiedad porque ha sido amenazado".
"Trató de ligar con una menor"
Esta es la información oficial. Fuentes policiales han agregado más datos. Los hechos ocurrieron la semana pasada al final de la línea T5 a la altura de la Estación de Gorg, en Badalona. Un conductor-interventor --desempeñan las dos labores-- acabó su turno y salió de la cabina. En el convoy había montada una menor vecina del barrio de La Mina. Hubo un intercambio entre ambos, según grabaron las cámaras de seguridad. Se desconoce qué se dijeron. Lo factual es que la chica acabó con el teléfono del trabajador apuntado en un papel.
La historia siguió. La adolescente llevó el papel a su padre. El progenitor invitó a la menor a llamar al revisor del Tram con el altavoz de su móvil en marcha, mientras él permanecía en silencio y escuchaba. Le preguntó por qué le había dado su teléfono. El hombre, un empleado fijo del Tram y casado, le habría respondido que "para lo que ella quisiera".
Asedio a la sede del Tram
La respuesta activó a La Mina. Fuentes cercanas al incidente aseguran que hubo una visita colectiva de vecinos del barrio a las cocheras de Trambesòs. Los residentes exigían, según las fuentes, "responsabilidades" a la empresa. Según otros interlocutores, se dirigieron al garaje de la compañía para "linchar" a quien ellos ven como un "potencial abusador sexual, que coaccionó a una menor para tener relaciones".
Sea cierta una u otra versión, todas las voces consultadas, y de diversos estamentos, hablan de "momentos de mucha tensión" entre las familias del barrio de La Mina y el Tram, que circula paralelo al barrio olvidado de Sant Adrià. El enfrentamiento solo se habría aplacado cuando Tram confirmó a algunas familias del barrio que había apartado al conductor e iniciado una investigación interna. Otros interlocutores dan por hecho el "despido" del implicado, que ha negado siempre las acusaciones de coacciones a una menor.
Zona sensible
El incidente entre un revisor del Tram y una menor de La Mina pone de relieve el delicado equilibrio de convivencia entre un transporte cuyas tres líneas (la T4, T5 y T6) bordean o atraviesan un barrio tradicionalmente olvidado que cabalga entre Barcelona y Sant Adrià. Según las fuentes consultadas, Trambesòs tiene un acuerdo verbal con algunas familias de la zona para que garanticen el buen funcionamiento del servicio. Son los llamados mediadores. Se encargan de limar asperezas y resolver los conflictos que pueda haber entre personal de los trenes y vecinos.
Ello no es fácil. En primer lugar, porque La Mina y su entorno ha absorbido parte de los narcopisos que medraron en el Raval de Barcelona, apartamentos que la presión policial expulsó del centro de la capital catalana a la periferia. Las viviendas de la droga han recalado en el barrio del Besòs-Maresme o en la icónica cadena de bloques que lo componen. El regreso de esta problemática a La Mina ha tensado la convivencia y ha disparado los comportamientos incívicos. De todo ello se resiente el Tram, pero también el Campus Besòs de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que ha vallado parte de sus instalaciones, como explicó este medio.