Protesta en un ambulatorio de trabajadores de la sanidad catalana, ayer /  TWITTER

Protesta en un ambulatorio de trabajadores de la sanidad catalana, ayer / TWITTER

Vida

Tambores de huelga en la sanidad catalana para septiembre

Médicos y enfermeros catalanes calculan fuerzas para un paro a la vuelta del verano, antes de un posible rebrote y las elecciones catalanas

11 junio, 2020 00:00

¿A la huelga? Se verá. Sanitarios catalanes están debatiendo internamente la posibilidad de convocar paros en septiembre para reclamar mejoras laborales tras aguantar estoicamente la pandemia del virus SARS-CoV-2. Personal de atención hospitalaria y atención primaria miden fuerzas para lanzar una acción laboral masiva a la vuelta del verano, antes de un posible rebrote del patógeno y, también, en la antesala de las anunciadas elecciones autonómicas.

Fuentes del sector han explicado que los médicos, enfermeros, TCAE, celadores, camilleros, personal administrativo y otras categorías laborales están debatiendo si ir a la huelga en dos meses. ¿Con qué fin? "Forzar al Govern para, ahora sí, revertir algunos de los recortes acometidos en los últimos años", explican. Ello incluiría la recuperación de las pagas extra de 2013 y 2014 --sobre la primera, la Generalitat se ha comprometido a abonar el 60% este año-- y el 5% de recorte del sueldo, entre otras peticiones. Son demandas concomitantes a las que plantea la Primavera Sanitaria, un movimiento social de nuevo cuño que se extiende a 29 hospitales y diversos ambulatorios.

Los médicos decantarán la balanza

Con este músculo, ¿habrá huelga? "No tan rápido. Puede haber cabreo entre los sanitarios por el ninguneo de parte del Gobierno catalán, pero ello no significa que cristalice en protesta. Ni mucho menos que ésta tenga éxito", avisan fuentes sindicales. ¿Por qué? "Las protestas de personal sanitario que han surgido al calor de la crisis sanitaria del coronavirus mueven, sobre todo, a personal no facultativo. Sin los médicos, una huelga no tendría éxito", admiten. Lo factual es el descontento. Parte del mismo se explica por la gestión de algunos hombres clave de la consejera Vergés, como el director del CatSalut, Adrià Comella, o el gerente de Emergencias, Antoni Encinas. "Internamente, la gestión de Comella es muy cuestionada. Prende un fuego cada día. Hasta el ministro [de Sanidad] Salvador Illa le ha tenido que frenar en ocasiones", explican fuentes internas del Departamento catalán de Salud.

Extra muros, el ambiente no está aún tan cargado. El sindicato mayoritario de los médicos catalanes, Metges de Catalunya (MC), emitió ayer un comunicado que se felicitaba por la paga extra de hasta 1.350 euros a los sanitarios y servicios esenciales de la autonomía catalana por su "esfuerzo" en la lucha contra la pandemia. CCOO vio "unilateral, precipitada, propagandista y sin criterios" la gratificación. UGT, "limosna". Satse, mayoritario en la enfermería, la tildó de "insuficiente". Ninguno de los cuatro sindicatos ha llamado sin embargo a levantarse de la mesa que planteó ayer la consejera catalana de Salud, Alba Vergés. Es por ello que se impone ser cauto ante las intenciones de parar de parte de la profesión médica.

"Las elecciones irían bien"

A la posición de los sindicatos mayoritarios se contraponen dos argumentos contrarios. "El enfado en la profesión es descomunal. Se ha dado todo durante la crisis y se paga con una compensación muy baja", han insistido las mismas fuentes. El cabreo en la sanidad catalana sería especialmente lacerante en atención primaria, orillada durante la crisis sanitaria y, ahora, privada de parte de sus atribuciones con la externalización del rastreo de casos positivos de coronavirus a Ferrovial. "Aseguran que no hay dinero para personal y contratan a una empresa externa. Es la gota que ha colmado el vaso", han señalado otras fuentes. De hecho, las patas de primaria de algunas centrales sí estarían dispuestas a abandonar sus puestos de trabajo en septiembre. Donde falla ese músculo es en los hospitales.

Los partidarios de la que sería la segunda huelga en la sanidad catalana en menos de dos años --la primera fue en los ambulatorios en noviembre de 2018 y terminó en acuerdo-- esgrimen otro argumento. "La cercanía de las elecciones catalanas sería un buen factor dinamizador de la protesta. Los partidos estarían en plena batalla y más sensibles a las reivindicaciones", avisan. De momento, sigue la llamada Primavera Sanitaria y se esperan otras acciones de cara a la próxima semana. La huelga en septiembre es, de momento, una idea que se debe madurar mucho.