La ruta de interior más bonita y desconocida de Cataluña: un paseo al aire libre por un sendero repleto de arte

No todas las rutas por la montaña tienen que acabar en piscinas naturales, cascadas y demás. Prueba de ello es un sendero que promete arte y naturaleza a partes iguales, prometido una de las experiencias más genuinas que se pueden vivir en el interior de Cataluña.

El sendero arranca en Montsonís, un pueblo de apenas 70 habitantes que poca gente conoce, pero que es de una belleza extraordinaria. Allí hay uno de los castillos medievales mejor conservados e imponentes de la provincia de Lleida e incluso de toda Cataluña.

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De hecho, muchos de los que van al municipio, se quedan tan fascinados por sus casitas de piedra, caminos ascendentes y laberínticos y su fortaleza que no se pierden otro de sus mayores atractivos: la ruta más bonita y particular de Cataluña.

No es exactamente una excursión de senderismo al uso, sino un camino lleno de arte con esculturas de gran tamaño y una gran imaginación. Pero atención, que tampoco es una exposición de arte al uso. Es ambas cosas a la vez.

Qué ruta es

La llaman la Ruta Land Art, y es una de esas experiencias que se graban en la memoria por su sencillez, su originalidad y su capacidad de sorprender.

El sendero recorre caminos rurales entre encinas, campos de cultivo y tramos de bosque mediterráneo, y, a lo largo del recorrido, la sorpresa. Los caminantes descubren una serie de esculturas e instalaciones artísticas integradas en la naturaleza, hechas con materiales locales: madera, piedra, arcilla, hierro oxidado, ramas, mimbre... 

Vista de Montsonís

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De dónde sale el proyecto

Algunas piezas apenas destacan del entorno; otras interrumpen el paisaje de forma deliberada, creando pequeños sobresaltos visuales o juegos de perspectiva. En cualquier caso, todas sorprenden. 

Este camino es de las pocas intervenciones del hombre en la naturaleza que parece estar en comunión con ella y respetarla. La iniciativa surgió a partir de un concurso vinculado a la Trail Lo Bunker, una carrera de montaña que cada año atraviesa estos caminos. 

Arte degradable

La idea era sencilla: invitar a artistas, artesanos o simplemente vecinos con creatividad a intervenir el territorio de forma respetuosa y duradera. Hoy, muchas de esas obras siguen allí, otras han sido sustituidas, y algunas desaparecen poco a poco, degradadas por la lluvia y el viento. 

Este handicap, por hecho, es también parte de su encanto. Esa fragilidad es precisamente algo que hace única cada pieza y a la ruta en sí misma. Porque aquí, cada año, cada estación, el paisaje cambia y el arte lo hace con él.

Cómo es el sendero

El recorrido completo tiene una longitud de unos 8,8 kilómetros, con un desnivel moderado. Es un camino circular, apto para la mayoría de caminantes, con variantes más cortas. La qu parte de Montsonís, de hecho, es de apenas de 2,8 km. 

Las obras que salpican el camino tienen nombres y formas que a menudo despiertan una sonrisa o una pregunta. Se pueden encontrar estructuras que imitan animales, como ranas, ovejas o serpientes; otras que hacen referencia a elementos simbólicos, como un huevo gigante, una torre de equilibrio, una espiral de piedras o siluetas humanas que parecen emerger del monte. 

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Una de las piezas más conocidas, por eso, es Lo Padrí de Montsonís, una figura corpórea que observa el valle desde lo alto, como si vigilara los pasos del visitante.  Además, conquista a los más pequeños que se fascinan por su enorme tamaño.

Cómo llegar

Los vecinos de Lleida pueden hacer esta ruta muy fácilmente. Montsonís está a apenas 45 minutos de la capital deel Segrià. Basta con tomar la C-12 en dirección a Balaguer, y desde allí seguir por la LV-9131 hasta llegar a Montsonís, pasando por Artesa de Segre. 

Desde Barcelona, el viaje en coche es más larga: alrededor de 2 horas. La vía más directa es ir por la A-2 hasta Tàrrega, donde se toma la C-14 hacia Ponts. Desde allí, se enlaza con la C-26 y finalmente con la LV-9131, que lleva directamente hasta Montsonís.