Jardín botánico Marimurtra

Jardín botánico Marimurtra

Viajes

Tienes que visitarla sí o sí: la "maravilla natural" de Cataluña recomendada por National Geographic, ideal para ir en Semana Santa

Este hermoso rincón de la costa catalana esconde una apasionante historia en su interior

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Cataluña no se recorre en un día, ni en una semana. Por muchas propuestas de viaje para un fin de semana, la comunidad autónoma tienen tantos rincones interesantes que ni una vida es suficiente para descubrirlos todos.

Lo mejor, en estos casos, es conocer el lugar con calma. Para ello, nada mejor que realizar alguna escapada cada tanto por algunas de las ciudades, pueblos, playas, vias verdes, montañas o rutas que tiene. 

En una de estas visitas nada mejor que dejarse sorprender por uno de los rincones más fascinantes de la Costa Brava. No se la considera del todo el Camí de Ronda, pero está en medio de este sendero.

La revista National Geographic ha destacado este espacio como "maravilla natural" para conocer. Se trata del Jardín Botánico Marimurtra.

Una lugar lleno de pasión

Este espacio tiene una historia digna de ser narrada. Se trata de una iniciativa particular fruto de la pasión. Carl Faust, en 1924, llevado por su afición a las ciencias naturales, dedicó diseñar un espacio para él y para el mundo donde disfrutar de las maravillas de la naturaleza.

Se pasó años trabajando, sin ayuda de ningún ayuntamiento, para materializar este increíble jardín botánico que fascina a todo aquel que visita Blanes. Desde entonces, y hace ya 101 años, esta obra se mantiene gracias a las entradas de los visitantes.

Un jardín con vistas al Mediterráneo

Los que lo han visitado saben que pasar el día en el jardín botánico de Faust, además de ser un lujo para los sentidos, es una inconmensurable ayuda para su mantenimiento.

No es fácil. Sus dimensiones, la cantidad y variedad de especies y la sequía hacen cada vez más complicado la conservación de este jardín botánico con vistas al mar, pero aun así, sus colores y su calma, bien merecen una visita.

Jardín Marimurtra

Jardín Marimurtra marimurtra.cat

El jardín en números

Situado en una montaña con vistas al Mediterráneo que rodean Blanes, brilla con luz propia este enclave natural con más de 16 hectáreas, donde contemplar y disfrutar de más de 4.000 especies de plantas y flores de cinco continentes diferentes.

Pasear por allí, permite viajar hasta Oriente para perderse en el bosque musical de bambús. En la zona de Europa destacan unos alardes únicos de flora. Por último, las evocaciones a las áridas extensiones de América y la representación de la flora australiana son otros ejemplos de lo que los visitantes tendrán ocasión de contemplar.

Un templo entre flores

Otra de las gracias de este jardín son dos construcciones que le añaden un toque de distinción y singularidad: un templo y una escultura. El primero es un pequeño pabellón de gran hermosura integrado en el jardín. Este paraje está situado en lo más alto del acantilado, lo que permite admirar unas más que destacadas vistas al Mediterráneo. Un pequeño tesoro arquitectónico que no deja indiferente a quien lo visita.

A modo de curiosidad, su nombre no es nada casual, como todo lo que tenía que ver con el creador del jardín. La admiración que sentía Faust por el conocimiento tiene que ver con todo lo referente a su legado.

Un rincón griego

Por lo tanto, contextualizando los nombres de sus calles, no resulta extraño que Linneo sea el elegido para este templete. Linné o Linneo es el nombre del biólogo sueco que está considerado como padre de la taxonomía biológica. Un lugar de estilo clásico,gobernado con columnas, convierten a este lugar en el mejor tributo al conocimiento.

Tampoco podía faltar alguna referencia clásica. Unas escaleras de acceso al templete siguen cierta continuidad filosófica. Como si fuera la puerta de entrada al conocimiento o, como interpretan muchos, una alegoría al hedonismo, se encuentran las escaleras de Epicuro.

El filósofo griego, padre del hedonismo, está allí como ejemplo de lo que le hubiera gustado a su creador que pasara allí. Y es que la escuela de Epicuro en Atenas era un Jardín. No es casualidad, por lo tanto, que Faust se basara en ese espacio para diseñar el paisajismo que flanquea la escalinata. Una apuesta por la efímera especie de flor denominada Drossanthemum floribundum.

Eso sí, hay que esperar a la primavera para que estas flores tiñan de rosa un escenario que parece sacado de una postal. Merece la pena la visita en cualquier época del año, aunque con las escaleras floridas es cuando más se entiende la intención de Faust.

Bien de Interés Nacional

Razones no faltan para pasar el día en el jardín botánico. Además de las riquezas naturales y arquitectónicas, hay que sumar el atractivo animal, ya que en este lugar viven un sinfín de especies de insectos y pájaros.

Sin duda, el avistamiento de aves es un plus de atractivo a un entorno privilegiado en todos los sentidos. Tanto es así, que fue catalogado por la Generalitat como Bien de Interés Nacional. Un reconocimiento que habría satisfecho a Faust tras el esfuerzo que hizo para la creación de este jardín.

La amenaza de la Guerra

Y es que la vida de su creador no fue fácil. En la biografía de este alemán afincado en Cataluña constan las intensas labores realizadas durante la Guerra Civil.

Tesón y dedicación destinados a que el conflicto bélico no supusiera destrozo alguno o expolio para su idílico jardín. Unas tareas que dieron sus frutos y que mantuvieron a salvo su legado de la guerra, así como de las confiscaciones del Gobierno alemán durante la II Guerra Mundial.

Jardín botánico Marimurtra

Jardín botánico Marimurtra

Gracias a ello, y a los visitantes que se sienten atraídos por este bucólico rincón de la Costa Brava, este lugar se ha convertido en un must a la hora de conocer el territorio. Y es que a la curiosidad que genera su ubicación y la belleza de su contenido se le añade el peso de historia. Pasear por estos jardines, subir la escalera o ver las vistas desde el templete son actividades muy distintas si se considera la lucha que esconde cada rincón del paisaje.

Cómo llegar

Para llegar al Jardín Botánico Marimurtra desde Barcelona en tren, se puede tomar la línea R1 de Rodalies en dirección a Blanes, con una viaje aproximada de una hora y media. 

Si se prefiere viajar en coche, el trayecto se reduce a la hora y cuarto. Para ello se recomienda ir por la autopista C-32 en dirección a Blanes y, al llegar a la salida 134, continuar por la carretera GI-600 hacia el centro de Blanes. Desde allí, se debe seguir las indicaciones hacia el Paseo de Carles Faust, número 9, donde se encuentra el jardín.