El pueblo catalán al que sólo se llega cruzando otro país, Os de Civís

El pueblo catalán al que sólo se llega cruzando otro país, Os de Civís

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No es Llívia: el pueblo catalán al que sólo se llega cruzando otro país y estuvo a punto de desaparecer

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Cataluña tiene pueblos muy curiosos. Algunos por sus nombres, otros por su arquitectura y hay dos que destacan por su ubicación: sólo se puede acceder pasando por otro país.

El más conocido es Llívia. Este municipio está inmerso en Francia y es inevitable pasar por allí para acceder. Pero hay otro que requiere cruzar otro país, Andorra.

Se trata de un pueblo de apenas dos o tres calles, unas casas de piedras típicos del Pirineo y con un entorno incomparable, en el corazón de los Pirineos. Os de Civís se erige como un rincón único de Cataluña, no solo por su belleza y autenticidad, sino esa excepcional situación geográfica. 

Este pequeño pueblo de la provincia de Lleida, perteneciente al municipio de Valls de Valira, ostenta el título de ser el único periclave de España: una localidad a la que solo se puede acceder desde el extranjero.

Dónde está

Ubicado en el valle del mismo nombre, Os de Civís se encuentra rodeado por los ríos Setúria y Salòria, cuya confluencia da lugar al río Aós. Aunque siempre ha sido territorio español, su acceso terrestre está condicionado por su conexión con Sant Julià de Lòria, en el Principado de Andorra, a través de la carretera CG-6. Para llegar, es necesario recorrer una sinuosa ruta de montaña que pasa por Bixessarri, un pintoresco pueblo andorrano que añade encanto al trayecto.

El otro acceso posible, aunque menos transitado y más desafiante, es una senda de tierra que asciende hasta el Coll de Conflent, a 2.150 metros de altitud. Sin embargo, este camino está cubierto de nieve durante buena parte del año, haciendo de la conexión con otros pueblos catalanes una empresa casi imposible.

A punto de desaparecer

El municipio estuvo al borde de la despoblación a principios del siglo XX debido a su aislamiento extremo y la falta de servicios básicos como electricidad o teléfono. Sin embargo, el pueblo logró sobrevivir y hoy combina su esencia medieval con una renovada vitalidad gracias al turismo

Con su arquitectura típica de piedra y calles empedradas, el núcleo principal mantiene una estampa de otro tiempo, mientras que las construcciones más recientes en la parte baja muestran su capacidad de adaptación.

Cómo es

La fisionomía del pueblo, con casas distribuidas en pendiente como si se desparramaran por la montaña, ofrece vistas espectaculares, pero también plantea un desafío para quienes se animan a recorrerlo a pie. Las calles, cubiertas de losa y vegetación, evocan una conexión íntima con el pasado y recuerdan la dureza de la vida en la alta montaña. Aunque uno de los principales atractivos de Os de Civís es la iglesia románica.

La Iglesia de Sant Pere d'Os de Civís es una joya del románico catalán del siglo XII que, aunque no siempre está abierta, se alza imponente en el corazón de este pintoresco pueblo pirenaico. Construida en piedra, su sobria arquitectura destaca por la solidez de sus muros y la elegancia de su torre campanario, que parece custodiar el valle. Los arcos de medio punto y los capiteles decorados con motivos vegetales del interior son testimonio del arte medieval que impregna cada rincón del templo.

La iglesia de Os de Civís

En su interior también se encuentran retablos y tallas religiosas que cuentan historias de fe y tradición que han perdurado a lo largo de los siglos. Su entorno, rodeado de montañas y bosques, enriquece la experiencia de quienes la visitan, ya sean fieles que buscan un lugar de recogimiento o turistas atraídos por la historia y la belleza de esta construcción única.

Y es que los alrededores son perfectos para quienes buscan actividades al aire libre. Rutas de senderismo como las de Setúria, Montaner o la Collada de Conflent atraen a deportistas experimentados que desean disfrutar de los espectaculares paisajes del Parque Natural del Alto Pirineo.

Economía y leyendas

De hecho, el turismo rural es la principal fuente de ingresos del pueblo. Durante el verano, los alojamientos, restaurantes y un pequeño hotel reciben a numerosos visitantes atraídos por la tranquilidad del lugar y las actividades al aire libre. En invierno, sin embargo, las condiciones climáticas reducen la afluencia, y pocos negocios permanecen abiertos.

Las leyendas locales también enriquecen la experiencia. Una de las más conocidas cuenta cómo los prados del Valle de Aós fueron disputados entre pastores catalanes y andorranos, resolviendo el conflicto con un enfrentamiento en el Coll de la Botella. El luchador catalán resultó victorioso, lo que consolidó la soberanía de Cataluña sobre estas tierras, una historia que aún hoy despierta fascinación entre los visitantes.

Cómo llegar

Para llegar a Os de Civís en coche desde Barcelona, es necesario tomar la C-16 en dirección a Manresa y Berga, continuando hacia el Túnel del Cadí. Desde allí, se sigue por la N-260 en dirección a Puigcerdà y La Seu d'Urgell. Una vez en La Seu d'Urgell, se debe continuar hacia Sant Julià de Lòria, en el Principado de Andorra, utilizando la carretera CG-1. Desde Sant Julià, se va por la la CG-6, que conduce directamente a Os de Civís tras unos 8 kilómetros de carretera de montaña bien asfaltada.

Más cerca queda Lleida, donde se inicia la ruta por la autopista A-2 hacia Tàrrega y allí se toma la C-14 en dirección a Andorra y La Seu d'Urgell. Al llegar a La Seu, se continúa por la carretera N-145 hacia el Principado de Andorra, ingresando por Sant Julià de Lòria de vuelta.