Guerra. Más guerra. Hamas ataca a Israel. Lluvia de cohetes y secuestros de civiles y de soldados. Atrocidades terroristas. Los muertos se cuentan por centenares. Sesgo propalestino en la mayoría de los medios de España, que anticipan este domingo duras represalias israelíes. No será una guerra relámpago.
Mientras tanto y en el solar ibérico se debate sobre la
amnistía a los cabecillas del
procés y a quienes apretaron en las calles al dictado de personajes como
Quim Torra. Según
El País, todo está casi apañado a falta de un "relato" común. O, en palabras del propio medio en un titular, "El relato del ‘procés’, obstáculo final para una negociación muy avanzada sobre la
amnistía". El texto es de Carlos E. Cué: "Detrás de las complejas negociaciones de esta investidura de
Pedro Sánchez hay mucho más que un simple intercambio de concesiones políticas. En el trasfondo, y en los papeles que llevan semanas intercambiándose el PSOE y los independentistas, según fuentes de la negociación, hay una discusión política decisiva sobre el
procés, la mayor crisis política que ha vivido España en su historia reciente. Y por tanto un debate que marcará el futuro político del país, y no solo quién gobierna los próximos años, porque supondrá un acuerdo, si se logra, sobre la respuesta a una pregunta compleja que marca la política española desde el gran trauma de 2017: ¿qué fue el
procés?"
Sigue la nota: "El articulado de la
ley de amnistía, el corazón de la negociación, está bastante avanzado, según fuentes de la negociación. A quién afectaría, el espacio temporal, los límites, la fórmula jurídica... Pero lo más difícil de pactar es la exposición de motivos. Ahí es donde se tiene que justificar la amnistía, y para ello hay que
definir muy claramente qué significó el procés y por qué hay que dejar sin pena los delitos que, según los jueces, se cometieron alrededor de este intento de lograr la independencia de Cataluña, mientras otros similares pero cometidos en contextos diferentes quedan penados".
Portada de 'El País' del 8 de octubre de 2023
Párrafos después, Cué afirma que "todo se mueve a mucha más velocidad de la que parece. Sánchez ya habla abiertamente de amnistía —pronunció la palabra en Granada con los máximos dirigentes de la UE a su lado, Úrsula von der Leyen y Charles Michel, algo muy simbólico—, sus negociadores multiplican sus movimientos —Cerdán viajó a París de forma discreta y Félix Bolaños estuvo en Cataluña con dirigentes de ERC y Junts— y ha quedado atrás la tensión por la resolución del Parlament que hablaba del referéndum de autodeterminación, descartado por el PSOE. ERC ofrece una salida: retomar el acuerdo para la investidura de 2020".
Y: "Todo se va encajando, y Sánchez, además, recibió ayer el respaldo claro del PSOE andaluz a la negociación de la amnistía. Fue en un mitin en Granada con el líder regional, Juan Espadas y la simbólica presencia de Carmen Calvo, que rechazaba de plano esta ley por inconstitucional cuando era vicepresidenta. Ahora, apoya a Sánchez, como casi todo el partido, para que “haga lo que tenga que hacer” con el objetivo de lograr un Gobierno progresista. Solo queda el remate de la negociación. Pero siempre se puede atragantar. Sánchez, eufórico ante el éxito de la cumbre de Granada, que llegó además acompañada de la concesión del Mundial de fútbol de 2030, lo dejó claro el viernes: “Nada está acordado hasta que todo está acordado”".
Barcelona será el escenario este domingo de una protesta contra la amnistía convocada por Sociedad Civil Catalana. "Partidos y entidades se unen en un nuevo 8-O en Barcelona contra la amnistía y el referéndum", apunta
El Mundo sobre una crónica que firma Gerard Melgar: "Cuando los dirigentes de
Societat Civil Catalana (SCC) convocaron la
manifestación contra la amnistía y la autodeterminación que este domingo recorrerá el centro de Barcelona tuvieron tan claro el qué como el cuándo. El 8 de octubre es una de las pocas fechas señaladas del
procés que no pertenecen al imaginario del independentismo. El
8-O fue, justo una semana después del
referéndum unilateral de 2017, la jornada en la que el constitucionalismo político y civil salió en masa a la calle para expresar su rechazo a los planes secesionistas de la Generalitat que entonces presidía
Carles Puigdemont, quien dos días después se vio obligado a mencionar, en su célebre discurso en el que declaró y a la vez suspendió la independencia de Cataluña, a quienes se habían manifestado "masivamente a favor de la unidad de España"".
Sigue la pieza: "Suele decirse que toda comparación es odiosa y no estará únicamente en la cifra de asistentes la clave para valorar hoy el éxito del acto. Si hace seis años, en una imagen hasta entonces insólita, cientos de miles de personas llenaron la capital catalana de banderas españolas y cánticos a favor de la unidad territorial del país, las expectativas hoy son otras. La emotividad del momento político es distinta y también la pandemia ha tenido un efecto congelador en cuanto a los hábitos de la movilización callejera de cualquier signo. Más allá de las discusiones numéricas, que las habrá, o las comparativas con la última Diada, uno de los principales objetivos de los organizadores se ha cumplido con creces, esto es, marcar la agenda política. Lo prueba la presencia en Barcelona de la plana mayor del PP y Vox, encabezada por sus respectivos presidentes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal".
Portada de 'El Mundo' del 8 de octubre de 2023
ERC da por hecha la amnistía mientras que en Junts no dan nada por descontado. Puigdemont ha logrado amordazar a su partido. Disciplina absoluta, a la manera soviética. Sólo habla el jefe. Y entre sus cogitaciones, su propio futuro. "Puigdemont duda en presentarse a la Generalitat si es beneficiado por la amnistía", asegura El Confidencial. Cobra fuerza la teoría de que Puigdemont no se rebajará a ser de nuevo presidente autonómico después de haber pasado a la historia como el presidente de la república más fugaz de todos los tiempos. Escribe Marcos Lamelas: "Carles Puigdemont duda si presentarse de nuevo como candidato a la presidencia de la Generalitat en el caso de que pudiese volver a Cataluña, siempre como consecuencia de pactar una amnistía con el PSOE para que Pedro Sánchez revalide su mandato, según explican fuentes del entorno del expresident fugado. A algunos de ellos incluso les ha dicho que renunciará a presentarse, aunque Puigdemont es famoso es por su imprevisibilidad y por sus cambios de opinión de manera sorpresiva".
Sigue Lamelas: "Las razones son diversas. La primera, las encuestas. El CEO, el equivalente al CIS catalán, augura que en caso de celebrarse las elecciones,
JxCAT quedaría segundo o tercero. Y que en todo caso ganaría el
PSC. Puigdemont no quiere volver a Cataluña para quedar por detrás de
Salvador Illa y ver cómo la Generalitat es gobernada por un tripartito de izquierdas. Pero, ciertamente, estos sondeos, nunca han preguntado a su universo electoral qué harían ante una candidatura del expresident. La segunda causa es la autoridad moral. Puigdemont vive de ella. Mientras
Pere Aragonès tiene que lidiar con los problemas como el Cercanías, la sequía o la organización de las oposiciones, desde Bruselas se alimenta la épica de desafiar al Gobierno de España.
Puigdemont no tiene cargo alguno en Junts, solo su condición de eurodiputado por la formación. Aun así, controla el partido, negocia la investidura de
Pedro Sánchez y se ha arrogado el derecho al veto en el grueso de las decisiones estratégicas. Nadie en la ejecutiva osa contradecir lo que marque desde Waterloo. El expresident es consciente de que ese rol de guía espiritual del independentismo lo perdería si tuviese que afrontar la gestión diaria de la política catalana o si saliese perdedor de una confrontación electoral".
Y: "La tercera radica en las condiciones técnicas de la amnistía que JxCAT, ERC y la Moncloa están negociando a tres bandas. Según explican fuentes conocedoras de las conversaciones, el PSOE preferiría una amnistía parcial, por ejemplo, que permitiese a Puigdemont volver, pero que mantuviese las inhabilitaciones, con lo que ni él, ni Oriol Junqueras, ni el resto de encausados podrían presentarse hasta que esas inhabilitaciones se hubiesen cumplido. La de Junqueras acaba en 2031. En la Moncloa valoran que esta fórmula sería mucho más aceptable en el resto de España y con menos coste político para Pedro Sánchez".
Entre tanto, ayer se celebró el tradicional civet de Fonteta, fiesta del empresariado y la política organizada por
Luis Conde.
Feijóo fue el gran ausente, según se explica en
Crónica Global. El texto es de Gerard Mateo: "Un año más, y van diez, el cazatalentos
Luis Conde ha reunido en su ya tradicional civet a numerosas personalidades de diversa procedencia, condición política y profesional. En esta edición, la primera tras la unión de su empresa,
Seeliger y Conde, a la multinacional del sector de
head hunters Kingsley Gate, el anfitrión ha invitado a
ministros, consellers y empresarios de distintos sectores, aunque esta vez el encuentro ha sido más político que empresarial. De hecho, ha sorprendido la escasa presencia del grupo La Caixa. El gran ausente de este almuerzo ha sido el presidente del PP,
Alberto Núñez Feijóo, que ha preferido mantenerse al margen del encuentro, celebrado un día antes de la
manifestación contra la amnistía de este domingo en Barcelona, a la que sí acudirá. Tampoco ha asistido el presidente del Govern,
Pere Aragonès, por problemas de agenda, pero no han faltado algunos de sus
consellers".
Continúa la información: "Así, en representación de la Generalitat han acudido el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent --que repite--, y el de Derechos Sociales, Carles Campuzano. Pero también han almorzado con ellos en el coqueto Mas Anglada, en Fonteta (Baix Empordà), los expresidentes catalanes José Montilla y Artur Mas. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez; el de Presidencia, Félix Bolaños; el líder del PSC, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, también han participado en un evento con representantes de casi todos los colores políticos".
Y: "Entre los asistentes figuran, además, el expresidente del PP
Pablo Casado; la secretaria general de los populares,
Cuca Gamarra; el vicesecretario de Economía del mismo partido,
Juan Bravo; el líder del PP en Barcelona,
Daniel Sirera; el presidente del PNV,
Andoni Ortuzar; el secretario general de Junts,
Jordi Turull, algo desubicado, según las fuentes consultadas; los
exconsellers de Justicia
Germà Gordó y Economía
Jaume Giró (al que se ha visto algo desorientado, lejos de las mesas políticas), y el consejero delegado del Circuit de Barcelona-Catalunya,
Oriol Sagrera".
De empresarios habla también Manel Pérez en La Vanguardia. En concreto, de la posición del mundo económico en relación a la amnistía: "Ahora en la capital catalana se prodigan los ilustres propietarios que se lamentan de tener que coger el AVE o el avión una vez al mes para ir a Madrid y reunirse en un consejo en el que encuentra las mismas caras que ve cada día en la oficina de la empresa en Barcelona. Incluso, explican, a toro pasado, que creen que no había motivo para aprobar lo que aprobaron, pues al final nada pasó. El entonces presidente de la Generalitat y hoy refugiado en Waterloo, Carles Puigdemont, hizo fuegos de artificio políticos durante unos segundos pero las cosas siguieron exactamente igual. No hubo ni altercados callejeros, ni decisiones prácticas de los independentistas; ni tan siquiera aparecieron las supuestas estructuras de Estado que decían haber estado preparando durante años. Piensan que se dejaron llevar por el pánico y los deseos de expresar su malestar por la atmósfera política en las calles de Barcelona. Cosa diferente en el caso de los bancos, con los clientes retirando su dinero a manos llenas. La burguesía se sintió vencida y temerosa huyó. Y tienen que aguantar la mirada condescendiente de quienes optaron por quedarse y se evitaron vergüenzas y vilipendios".
Portada de 'La Vanguardia' del 8 de octubre de 2023
Líneas después, Pérez añade que "estos días algunos medios de Madrid han agitado el fantasma de que una amnistía para los independentistas del futuro gobierno de Sánchez sería un estímulo adicional para que las empresas no vuelvan. Sin embargo, solo hace falta conversar un rato con empresarios, financieros y ejecutivos en Barcelona para descubrir la falsedad de esa interpretación. Los empresarios catalanes apuestan por pasar página y saben que la amnistía es una de las páginas principales de ese nuevo proceso. De hecho, la gran organización empresarial catalana, Foment, tras la que están el grueso de las grandes compañías catalanas que cambiaron de sede y que preside el antiguo dirigente democristiano Josep Sánchez Llibre, ha jugado abiertamente esa carta. En los pasillos del poder económico catalán se mueven las piezas posibles para que el acuerdo fragüe y la amnistía permita avanzar en la normalización de la vida política catalana. Incluso intentan que en caso de que tal cosa se produzca, el anuncio se acompañe de movimientos de normalización de parte de las propias empresas".
8 de octubre, santoral: Evodio de Rouen, Félix de Como, Hugo de Génova, Pelagia de Antioquía, Rafenfreda, Reparada virgen y mártir y Thais penitente.