Eudald Carbobell, Marina Geli, Pere Oriol Costa, Ferran Mascarell, Miquel Puig, Pere Pugés y Miquel Strubell participan, entre otros, en un proceso participativo para concretar el estado catalán

Eudald Carbobell, Marina Geli, Pere Oriol Costa, Ferran Mascarell, Miquel Puig, Pere Pugés y Miquel Strubell participan, entre otros, en un proceso participativo para concretar el estado catalán

Política

Un nuevo 'think tank' soberanista sueña el Estado catalán

Intelectuales, profesionales y políticos ponen en marcha un proceso participativo, emulando el Congreso de Cultura Catalana, para concretar las estructuras del territorio autónomo

21 febrero, 2018 00:00

Proceso participativo. Alud de propuestas, emulando el Congreso de Cultura Catalana que se celebró entre 1975 y 1977. Ahora, con todo el movimiento independentista convulsionado, un nuevo think tank, exigents.cat, ha puesto en marcha una fase para concretar cómo debería ser el nuevo Estado catalán, y, aunque se insiste en que eso lo deberán decidir los catalanes a través de un referéndum –creación de un Estado o participar “en un plano de absoluta igualdad” en un Estado “que agrupe a otras realidades nacionales”—, la ponencia marco dirige las reflexiones hacia el Estado propio. El objetivo es presentar todas las conclusiones en el llamado I Congreso Participativo Catalunya y Futuro a lo largo de esta primavera.

Se trata de intelectuales, profesionales y políticos que han participado en los últimos años en todas las plataformas soberanistas, principalmente en la Assemblea Nacional Catalana. Los mismos nombres aparecen en todas las iniciativas, con lo que se trata, en realidad, del mismo proyecto soberanista, que ahora pide una especie de parón para la reflexión y la aportación de “ideas y propuestas ciudadanas”. En el comité ejecutivo figuran nombres como Eudald Carbonell, Miquel Strubel, Pere Pugés (alma de la ANC desde sus inicios), Marina Geli, Jordi Angusto y Ferran Mascarell.

El soberanismo "es de izquierdas"

Es una mezcla de personas que proceden de movimientos independentistas y de dirigentes, profesionales o expolíticos del ala nacionalista del PSC. La ponencia marco, que se dio a conocer antes del verano, tuvo el apoyo de otros nombres, como Gemma Calvet, Gemma Ubasart, Germà Bel, Pilar Rahola, Joan Rigol, Julià de Jòdar, Rafel Nadal, Laia Bonet y Joaquim Nadal. El denominador común es el “soberanismo”, la voluntad de que sean los ciudadanos catalanes los que, únicamente, decidan su futuro a través de un referéndum que pueda ser acordado.

Una de las conexiones que se establece es que el movimiento soberanista es “progresista”, de “izquierdas”, que se debe contraponer al “españolismo” de derechas. Miembros del think tank (exigents.cat) han ido publicando tribunas sobre sus objetivos, a partir del análisis de los resultados del 21D. “Las elecciones han servido para dibujar con nitidez una línea que hasta ahora no quedaba clara: mientras el voto del bloque nacional catalán es claramente progresista y va desde una derecha abierta y no dogmática hasta lo que ha sido la izquierda clásica, el voto del bloque nacional español es mayoritariamente conservador o de derechas”, escribían en el diario Ara. En esa distinción en la política catalana, para exigents.cat, sólo existe, en “clave nacional”, una posición intermedia, la de los comuns. El PSC, sin más matices, se incluye en “el bloque nacional español”.

Cuerpo diplomático

La voluntad de los integrantes del colectivo es formular un conjunto de propuestas, en todos los ámbitos –económicos, sociales, culturales, medioambientales, de representación internacional— que ayude a la sociedad catalana a decidir su futuro. La primera premisa que se reconoce es que, tras las elecciones del 21D --aunque los trabajos se iniciaron meses atrás—, se ha evidenciado la existencia de dos bloques en el terreno nacional que se encuentran empatados. Y “ninguno de ellos dispone del apoyo suficiente para imponer su proyecto al otro, al menos sin un alto riesgo de fractura social”.

Las relaciones internacionales son clave para el soberanismo. En la ponencia marco se sostiene que “la creación de un cuerpo diplomático muy cualificado y con capacidad de vehicular las relaciones económicas, comerciales y culturales de la sociedad catalana con el resto de países del planeta, a causa de la nula capacidad y voluntad del Gobierno español de hacerlo, ya es ahora mismo uno de los retos más importantes de Cataluña”.

Final de la dependencia de España

También se abordan las políticas de seguridad: “La definición de los sistemas de seguridad y defensa de los que nos hemos de dotar en el marco de los sistemas europeos de seguridad y defensa es otro de los grandes retos que necesitan una solución inmediata. Son ámbitos en los que Cataluña ha estado ausente durante siglos a causa de su dependencia y subordinación a España, pero de los que no puede quedar al margen por más tiempo”.

La voluntad que se reitera una y otra vez es que Cataluña debe dibujar su propio futuro, creando las necesarias estructuras para abordar los retos internacionales, y buscar, a través del derecho de autodeterminación, su lugar en el mundo.

Celebrar el mayo del 68

Con todas las propuestas lo que se pretende es presentar las conclusiones en seis sesiones sectoriales en seis ciudades catalanas y una sesión de clausura en Barcelona. Sobre el mes de mayo se pretende, haciendo coincidir el acto con el 50 aniversario del mayo del 68, la organización de un Congreso Internacional que proyectará todo el trabajo.

En cada una de las sesiones, divididas por áreas de trabajo, hay un coordinador: Josep Ferrer en el de Cataluña en el mundo, con Imma Tubella y Josep Fontana; en el de una sociedad cohesionada, Rosa Maria Dumenjó, con la participación de Pere Oriol Costa, Marina Geli y Rafel Niubó; en el de equilibrio con la naturaleza, Joan Guarch; en el de un modelo económico sostenible, Josep Lluís Fernández, con Miquel Puig, Jordi Angusto y Arcadi Oliveres; en gobernanza, Jordi Manyà y Guillem López, y en el Estado, un instrumento al servicio de las personas, Pere Pugés, con Jordi Borja, Germà Bel y Ferran Mascarell.