El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sonríe a Anna Gabriel, ex diputada de la CUP, que ha huido a Suiza / EFE

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sonríe a Anna Gabriel, ex diputada de la CUP, que ha huido a Suiza / EFE

Política

Gabriel chafa los planes de Puigdemont de pedir asilo en Suiza

El expresidente también pretendía aprovechar la tensión entre el país helvético y España a causa de la lista Falciani para trasladarse allí, pero no puede ir a remolque de la activista antisistema

21 febrero, 2018 00:00

Hace dos años, la CUP truncaba los planes de Artur Mas de ser investido presidente de la Generalitat. Ahora es Carles Puigdemont, su sucesor, la víctima de las maquinaciones de la activista antisistema.

Según ha podido saber Crónica Global, la huida a Suiza de Anna Gabriel, quien ha preferido fugarse a declarar hoy como imputada ante el Tribunal Supremo, ha truncado los planes del candidato de Junts per Catalunya de huir al país helvético. Al parecer, Puigdemont esperaba más de la justicia belga, no tan proactiva con la causa independentista como preveían el expresidente y los cuatro exconsejeros fugados. Por eso, el exalcalde de Girona también había puesto sus miras en Suiza, cuyas relaciones con España se vieron perjudicadas a raíz del caso Falciani. La divulgación de 130.000 evasores fiscales que Hervé Falciani sustrajo del Banco HSBC fue aprovechada por la hacienda y la justicia españolas.

División independentista

Puigdemont pensó que esa tensión entre Suiza y España podría beneficiarle y calibró pedir asilo en ese país. Pero Gabriel se le ha adelantado. Y no solo eso: la antisistema no informó de sus intenciones al expresident, que esperaba una cierta complicidad cupaire en su lucha contra el Estado español opresor. Puigdemont, piensan sus allegados, no puede ir a remolque ahora de la exdiputada. Mal rollo.

Se trata de un nuevo episodio de división independentista, que se produce en plenas negociaciones entre Junts per Catalunya, ERC y la CUP para formar gobierno. Unas negociaciones bloqueadas porque, a estas alturas del procés, cada formación va por su lado y afronta sus problemas judiciales de forma diferente. La huida de Gabriel ha puesto en tela de juicio la supuesta astucia del equipo de Puigdemont.