El primer secretario del PSC, Salvador Illa (i), y la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró (d) / FOTOMONTAJE DE CG

El primer secretario del PSC, Salvador Illa (i), y la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró (d) / FOTOMONTAJE DE CG

Política

La sociovergencia de Ciuró, lo que todo JxCat quiere menos Puigdemont

La alusión a un pacto con el PSC, que ya existe en la diputación y en la CCMA, abunda en el cambio de ciclo que ya apuntó Jordi Sànchez antes del congreso de un partido lastrado por luchas cainitas

29 marzo, 2022 00:00

Lourdes Ciuró dijo en voz alta lo que muchos compañeros de partido piensan: que Junts per Catalunya (JxCat) debe afrontar una nueva etapa y tender puentes con otras formaciones. Sin embargo, la proximidad del congreso ordinario de una formación rota por las pugnas entre las distintas familias convergentes ha provocado que las palabras de la consejera de Justicia sobre un posible pacto con el PSC hayan aflorado esas divisiones. Un acuerdo que ya existe en la Diputación de Barcelona y en la Comisión Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) --fruto en ese caso de las alianzas para renovar varias instituciones catalanas entre ERC, JxCat y PSC--, pero que los sectores más duros del partido nacionalista se niegan a bendecir. Un debate, el de la sociovergencia, que esos defensores de la confrontación querían posponer hasta después de las elecciones municipales de 2023.

Desde el entorno de Ciuró se admite que el comunicado emitido el domingo por la noche por JxCat, horas después de que se publicara la entrevista donde se mostraba dispuesta a llegar a pactos con el PSC, ha sentado muy mal a la consejera. “Es una desautorización”, explican. En esa nota, los neoconvergentes aseguraban que la estrategia oficial es “aplicar el mandato de las elecciones del 14 de febrero, que dio la victoria al independentismo”.

Jordi Turull (i) y Jordi Sànchez (d), dirigentes de Junts per Catalunya / MARTÍ SEGURA RAMONEDA - EUROPA PRESS

Jordi Turull (i) y Jordi Sànchez (d), dirigentes de Junts per Catalunya / MARTÍ SEGURA RAMONEDA - EUROPA PRESS

Confrontación sin resultados

“Lo que dijo Ciuró es lo que todo el mundo piensa en el entorno de Junts en el Govern, menos el controlado por Waterloo”, aseguran fuentes soberanistas. Tanto Ciuró como Violant Cervera, consejeras de Justicia y de Derechos Sociales, respectivamente, forman parte del sector turullista de Junts, el liderado por el exconsejero de Presidencia y condenado por el referéndum del 1 de octubre Jordi Turull. Resulta especialmente significativo que Turull presente mañana a Ciuró en un desayuno informativo del Fórum Europa Tribunal Catalunya.

Los tres políticos forman parte de la old CDC, que todavía cuenta con un gran ascendente en el territorio. Los turullistas, así como Elsa Artadi, se mostraron críticos con Jordi Sànchez, secretario general de JxCat, por haber avalado el pacto de ERC y los comunes para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2022, cuando previamente había expresado su rotundo rechazo.

Sin embargo, más allá de esas luchas cainitas por marcar posiciones, propias de período precongresuales --JxCat decidirá la fecha en su consell nacional del 2 de abril--, lo cierto es que tanto los turullistas como Artadi y el propio Sànchez comienzan a darse cuenta de que enrocarse en la confrontación que defiende Carles Puigdemont y limitar su estrategia de pactos a la CUP resulta suicida. ERC hace tiempo que optó por la estrategia del diálogo y en los últimos meses ha estrechado lazos con En Comú Podem. De hecho, el partido liderado por Ada Colau confía en los republicanos para revalidar mandato en las municipales.

Elsa Artadi (d) y Laura Borràs (i), en un acto de JxCat

Elsa Artadi (d) y Laura Borràs (i), en un acto de JxCat

Posibilismo

En paralelo, el surgimiento de Centrem, liderado por Àngels Chacón y favorable a un catalanismo de centro --fruto de los acuerdos de Lliga Democràtica, Convergents y Lliures--, así como el rechazo del PDECat a sumarse a esta marca ni a Junts, ha obligado a este último partido a reposicionarse. Sànchez ya habla en público  de “pasar página” y Artadi ha abandonado la portavocía de una formación que intenta ocultar sus luchas cainitas para dedicarse plenamente a su candidatura a la alcaldía de Barcelona. Sabe la alcaldable que el tándem preferido de los empresarios es el formado por JxCat y PSC. Precisamente la fórmula que Ciuró mencionó.

En el ámbito del Govern, junto a Ciuró y Cervera, el consejero de Economía, Jaume Giró, también es partidario de una estrategia con menos estridencias, mientras que el vicepresidente, Jordi Puigneró, hasta ahora identificado con el equipo de Puigdemont, también ha comenzado a virar hacia esas posiciones. De hecho, cuestiones como el aeropuerto de El Prat o la inversión de las partidas contempladas en la disposición adicional tercera del Estatut a infraestructuras generan sinergias con los socialistas catalanes. Hay que recordar que el fugado no era partidario de que JxCat entrara en el Govern.

Borràs, un activo

La presión secesionista de Puigdemont complica la convivencia entre republicanos y neoconvergentes. De hecho, la última crisis provocada por un acuerdo sobre la reforma de la ley lingüística --de nuevo con el PSC y también con los comunes-- marcó de nuevo las diferencias existentes entre el Govern y el grupo parlamentario, presidido por Albert Batet, uno de los duros junto a Laura Borràs, presidenta de la Cámara catalana y "un activo que hay que tener en cuenta", según advierten sus allegados y sus adversarios dentro de la formación.

Albert Batet, lider de JxCat en el Parlament / EP

Albert Batet, lider de JxCat en el Parlament / EP

Pero también en el grupo parlamentario comienza a afianzarse la idea de que no se puede establecer un cordón sanitario contra el PSC. Y sin llegar al poder municipal que tiene el PDECat, muchos de los diputados de JxCat son ediles que no quieren quedarse fuera de juego en los comicios locales de 2023.

“Ciuró ha descubierto la estrategia que muchos neoconvergentes defienden, la de no cerrarse a pactos con el PSC, pero lo ha hecho antes de tiempo”, explican las citadas fuentes soberanistas.