Puigdemont evitará un regreso ridículo, salvo que sea para ser investido
El candidato de JxCat hace valer su condición de jefe del “gobierno legítimo” ante los independentistas para pedir que, aunque gane ERC, le nombren presidente
7 diciembre, 2017 00:00¿Volverá Carles Puigdemont a Cataluña? En medios políticos se hacen conjeturas sobre su posible retorno en vísperas del 21D en un último intento de dar un vuelco a la campaña. Pero lo cierto es que su entorno le aconseja que no lo haga si no tiene garantizada la investidura. Las encuestas de intención de voto han dado un balón de oxígeno a Junts per Catalunya, pero ERC se mantiene como ganadora.
Sin embargo, Puigdemont no ha perdido la esperanza de que cale el mensaje de que él es el presidente legítimo y que, por tanto, gane quien gane las elecciones del 21D, las fuerzas independentistas deberían investirle. El planteamiento supone un dardo envenenado contra ERC, pues obliga a la formación republicana a decidir entre buscar otras aritméticas parlamentarias o ceder el mando gubernamental a quien se sigue arrogando el cargo de presidente.
De la lista conjunta a la investidura transversal
La permanencia en prisión de Oriol Junqueras, lejos de reportarle enteros a la formación republicana, la ha colocado en una situación de debilidad. A pesar del protagonismo asumido, Marta Rovira no está a la altura. Y ERC lo sabe. Pero no está dispuesta a ceder la vara de mando pues, no en vano, decidió soltar lastre de PDeCAT vetando una candidatura conjunta que, ahora, Puigdemont pretende sustituir por esa investidura "transversal".
En esta vuelta de tuerca del enfrentamiento entre Puigdemont y Junqueras, PDeCAT ni siente ni padece. Excluidos de la campaña de JxCat y a la espera de pasar su travesía del desierto, los nuevos convergentes preparan su enésima catarsis, lejos de la unilateralidad exhibida por el exalcalde de Girona.
“Puigdemont solo puede volver como candidato a ser investido presidente, si no, es un fracaso”, apuntan a Crónica Global fuentes soberanistas. En efecto, la fuga del expresidente a Bruselas fue una apuesta muy arriesgada. Estuvo a punto de salirle bien, pero nadie esperaba la reacción del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, quien este martes retiró la euroorden de detención contra Puigdemont, lo que supone eliminar la internacionalización del conflicto y frenar la intervención de la justicia belga.
El expresidente debe elegir ahora entre quedarse en ese país o regresar, a sabiendas de que, en cuanto pise territorio español, será detenido. Su asesores quieren evitar que el fracaso de la operación belga sea proporcional a ese riesgo asumido. De ahí que se esté movilizando a los simpatizantes independentistas para que exijan la investidura de Puigdemont. De hecho, hay en marcha una campaña de recogida de firmas en las redes sociales para pedir a los partidos soberanistas que el 22D confirmen a Puigdemont como presidente.