El núcleo duro de Torra ya no aguanta más su discurso
Continúa el rosario de bajas en el equipo del presidente catalán que, en esta ocasión, afecta a su estrategia mediática: Pere Martí y Jordi Barbeta suenan para sustituir a Anna Figuera
12 diciembre, 2019 00:00“Hace tiempo que existe la sensación de que el barco se hunde”, aseguran fuentes soberanistas. Se refieren al mandato crepuscular de Quim Torra y su endurecido discurso, cuestionado incluso por los suyos. Las fugas dentro de su núcleo duro, que se han convertido en una constante, ya tienen visos de desbandada. ¿Clima preelectoral?
El presidente de la Generalitat ha pasado de defender la vía eslovena a predicar la doctrina de los gurús de la desobediencia que abogan por la polarizar la sociedad catalana, el sacrificio e incluso el martirio. El discurso bélico de Torra tiene lugar en plena negociación de la investidura de Pedro Sánchez, donde ERC ha adquirido un protagonismo que ahora envidia Junts per Catalunya (JxCat). Hasta el punto de envainarse una moción sobre la autodeterminación que debía votarse en el Pleno del Parlament que se celebra esta semana, como muestra de buena voluntad.
De ahí que las posiciones maximalistas del mandatario catalán estén ahora fuera de lugar y contribuyan a agrandar, no solo el abismo existente entre los socios de Gobierno, sino las diferencias internas en el espacio neoconvergente. De esas divergencias dan fe las posiciones de Agustí Colomines, “Los bobos del PDeCAT os han comprado la cosa, como si estuviéramos en los años 80, a cambio de retirar la moción sobre la autodeterminación, no fuera el caso de que el PSOE se pudiera cabrear”, aseguraba ayer Corominas.
Y con esas puyas internas como trasfondo, sigue la marcha de los cargos de Presidencia. Fuentes soberanistas aseguran que la periodista Anna Figuera, responsable de Comunicación de Torra, podría ser la próxima baja, pues aseguran que prepara su reincorporación a TV3. Figuera niega a este medio que se esté tramitando ese retorno, pero suenan ya posibles sustitutos: Pere Martí y Jordi Barbeta.
El adiós de Figuera abundaría en la soledad de Torra, quien tiene como fiel aliado a Pere Cardús, hijo del sociólogo Salvador Cardús y coordinador de la gestión de la información y atención a la ciudadanía, pero que en realidad actúa como jefe de gabinete en la sombra.
El perfil duro de Cardús propició el cese de Sergi Sabaté, que era asesor del president en gestión de redes sociales. Su perfil moderado no encajaba con los discursos radicalizados de Torra, quien fichó a Albert Esteller como asesor del director de la Oficina del President. Esteller ha sido dirigente de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) en el Baix Llobregat.
Los precedentes
El cese de Sabaté venía precedido de la marcha de Josep Rius, jefe de gabinete y hombre de confianza de Carles Puigdemont, sustituido por Joan Ramon Casals, por entonces alcalde de Molins de Rei.
Las tensiones en Presidencia han sido constantes. Depender de la directrices de Waterloo, esto es, del fugado Puigdemont, ha provocado algún que otro amago de motín y contactos de altos cargos con un conocido headhunter para buscar una salida profesional que les libre de la radicalidad de Torra, convencidos de que su asociación con el president les perjudica.