Toni Comín, exconsejero de Salud, en una manifestación en Bruselas (Bélgica), donde sigue prófugo / EFE

Toni Comín, exconsejero de Salud, en una manifestación en Bruselas (Bélgica), donde sigue prófugo / EFE

Política

ERC da por perdido a Comín, el saltamontes político

Los republicanos prevén su inminente fichaje por parte de JxCAT tras su frustrado intento de volver a ser consejero de Salud, que le ha llevado a renunciar a la delegación de voto a modo de 'vendetta'

3 junio, 2018 00:00

“Ha pasado de ICV a la postconvergencia, pasando por PSC y ERC”, asegura un dirigente soberanista, convencido de que el próximo salto político de Toni Comín (Barcelona, 1971) tiene como destino Junts per Catalunya.

Efectivamente, pocos políticos pueden acreditar una carrera tan dispar como la de este filósofo de ilustre apellido, exconsejero de Salud que se fugó a Bruselas mientras el líder del partido que le aupó al Govern, Oriol Junqueras, era encarcelado por el procés. Públicas son sus malas relaciones con ERC, que ya le dan por perdido.

Su decisión de renunciar al voto delegado sin renunciar a su escaño, lo que reduce la mayoría independentista en el Parlament, es interpretada como la penúltima vendetta de este político, calificado de “ególatra” por quienes han trabajado junto a él. Como ejemplo, la larguísima carta leída ayer por su hermana Betona durante la toma de posesión de los nuevos consejeros de la Generalitat.

Medrar en el PSC

Debutó en la Cámara catalana en 2003 como diputado del PSC, tras ser fichado por Pasqual Maragall para pilotar Ciutadans pel Canvi. Medrar dentro del partido en el Partido Socialista.

En diciembre de 2011 Comín imploraba entrar en la ejecutiva del PSC a través de la candidatura de Joan Ignasi Elena (Avancem), quien por contra optó por Jordi del Río, Fabian Mohedano y Laia Bonet para formar parte de la ejecutiva de integración de Pere Navarro. “Nunca olvidó ese feo. Él se consideraba el heredero natural del obiolismo. De hecho, en aquella época, acababa de escribir un libro a cuatro manos con Ramón Obiols, quien después de aquella experiencia literaria, captó su vanidad”, aseguran fuentes conocedoras del proceso. Obiols avaló finalmente la candidatura de Elena y su equipo.

Supuesto heredero del 'obiolismo'

Tras esa ruptura, Comín se ofreció a Joan Herrera, pero el dirigente de ICV desapareció pronto de la primera línea política. Es entonces cuando se acerca a Oriol Junqueras y Marta Rovira, como supuesto heredero del socialismo catalanista y maragallista. Pero la jugada le sale mal, pues Junqueras opta por la transversalidad que incluye precisamente el proyecto obiolista de Avancem.

“Comín exige protagonismo y se lo dan en lo que ERC consideró pronto como un error del cálculo debido a su exacerbado egoísmo político”.

El referéndum, la aprobación de la declaración unilateral de independencia (DUI) y la consiguiente aplicación del 155 acaban con su corta experiencia como consejero de Salud. Un cargo que intentó recuperar desde su “exilio” en Bruselas en esta nueva legislatura, en contra de la voluntad de ERC, partidaria de un nuevo gobierno estable sin restitución de consejeros fugados o encarcelados. Amenazó con votar en contra de la investidura de Quim Torra como presidente si Elena, su peor enemigo, era nombrado consejero, pues esa era la voluntad inicial que Junqueras manifestó desde Estremera.

Peleado con sus colaboradores

“Elena, Montserrat Tura… Comín ha acabado peleado con sus más estrechos colaboradores. Ha utilizado el apellido de forma lamentable, pero nunca ha entendido el funcionamiento básico de las organizaciones. Ni de los partidos ni de las asociaciones”, añade otro dirigente soberanista.

El primer gobierno designado por Torra le restituyó como consejero, pero el veto del Gobierno obligó al nuevo presidente a seleccionar un nuevo ejecutivo en el que Alba Vergès figura como titular de ese departamento. La venganza de Comín se tradujo en una renuncia a la delegación de voto que reduce la mayoría parlamentaria de los independentistas.

El exconsejero retiene el escaño. Porque no puede renunciar a su sueldo de diputado --su condición de fugado le impide volver a dar clases en la escuela de negocios ESADE-- y porque su pareja y su hija se han trasladado a Bruselas para vivir con él. Fuentes republicanas dan por perdido a Comín y consideran que su fichaje por parte de Junts per Catalunya es inminente. Son muchas las complicidades expresadas por Comín hacia quien considera como “presidente legítimo”, Carles Puigdemont --fueron sorprendidos intercambiando mensajes de pesimismo sobre el procés--. Incluso se le ha visto en actos de partido de JxCAT.