Patata caliente para ERC: mantendrá a la presidenta de la ANC en su gabinete jurídico
El cargo de abogada de la Generalitat de Dolors Feliu es compatible con el liderazgo de la organización independentista, enemiga de los republicanos
26 mayo, 2022 00:00Dolors Feliu es, desde el pasado sábado, la nueva presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Y, desde 1994, abogada de la Generalitat. Una actividad que, según fuentes de la Consejería de Presidencia, es compatible con su nuevo cargo. Sin embargo, su presencia en el gabinete jurídico de la Generalitat supone una patata caliente para ERC, cuya apuesta por el diálogo con el Gobierno ha sido duramente criticada por la ANC, entidad partidaria de la confrontación y que se arroga una pureza independentista que pasa por la implementación de la "república catalana". De ahí que las mismas fuentes hayan marcado distancia con Feliu, letrada con amplia experiencia y sin poder de decisión en ese equipo de abogados.
A pesar de que el activista y payaso Jordi Pesarrodona fue el candidato más votado en las elecciones a la ANC, su Secretariado Nacional eligió a Feliu (Roda de Ter, 1964) como presidenta en sustitución de Elisenda Paluzie, que había agotado dos mandatos. En 1989, la letrada se incorporó a la Administración autonómica, donde ha ocupado varios cargos hasta que, en 2019, fue nombrada directora general de Derechos y Asuntos Constitucionales por el expresidente Quim Torra. También fue seleccionada para formar parte del Consejo Asesor para el impulso del Foro Cívico y Social para el Debate Constituyente, un órgano presidido por el cantante Lluís Llach creado con la finalidad de sentar las bases de una Constitución catalana, pero que se autodisolvió debido a las duras pugnas internas de sus responsables.
Destituida como directora general
Tras el cambio de gobierno, ERC asumió la presidencia de la Generalitat y también el control del gabinete jurídico. Una de las primeras decisiones en este sentido fue destituirla como directora general, en el marco de una reestructuración del gabinete jurídico heredado de los neoconvergentes. Los cambios culminaron con el relevo de Francesc Esteve, nombrado por Carles Puigdemont jefe del órgano --se incorporó al Consejo de Garantías Estatutarias--, siendo sustituido por Mercè Corretja. También fue cesado quien estaba considerado como el verdadero cerebro en la sombra de los abogados de la Generalitat, Xavier Uriós, que había ocupado el cargo de director general de Asuntos Contenciosos del gabinete jurídico. Este letrado, que entró en esos servicios jurídicos de la mano de UDC, había sobrevivido a varios cambios de gobierno tras coquetear con Ciudadanos, ERC y CDC.
Tal como publicó Crónica Global, Dolors Feliu avaló jurídicamente las instrucciones del consejero de Interior sobre la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza, en beneficio del activismo independentista. Desde Presidencia subrayan que “Dolors Feliu no tiene ningún alto cargo ni responsabilidad orgánica en la Generalitat”.
ANC y el hilo directo de Puigdemont
Sí lo tiene en la ANC, entidad que, junto a Òmnium, jugó un papel decisivo en las movilizaciones anteriores y posteriores al referéndum del 1-O. Actualmente, ese activismo ha perdido intensidad y la Assemblea, que siempre ha mantenido hilo directo con Carles Puigdemont, se ha propuesto reactivarlo y cumplir con el denominado "mandato del 1-O". La propia Dolors Feliu ha puesto fecha --de nuevo-- a la independencia, en 2025, coincidiendo con las elecciones autonómicas.
La hoja de ruta presentada por Carme Forcadell a principios de 2014 preveía proclamar la independencia de Cataluña el día de Sant Jordi (23 de abril) de 2015, unos meses después del referéndum secesionista del 9N organizado por Artur Mas.
Feliu renunció recientemente a ser miembro de la Asamblea de Representantes del Consejo para la República, el gobierno fake que lidera Puigdemont en Waterloo. La ANC ha anunciado su intención de dar el salto a la política y presentarse en las elecciones catalanas, pues considera que los partidos políticos han renunciado a proclamar la secesión de Cataluña.