Gerardo Pisarello y Jaume Asens en el Congreso de los Diputados y ante Pedro Sánchez / CG

Gerardo Pisarello y Jaume Asens en el Congreso de los Diputados y ante Pedro Sánchez / CG

Política

Los enviados de Colau se estrellan en Madrid

Asens y Pisarello, tras envainarse su referéndum pactado, se lían con un supuesto apoyo a un gobierno de concentración con independentistas, mientras la alcaldesa de Barcelona mira para otro lado

10 septiembre, 2019 00:00

Ni referéndum pactado ni gobierno de concentración. Los enviados de Ada Colau a Madrid no solo han tenido que abjurar de sus convicciones políticas, sino que se han visto obligados a dar explicaciones a sus propios compañeros de partido. Las negociaciones entre Ahora Podemos y PSOE sobre la investidura de Pedro Sánchez han puesto a prueba la condición de estrategas de Jaume Asens y Gerardo Pisarello, miembros del núcleo duro de la alcaldesa de Barcelona. De momento, no han salido airosos. En paralelo, la líder de los comunes se mantiene entregada al cargo municipal que tanto le costó revalidar. Su desinterés por lo que ocurra en el Congreso, incluso en unas futuras elecciones catalanas, no ha pasado desapercibido a los suyos.

Un papel menor

“No hay duda de que, cuando Asens y Pisarello hablan, sube el pan”, es la castiza reflexión de un veterano dirigente de los comunes. Se refiere a las, cuando menos, erráticas intervenciones de estos dos hombres de confianza de Colau, con la que compartieron gobierno municipal. Ambos han dado continuidad a sus carreras políticas en Madrid. El primero lo hace como portavoz de Catalunya En Comú en el Congreso y como miembro del equipo de Unidas Podemos en las, hasta ahora, infructuosas negociaciones con el PSOE para evitar nuevas elecciones generales.

Pedro Sánchez frente a Pablo Iglesias / EFE

Pedro Sánchez frente a Pablo Iglesias / EFE

Asens ha asumido ese papel por decisión de Pablo Iglesias, con quien mantiene una gran amistad. “Sin embargo, su papel es menor. Podemos es mucho Podemos”, afirman fuentes de los comunes, en relación a la capacidad de decisión de Asens quien, añaden, “va a tener que tragarse su apuesta por un referéndum. De hecho, ya lo hizo antes del verano”.

Se refieren estos informadores a la apuesta de Asens y Pisarello por un referéndum pactado que, según sostiene el sector más soberanista de los comunes, es defendido por el 80% de los catalanes. A ese ámbito ideológico pertenecen ambos extenientes de alcalde de Barcelona. De hecho, Asens y Pisarello han ejercido de enlace con el independentismo en general y con ERC y la CUP en particular. De ahí que, ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, atribuyera el fracaso de las negociaciones con los podemitas a sus exigencias sobre Cataluña. Calvo puso en boca de Asens una propuesta de gobierno de concentración con los independentistas tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum del 1-O, prevista para la primera quincena de octubre.

La propuesta de Torrent

Pero la número dos del Ejecutivo provisional de Sánchez se equivoca, pues es Pisarello, diputado y secretario primero de la Mesa del Congreso, quien se refirió a esa fórmula lanzada por el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC). Lo hizo durante una entrevista radiofónica por la que tuvo que dar explicaciones en la ejecutiva de su partido. En efecto, Pisarello se desmarcó ante los suyos de ese gobierno de concentración y aseguró que se limitó a defender la idea de que en política se puede hablar de todo. “Nos explicó que no conocía esa propuesta y que, por tanto, difícilmente podía apoyarla”, explican desde el partido.

Pero lo cierto es que el perfil independentista de Asens y Pisarello, muy críticos con la situación de prisión preventiva de los dirigentes secesionistas, despierta recelos en el PSOE. Ayer mismo, Jaume Asens salía en defensa del presidente catalán Quim Torra, quien a finales de mes será juzgado por desobediencia, y arremetía contra las “mentiras” y la “demagogia” de la vicepresidenta Calvo.

Complicidad con Torra

El negociador justificó la decisión de Quim Torra de recusar al juez que debe juzgarle por negarse a retirar pancartas políticas independentistas y lazos amarillos de los edificios institucionales de la Generalitat en las pasadas campañas electorales. 

El dirigente de Podemos en Cataluña considera que Torra está "en el ejercicio de su derechos" al recurrir. "Aparentemente hay ciertas irregularidades procesales que pueden apuntar a esta sospecha de falta de imparcialidad", dijo Asens. Respecto a la vicepresidenta, afirmó. “Esta demagogia, estas mentiras, no ayudan a entendernos. Nos esforzamos en poner en valor todo aquello que nos une y no lo que nos separa, pero Calvo constantemente se esfuerza en lo contrario, en menospreciar lo que nos une”. Aludía a los reproches de la socialista sobre esa supuesta defensa del gobierno de concentración.

Sin margen de maniobra

Pero la verdadera reculada de los podemitas catalanes enviados por Colau a Madrid se refiere a un referéndum pactado. La solución, a juicio de Asens y Pisarello, al embrollo catalán. El propio Asens aseguró que Unidas Podemos estaba dispuesta a escuchar las propuestas del PSOE sin que necesariamente se tuviera que abordar el espinoso asunto de esa consulta independentista.

“Es que no tienen mucho margen. Ahora prima más entrar en el Gobierno español que ese referéndum. En el Ayuntamiento de Barcelona aceptaron los votos de Manuel Valls sin problema. Los comunes se han convertido en profesionales de la política”, apuntan desde el entorno de esa confluencia de izquierdas, que tiene a la alcaldesa como máximo referente.

Y mientras tanto, ¿qué papel juega Colau en esas negociaciones en Madrid? Pues según apuntan miembros del partido, ninguno, ya que a la líder de los comunes “solo le interesa Barcelona. Ahora ya tiene garantizados cuatro años de alcaldía. Después ya decidirá su futuro”. Si todavía tiene aspiraciones de ser ministra de Vivienda es algo que ahora mismo no puede ni debe trascender, dadas las difíciles negociaciones que llevan a cabo Podemos y PSOE. Hoy está prevista una nueva reunión.