Miquel Iceta y Oriol Junqueras podrían propiciar pactos puntuales ERC-PSC especialmente en el área metropolitana / FOTOMONTAJE DE CG

Miquel Iceta y Oriol Junqueras podrían propiciar pactos puntuales ERC-PSC especialmente en el área metropolitana / FOTOMONTAJE DE CG

Política

Diputaciones, AMB y ayuntamientos, los espacios para el pacto ERC-PSC

Maragall quiere gobernar en solitario en Barcelona, pero con acuerdos puntuales con los socialistas, extensivos a otros municipios metropolitanos, aunque no estables antes de las autonómicas

28 mayo, 2019 00:00

Gobernar Barcelona en solitario con acuerdos puntuales con los socialistas, que a su vez permitirían a ERC apuntalar su presencia en el área metropolitana. Un win-win. Esta es la hipótesis que cobra fuerza en la formación republicana tras la victoria de Ernest Maragall. Una victoria ajustada respecto a Ada Colau, lo que ha disparado las quinielas respecto a otras alianzas que impedirían gobernar al republicano.

El cruce de vetos no se ha hecho esperar porque, en las últimas horas, se ha especulado con un alianza entre los comunes, PSC y Manuel Valls para blindar Barcelona de un alcalde republicano.

Ernest Maragall, candidato de ERC, vencedor de las elecciones municipales en Barcelona. Reflexiones post electorales / EFE

Ernest Maragall, candidato de ERC, vencedor de las elecciones municipales en Barcelona. Reflexiones post electorales / EFE

Ernest Maragall, candidato de ERC, vencedor de las elecciones municipales en Barcelona / EFE

La líder de los comunes asegura que no piensa negociar con Ciudadanos --aunque no ha sido tan contundente en rechazar los votos de Valls--, lo que abre un nuevo escenario: el de Jaume Collboni como alcaldable con los votos de Colau y Valls.

El aviso de Iceta

Ante ese cúmulo de especulaciones, que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha alimentado --“haremos lo que haga falta para que Barcelona no tenga un alcalde independentista”, dijo ayer--, ERC se mantiene firme en su propósito de gobernar. Y hacerlo en solitario si es preciso, aunque con acuerdos puntuales. Y es precisamente el PSC el que se mantiene en el terreno de juego de esos pactos discretos que, a medio plazo, podría culminar en una colaboración más estrecha.

El tacticismo político impide que tanto los republicanos como los socialistas se pronuncien explícitamente. Pero según ha podido saber Crónica Global, la idea de ERC es tener al PSC como aliado en su acción de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona, a cambio de que los socialistas le abran paso en otros consistorios y entes supramunicipales. Está en juego mucho dinero. El mejor ejemplo de ello es la Diputación de Barcelona, con un presupuesto de casi mil millones de euros y donde PSC y ERC han empatado como fuerzas mayoritarias. Condenados a entenderse, ambos partidos de izquierdas desbancarán a Junts per Catalunya al frente de una Diputación, eso sí, muy atomizada.

La composición de la nueva Diputación de Barcelona para el mandato 2019-2023

La composición de la nueva Diputación de Barcelona para el mandato 2019-2023

La composición de la nueva Diputación de Barcelona para el mandato 2019-2023

En las diputaciones de Lleida y Tarragona, ERC será la fuerza mayoritaria, pero sin mayoría absoluta, por lo que el PSC se convierte ahí en un aliado a tener en cuenta.

El contrapoder metropolitano

También hay recorrido en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), una gran conurbación formada por 36 municipios y que, en 2011, asumió las competencias de la mancomunidad, la Entidades del Medio Ambiente y la Entidad Metropolitana del Transporte. Gestiona un presupuesto de 751 millones de euros. Durante el mandato de Jordi Pujol, la Corporación metropolitana se convirtió en un auténtico contrapoder socialista, hasta el punto de que el expresidente lo suprimió, lo que da idea de su importancia.

Para Esquerra es muy importante afianzarse en esos dos entes supramunicipales, tanto por el apoyo económico y decisorio que puede otorgar desde allí a los ayuntamientos donde tiene representación, como por la oportunidad que demostrar que son partido de gobierno, de gestión. En ello se ha esmerado en los últimos meses el vicepresidente económico Pere Aragonès (ERC), responsable de las finanzas de la Generalitat.

Los resultados del 26M

Este win-win entre ERC y PSC es posible gracias a los resultados que ambas formaciones han logrado en las elecciones del pasado domingo. En la provincia de Barcelona, el PSC ha sido la candidatura más votada --627.243, un 24,3%, frente a los 412.502 votos de 2015, un 17,9%), seguida de ERC --567.795 votos, un 21,99%, frente a los 332.166 votos de hace cuatro años, un 14,41%--.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, vetado por ERC y JxCat para ser senador / EFE

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, vetado por ERC y JxCat para ser senador / EFE

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta / EFE

Los socialistas se han hecho fuertes en su feudo tradicional, el metropolitano, pero ERC avanza en localidades como L’Hospitalet y Sant Adrià, donde ha obtenido cinco concejales respectivamente (tres más en cada ciudad que en 2015), mientras que en Cornellà pasa de dos a cuatro y en Gavà, de tres a cuatro. En Santa Coloma de Gramenet irrumpe con tres. Se trata de una conurbación que siempre se le había resistido a los republicanos.

Pactos discretos, por tanto, los que pueden establecer estas dos formaciones, para evitar que tanto las bases republicanas como el PSOE se rasguen las vestiduras con esta estrategia. El veto de ERC a la investidura de Iceta como senador autonómico todavía es muy reciente, así como el voto en contra de los independentistas a los presupuestos generales del Estado, lo que obligó a Pedro Sánchez a convocar elecciones. Tampoco necesitan los socialistas dar argumentos a la derecha y su mantra respecto a los pactos del PSOE con los secesionistas.

El giro moderado de ERC esta todavía tierno

Por su parte, el giro moderado de ERC está todavía muy tierno y es vulnerable a las embestidas de Junts per Catalunya, que acusó debacle este 26M en las municipales, no así en las elecciones europeas, con Carles Puigdemont dispuesto a todo en Bruselas. Por no hablar de la sombra alargada del artículo 155, que el independentismo irredento sigue relacionando con el PSOE.

Ernest Maragall descarta pactar con Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, aunque se verá obligado a hacer guiños a los neoconvergentes para poner sordina al independentismo que insiste en pedir unidad. Sobre todo ahora, que en conjunto ha retrocedido en porcentaje, en parte por la caída en picado de la CUP.

Elecciones catalanas

Por ello, ERC va a evitar que se visualice cualquier tipo de pacto estable con los socialistas hasta las elecciones autonómicas, sentencia del Tribunal Supremo mediante. Primero se constituirán los ayuntamientos --entre el 15 de junio y el 5 de julio--, mientras que la Diputación se lo hará en julio. Se calcula que la sentencia sobre el referéndum del 1-O podría dictarse a finales de año, lo que daría paso previsiblemente a un adelanto de las elecciones catalanas en las que ERC se presentaría con un músculo territorial sin precedentes y con puentes tendidos con los socialistas.

Si en esa ecuación autonómica entran los comunes es algo que depende mucho de las estrategias de pacto en Madrid entre Sánchez y Pablo Iglesias, que ayer reconoció los malos resultados obtenidos el 26M, con la pérdida de los ayuntamientos de Barcelona y Madrid como principales ejemplos. ¿Un nuevo tripartito de fuerzas progresistas en la Generalitat? La izquierda siempre ha guardado esa bala en la recámara.