El área metropolitana ‘pincha’ en su publicación de transparencia
El Gobierno de Ada Colau promovió a finales de 2017 una publicación semestral cuyo segundo número se ha empezado a mover al final de la legislatura
12 abril, 2019 00:00“Aportar luz y actualizar la idea de la buena gobernanza que iluminó el mundo durante la ilustración”. Así definía la directora de la Agencia de Transparencia, Gemma Calvet, el objetivo de LUX, la revista impulsada desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para sensibilizar sobre este ámbito y que se debía divulgar de forma semestral. Con todo, el Gobierno de Ada Colau no ha cumplido este objetivo.
La primera publicación se lanzó en noviembre de 2017. Su puesta de largo fue un acto de presentación en el patio de columnas del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) donde la alcaldesa de Barcelona y el tercer teniente de alcalde, Jaume Asens, arroparon a la letrada. El segundo número debía publicarse a mediados de 2018, pero se ha retrasado otros 10 meses hasta el final de la legislatura.
Fallos administrativos
Desde el área de Transparencia de la institución se reconoce que la periodicidad prevista para el proyecto se ha estrellado contra los “tiempos necesarios para la tramitación administrativa”. También ha sufrido retrasos en la “producción, la recopilación, la traducción al castellano y al inglés y la maquetación” de los contenidos.
Los mismos portavoces señalan que esta realidad les “aconsejó reducir la periodicidad de la revista a anual”. En lugar de salir al mercado a finales de 2018, el número centrado en El refuerzo de la integridad pública no se ha publicado hasta abril.
Responsables del proyecto
A preguntas de este medio, los responsables metropolitanos señalan que el segundo número de LUX ya está impreso y que se acaba de iniciar su distribución. La versión on line aún no se ha colgado en el portal de la transparencia del AMB, aunque se divulgará por este canal “en cuestión de días”.
Calvet era la encargada de que este proyecto llegara a buen puerto. Se apoyó en la directora de Editorial 62, Esther Pujol, para realizar la coordinación de las firmas. Conocía de primera mano su forma de trabajar, ya que poco antes de la adjudicación del proyecto la abogada había publicado su libro Què ens está passant? (un análisis sobre el inicio del procés) bajo este sello.
279.000 euros de gastos ‘varios’
Trabajó junto a Pujol la encargada de coordinar todas las publicaciones del AMB, Isabel Clos, y otros empleados de la institución. La licitación pública para que LUX saliera al mercado también llevó a que se contrataran los servicios de Tau Traduccions para adaptar los textos al español y el inglés y de la empresa Les impressions zero cinc para encargarse de que llegara al mercado.
La Agencia de Transparencia metropolitana indica que los costes de producción de los dos volúmenes de la revista están “imputados al capítulo 2” del presupuesto que disponen. Es decir, en una partida que asciende a 279.000 euros y que está recogida en el documento económico base del AMB como “gastos varios” del departamento.
Como comparativa, la partida está en línea con los 238.500 euros que se reconocen como Gastos de gerencia, los 207.000 euros de los Proyectos técnicos de planeamiento urbanístico i los 270.000 euros del plan director del agua metropolitano.
Campaña electoral
El retraso en la publicación del segundo número de LUX ha llevado a que no se pueda divulgar su impresión para respetar el “principio de neutralidad” que marca la Junta Electoral Central.
Transparencia reconoce que no se ha hecho ninguna presentación pública de los contenidos de este número por la proximidad de las elecciones generales del 28A y de las autonómicas y europeas del 26M. La revista se ha lanzado al mercado, pero sin un acto que se pudiera interpretar como partidista.