El Tribunal de Cuentas señala a Colau por pagar la luz a okupas
La institución ve un posible desvío de dinero público por parte del equipo de la alcaldesa para sufragar los gastos del edificio Transformadors entre 2015 y 2016
2 agosto, 2019 00:00La permisividad y la simpatía de Ada Colau con el movimiento okupa en Barcelona han llegado hasta el Tribunal de Cuentas. La institución fiscalizadora ha abierto un proceso de investigación sobre el pago, por parte del ayuntamiento, de la electricidad que utilizaron los okupas mientras estuvieron en el edificio Transformadors en los años 2015 y 2016.
El tribunal contable, ante el cual el grupo del PP en el consistorio interpuso una denuncia sobre estos hechos, ha realizado las primeras pesquisas administrativas que reflejan un "posible descubierto" en las cuentas públicas del consistorio por "el abono de suministros" de la finca barcelonesa situada en el Eixample. Un edificio de titularidad municipal pero que, por aquel entonces, se encontraba "ocupado ilegalmente".
Inactividad de Colau
El inmueble, conocido con el sobrenombre de Transformadors por haber albergado primigeniamente una antigua estación transformadora, fue asaltado por el grupo de radicales el 16 de julio de 2015 después de siete años en desuso. Al conocerse la noticia, el grupo municipal del PP pidió al Ayuntamiento de Barcelona que pusiera en marcha un procedimiento de desalojo exprés, una petición que no fue atendida. Es necesario recordar que este fue el primer edificio que fue ocupado desde que la lideresa de Barcelona en Comú entrara en la alcaldía.
Óscar Ramírez, portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona, ha destacado que "por opciones puramente políticas, se permitió que la ocupación se prolongase en el tiempo" y, además, el equipo de Colau "no tuvo inconveniente en realizar el pago de los suministros en beneficio de los que llevaban a cabo la acción ilícita, permitiendo el desarrollo de sus actividades".
El ayuntamento pagó la luz
Cuatro meses después, los populares municipales --liderados entonces por Alberto Fernández Díaz-- hicieron una pregunta oficial al equipo de Colau para conocer si el ayuntamiento corría con los gastos de suministro eléctrico de los okupas en la finca. El consistorio confirmó que en cuatro meses había abonado más de 2.700 euros por la electricidad de Transformadors. Ramírez defiende que ésta fue "una medida carente de cualquier apoyo o justificación legal o del más mínimo sentido común", y especifica que supuso "un auténtico despilfarro y malbaratamiento de dinero público", por el cual la actual alcaldesa "deberá dar explicaciones y asumir responsabilidades".
Este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona --a través de un mail enviado tras una llamada telefónica-- para preguntar sobre el procedimiento abierto por el Tribunal de Cuentas y sus consecuencias. Dos horas después del envío del correo electrónico, el gabinete de prensa del consistorio barcelonés ha contestado que "con ese margen [de tiempo], en agosto y por la tarde", conseguir la respuesta parece "imposible". Y se despide pidiendo: "Milagros, a Lourdes".
Okupas contra el barrio
Transformadors estaba llamado a ser, desde hacía años, un espacio social para el barrio. En los años en los que Pasqual Maragall era alcalde de Barcelona fue cedido como espacio juvenil, y más tarde se convirtió en la sede del Consejo de la Juventud de Barcelona y del Casal de Asociaciones Juveniles. En 2008 ambas agrupaciones fueron trasladadas al Espacio Joven La Fontana y el edificio de la calle Ausiàs March quedó abandonado.
Tanto los vecinos como agrupaciones juveniles pidieron durante años la adecuación del edificio para uso de los habitantes del barrio. Su ocupación les pilló por "sorpresa", tal como declaró en su momento la plataforma Exigim Espais, un compendio de varias asociaciones sociales y de izquierda radical entre las que se encontraba Arran. Ni siquiera los cachorros de la CUP se posicionaron a favor de los okupas: "Exigim Espais se ha desvinculado de esta ocupación y se reunirá próximamente para expresar una posición final", declararon por redes sociales.
Rehabilitación del espacio vecinal
Finalmente, el edificio fue desocupado el 4 de abril de 2016, cerca de nueve meses después de la entrada ilegal. El desahucio, ejecutado tras la precedente orden judicial, se desarrolló sin complicaciones, ya que la finca se encontraba vacía y los operarios tapiaron los accesos a la misma para evitar nuevas invasiones ilegales. Eso sí, los okupas realizaron una concentración de varias decenas de personas frente a la sede de distrito del Eixample.
Vista del edificio Transformadors en obras, en julio de 2018 / GOOGLE
El inmueble albergaba problemas en su estructura, por lo que el ayuntamiento lo derrumbó y construyó uno nuevo con un presupuesto inicial de 5,7 millones de euros. Albergaría varios puntos de información juvenil, la primera y segunda planta están destinadas al casal del barrio, y la tercera, un espacio para personas mayores, además de contar con "zonas de uso compartido", según la información difundida por el consistorio. La construcción se concentraría entre marzo de 2017 y finales de 2018. Hoy en día, el edificio continúa con carteles y vallado de obras.