Me despierto en la Barcelona del 15F. La noche electoral ha sido telúrica, preñada de emociones e incertidumbre. Los catalanes han ejercido su derecho al voto de forma mayoritaria a pesar del Covid, la abstención no ha sido tan alta como se esperaba. El candidato socialista ha ganado de una manera clara en votos y escaños, los comunes aún con sus estrafalarias propuestas confederales han obtenido unos buenos resultados, mejorando su representación en el Parlament.

La populista y audaz candidata de JxCat, representante en la tierra del señor de Waterloo, ha superado en varios escaños a sus rivales de ERC. El independentismo mágico ha vencido a los que se presentaban como gestores de la quimera. ERC no entendió que mayoritariamente el secesionismo catalán se apoya en la manipulación de los sentimientos y estos no se gestionan. El exvicepresidente Aragonès García, gris candidato a gestionar no se sabe bien qué cosa, ha obtenido unos resultados por debajo de sus previsiones. Se han cumplido los temores de fray Oriol sobre la ausencia de carisma del candidato, a lo que se ha sumado la desconfianza del electorado hacia un partido, el más confuso de Europa, que ha demostrado hasta la saciedad su incapacidad para la gestión. El llamado Vivales de Waterloo ha vuelto a amargarle la vida al eterno aspirante Junqueras.

Conmoción en el seno del mundo secesionista, TV3 entra en shock en la noche electoral. Se vierten las primeras sombras de sospecha sobre la legitimidad del ganador y la telepredicadora Pilar Rahola aparece en prime time al borde de un ataque de nervios.

Los resultados destapan los odios cainitas entre aliados secesionistas que se acusan de mutuamente de ser los culpables de la debacle. A media tarde del mismo lunes día 15F, ERC anuncia que no está dispuesta a dar sus votos a JxCat para formar un gobierno “mágico” independentista, presidido por la inhabilitada Borràs. Los distintos portavoces de la CUP transmiten mensajes contradictorios e incluso el sector más antisistema anuncia su intención de incorporarse al movimiento nacional populista que lidera el hombre de Waterloo.

A última hora de la tarde el candidato ganador hace un llamamiento a todas las fuerzas del cambio para acordar un programa de gobierno de amplio espectro. El candidato sitúa como principal eje de actuación priorizar el combate contra la pandemia y sus secuelas, lo que supone el reforzamiento de la sanidad pública y urgir la administración de las vacunas en coordinación con el resto de las CCAA y la UE. La pandemia no conoce fronteras.

El candidato hace público un programa de gobierno con la siguiente hoja de ruta:

Una administración pública, eficaz y eficiente, al servicio de los ciudadanos, recuperando el prestigio de los servidores públicos. Esta nueva administración deberá gestionar los fondos europeos desde la lealtad y la cooperación con el Gobierno de España, identificando los sectores que actuarán como vectores de la reconstrucción económica y de la modernización del tejido productivo catalán.

Recuperar el liderazgo económico de Cataluña, convocando a todas las fuerzas económicas y sociales a un gran acuerdo de país que permita la reactivación de la economía catalana. Reforzar la cooperación y la colaboración con el Gobierno de España, lo que propiciará la ejecución de proyectos e infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, el Pla de Rodalies Catalunya 2020-2030, la Agenda de Movilidad Urbana Sostenible para la ciudad de Barcelona…entre otros.

Situar en el centro de la acción de gobierno los problemas de los ciudadanos, olvidando las obsesiones identitarias y la crueldad del procés hacia los sectores más desfavorecidos de la sociedad catalana. Lo anterior supone poner en marcha una agenda social conectada e integrada en la propia del Gobierno de coalición en Madrid.

Cataluña deberá recuperar el prestigio de sus instituciones democráticas. Se deberán propiciar todas aquellas medidas de gracia que ayuden a aliviar las tensiones en el seno de la sociedad catalana, en el bien entendido que los comportamientos al margen de la ley de los políticos secesionistas presos les inhabilitan para ejercer cualquier responsabilidad política.

Los medios de comunicación públicos deberán ser de todos los catalanes, su neutralidad deberá garantizar que primará la información responsable y objetiva sobre la propaganda y la militancia ideológica.

Seguramente el lector pensará que lo que acabo de describir es fruto de una alucinación, posiblemente tengan razón…Hace casi 58 años, exactamente el 28 de agosto de 1963 el líder afroamericano Martin Luther King Jr. desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, expresó su deseo de superar el enfrentamiento que paralizaba a su país, no lo consiguió en ese momento, pero el sueño se abrió camino.