¿A quién beneficia el aumento de la abstención en las elecciones catalanas?
La histórica participación alcanzada en los comicios de 2017, casi un 82%, no se repetirá, y eso puede favorecer al independentismo a pesar de sus broncas internas y la ausencia de una hoja de ruta
15 noviembre, 2020 00:00Si en algo coinciden los analistas políticos es que el altísimo porcentaje de participación registrado en las elecciones catalanas de 2017, casi un 82%, no volverá a repetirse en los comicios previstos para el 14 de febrero de 2021. Aquella cita electoral estuvo marcada por un desafío independentista que se saldó con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En esta ocasión, la percepción de que ya no existe una amenaza de ruptura, dado que el independentismo carece de una hoja de ruta, unida a una situación de pandemia y el hartazgo que genera en el ciudadano la bronca entre partidos puede favorecer la abstención. Pero ¿a quién beneficia esa desincentivación del voto? Cuatro politólogos analizan para Crónica Global el próximo escenario electoral.
Aquel otoño caliente
Paris Grau, profesor de Ciencia Política en la Universitat de Barcelona (UB), recuerda que "en las elecciones 2017, marcadas por un otoño caliente, el votante constitucionalista salió a votar. Y por primera vez las gana un partido no nacionalista: Ciudadanos. La formación naranja, liderada por Inés Arrimadas, consigue levantar del sofá a un gran número de catalanes que en contiendas anteriores se habían abstenido".
Cataluña irá a elecciones el 14 de febrero / EUROPA PRESS
Pero "esa victoria, que no les llevó a la presidencia de la Generalitat, tampoco les ha servido para aglutinar, a su alrededor, al resto de formaciones constitucionalistas. Es más, parecen un pollo sin cabeza: cambios en el cabeza de lista, posibles salidas hacia Vox... En las elecciones que parece que tendrán lugar en febrero de 2021, Ciudadanos no parece que vaya a repetir victoria, pero tampoco parece que el votante constitucionalista vuelva a salir en masa a votar".
Matar a Convergència
En este sentido, "la posibilidad de abstención está llevando a los distintos partidos no independentistas a buscar alianzas entre ellos, algunas de ellas incluso casi antinatura. En 2017, el votante independentista también se movilizó. Eran las elecciones que nos iban a traer de vuelta a Carles Puigdemont y a los presos. Pero nada de eso. Parecía que para 2021 la promesa volvería a repetirse; pero, de momento, no parece que vaya a ser así".
"Puigdemont --añade--, después de crear La Crida, matar a Convergència (CDC) y refundarla en el PDECat, y crear Junts per Catalunya, una escisión del Partit Demòcrata, ha decidido no encabezar la lista. Ha preferido que la militancia decida quién debe ser su candidato: Borràs o Calvet".
Este paso al lado del fugado ¿favorecerá la movilización o la abstención en ese espacio independentista? "Lo que supone seguro es que aquello de 'ampliar la base' no parece que sea la forma escogida por los de Puigdemont. O estás conmigo, o estás contra mí", en referencia al cese de Àngels Chacón como consejera y, más recientemente, los consejeros de distrito de PDECat en Barcelona.
Según Gabriel Colomé, profesor titular de Ciencia Política en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), "la participación no llegará a ser tan elevada como en 2017. El contexto no es el mismo, ya que entonces se produjo una máxima polarización y una máxima emoción". A su juicio, "es difícil predecir la participación para el 14F. Falta mucho y no sabemos qué puede pasar hasta el día antes de las elecciones. Sabemos que no se repetirá la participación, pero no cuánto bajará y a quien afectará".
No obstante, el especialista apunta varios factores a tener en cuenta. "¿Afectará la fragmentación y las luchas en el mundo independentista? ¿Afectará el cansancio de ocho años de inmovilismo? ¿Afectará la resignación de la distorsión electoral a favor de los independentistas (el voto en feudos tradicionalmente soberanistas vale más que el del área metropolitana)? ¿Afectará la desaparición del impulso emocional? En función de la reacción a cada pregunta la abstención será mayor o menor".
Por su parte, el politólogo Oriol Bartomeus, profesor de la UAB, cree que el previsible descenso de participación puede beneficiar a los partidos independentistas. "La falta de un horizonte, de una hoja de ruta podría desincentivar el voto, pero la bronca entre Junts per Catalunya y ERC puede ser un estímulo para este votante, y el hecho de que el soberanismo siempre ha considerado, como punto de partida, que estas elecciones son muy suyas, puede provocar que la abstención les afecte menos", afirma Bartomeus.
"La participación de 2017 fue una locura"
En cambio, "los no independentistas encontraron incentivos en 2017 que ahora ya no existen. Tradicionalmente, las elecciones autonómicas eran consideradas de segunda categoría en este ámbito". El especialista afirma que la participación en las catalanas comenzó a aumentar en 2015, pero "en 2017 fue de locos": "Lo que sabemos con seguridad es que, si no ocurre nada, la abstención aumentará".
Respecto a la incidencia del Covid, "a no ser que la situación empeore, no alterará la predisposición del votante que está convencido", afirma Bartomeus.
Toni Aira, profesor de Comunicación Política en la UPF Barcelona School of Management, también augura ese aumento de la abstención "porque el contexto político y social ha cambiado respecto a 2017. No estamos en un momento de confrontación tan dura. No existe la tensión dramática que movilizó a los constitucionalistas frente a un independentismo convencido de que había llegado su momento histórico. La pandemia podría disuadir, pero tenemos el ejemplo de las recientes elecciones de Estados Unidos, donde ha habido récord de participación a pesar del Covid".
Desafección
Sí cree el profesor y escritor que existe un desencanto de la ciudadanía respecto a la gestión de sus gobernantes. "La desafección puede afectar a todos. Los partidos de la oposición no tienen una buena propuesta alternativa, representan un espacio fragmentado y descabezado. También existe un mal ambiente entre los partidos independentistas, entre JxCat y ERC, pero eso ya forma parte de su modus vivendi, ya está incorporado a su voto", afirma.
Respecto a las peleas internas en el e