La ‘otra’ campaña de ERC en la Generalitat
Los republicanos sellan un acuerdo con los sindicatos educativos justo la misma semana en que Pere Aragonès ha sido reelegido como candidato a las autonómicas y se han hecho cambios en el Govern para reforzarlo
26 enero, 2024 00:00Noticias relacionadas
La conselleria de Educación de la Generalitat de Cataluña y los sindicatos han llegado a un acuerdo que pone fin a más de una década de recortes. Concretamente, CCOO y UGT han firmado la recuperación del complemento salarial de los sexenios y la reducción de dos horas lectivas a mayores de 55 años, además de la equiparación salarial al personal docente del cuerpo de profesores técnicos de Formación Profesional.
Si bien no ha contado con el apoyo de todas las organizaciones -entre ellas la mayoritaria, Ustec- la propia consellera Anna Simó ha reconocido que el acuerdo llevaba “mucho tiempo esperando”. Y es que estas reivindicaciones son, precisamente, las que propiciaron un conflicto educativo hace cerca de dos años, cuando todavía estaba al frente el polémico Josep Gonzàlez Cambray. El exconseller propició un choque de trenes entre el Govern y los sindicatos a raíz del avance del calendario escolar y derivó en varias jornadas de huelga en los colegios de Cataluña.
Presión a PSC y comunes para los Presupuestos
A Simó le ha costado dar su brazo a torcer, pero tras muchos meses de negociación ha logrado sellar un pacto que beneficiará a 43.400 profesores, aunque está “condicionado” a la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat. Así pues, este gesto de Simó no es en vano. Se traduce como una forma de presionar a PSC y comunes para que den el visto bueno a las cuentas, no sólo necesarias para sacar adelante este tipo de mejoras en el sistema educativo, sino también para mantener a Pere Aragonès en la Generalitat.
Casualidad o no, el movimiento de una de las consellerias más polémicas y señaladas por cuestiones como los desastrosos resultados de Cataluña en el informe PISA coincide con una semana en la que Esquerra ha activado el chip electoral. El sábado pasado, Aragonès fue avalado como candidato del partido a las próximas elecciones catalanas, mientras que esta misma semana se han llevado a cabo nombramientos en el Govern que le refuerzan. Esos son el ascenso de Laura Vilagrà a vicepresidenta y el de Sergi Sabrià como viceconsejero de Comunicación y Estrategia.
Maniobras para evitar una debacle electoral
No es la primera vez que ERC maniobra desde la conselleria de Educación antes de acudir a las urnas. La última se remonta al 12 de junio de 2023, un mes después de las elecciones municipales del 28 de mayo, en las que ERC se pegó un batacazo en la mayoría de ciudades catalanas, incluida Barcelona. Para evitar una nueva debacle en los comicios generales que tendrían lugar un mes después, los de Aragonès optaron por cesar al consejero Cambray, ganándose así a uno de los colectivos que tradicionalmente le depositaba su confianza: los profesores.
Por eso, a nadie se le escapa que este nuevo movimiento de la Generalitat no es más que una nueva táctica electoral para que ERC vea mejorar sus resultados en las elecciones autonómicas del próximo año ante un PSC que, hoy por hoy, arrasa en las encuestas.