Golpe de mano de la Guardia Civil en Cataluña: homenaje a un general republicano

Golpe de mano reputacional de la Guardia Civil en Cataluña. El instituto armado participará por primera vez en la historia de la región en el homenaje a un general del instituto armado fusilado en 1940 por mantenerse fiel a la Segunda República. El cuerpo tomará parte en los actos de ensalzamiento de Antonio Escobar Huerta en Barcelona en el 83 aniversario de su asesinato por el Régimen Franquista en Montjuïc. 

Informan de ello fuentes policiales a este medio, que destacan la importancia "histórica" de que el instituto armado homenajee a miembros del cuerpo fusilados durante la refriega, y que lo haga de forma oficial "con la presencia del general  jefe de la VII zona de la Guardia Civil y otros oficiales”. En efecto, ocurrirá el próximo 12 de abril en la Ciudad Condal con la presencia de un alto funcionario, el también reconocido doctor en Historia Contemporánea, biógrafo de Escobar  y experto en la Guerra Civil , el coronel Jesús Narciso Nuñez Calvo --jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz--, a quien se espera acompañado del secretario de Estado de Memoria Democrática y de la nueva directora del cuerpo, Mercedes González. 

Doble acto en Delegación y Montjuïc

Como explicó este medio, el general Escobar es uno de los grandes olvidados de las políticas de memoria histórica a nivel nacional y también autonómico. Aunque el mando ha recibido tributos de forma puntual --el último ocurrió en 2010, y lo organizó el Ayuntamiento de Barcelona--, jamás se ha recordado su figura desde el más alto nivel institucional. 

El Cementerio de Montjuïc, el mayor de Barcelona / Cbsa

Es lo que pasará el próximo 12 de abril, indican las fuentes consultadas, cuando se espera un doble acto en la sede de la Delegación del Gobierno en Cataluña y el  Cementerio de Montjuïc, donde yace Escobar, para venerar su figura en el marco de la memoria democrática. 

Rango institucional

La iniciativa arropará a la familia del malogrado servidor público y elevará su figura, pero tiene dos lecturas más políticas. Por un lado, es uno de los pocos actos institucionales jamás celebrados en España por la Guardia Civil para recordar a un miembro del cuerpo que se enfrentó a los sublevados en 1936 y se mantuvo fiel a la República. 

Es cierto que en Málaga en 2008 ya se revisitaron los nombres de 70 agentes fusilados por el Franquismo en la contienda, pero el acto lo organizó la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUCG). También existió la ceremonia de 2010 dedicado al propio Escobar, pero la organizó el gobierno municipal de Barcelona, entonces comandado por el PSC. En esta ocasión, el rango se eleva al máximo para recordar a un servidor público que se mantuvo fiel al gobierno democráticamente elegido. 

La Guardia Civil se reivindica

En paralelo, no escapa una lectura política de los próximos actos dedicados a Escobar en Barcelona. No en vano, el instituto armado fue una de las partes del Estado señaladas por el independentismo durante el procés secesionista en Cataluña. El recuerdo institucional a Escobar, guste o no, desarma el discurso del nacionalismo radical de vincula la Guardia Civil con supuestas prácticas poco democráticas. 

El general Antonio Escobar, en una fotografía histórica / Cedida

Asimismo, el homenaje tendrá interés histórico, toda vez que partidos e instituciones catalanas sí rinden tributo en Montjuïc año tras año a Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Cataluña fusilado en 1940, pero no a Escobar, que también perdió la vida a manos del Franquismo el mismo año y que, de hecho, era muy próximo al mandatario autonómico. 

Hay otros 'olvidados'

En cualquier caso, las ofrendas a Antonio Escobar Huerta, general que ayudó a desarmar a los sublevados en la plaza Cataluña y la Universidad de Barcelona en 1936, no esconden que quedan otros mandos por reivindicar. Desde los círculos policiales señalan, por ejemplo, a José Aranguren, general que regía la Guardia Civil en Cataluña el año que estalló la contienda. 

Fue fusilado en el Camp de la Bóta de Sant Adrià de Besòs en 1939, aunque los distintos gobiernos municipales de Barcelona le han negado una calle. En 2017, el escrito Lorenzo Silva le dedicó un libro: Recordarán tu nombre (Destino).