El infierno de las cárceles catalanas: una agresión contra funcionarios cada ocho horas
La incorporación de 500 efectivos pactada con el Govern contribuirá a reducir los ataques, que triplican los del resto de prisiones españolas
23 marzo, 2023 00:00El acuerdo para aumentar el personal de las cárceles catalanas supone una victoria para los funcionarios de prisiones, que llevan años en una lucha en que siempre han tenido las cifras de su lado. Según un informe de la plataforma Marea Blava, elaborado en base a estadísticas oficiales y consultado por Crónica Global, la peligrosidad laboral en las cárceles de Cataluña supera con creces la del resto de prisiones españolas.
En 2022, Cataluña triplicó los incidentes violentos contabilizados en el resto de prisiones gestionadas por la Administración central. Fueron 1.231 ataques versus 453 en el resto de España, como se observa en la tabla inferior. Con el agravante de que la comunidad tan sólo alberga el 16% de la población reclusa en España.
En cambio, un 73% del total de las tentativas o agresiones consumadas a profesionales se produjeron en las instalaciones gestionadas por la Generalitat. En concreto, se anotaron una media de 3,37 atentados diarios contra la plantilla. O lo que es lo mismo: una agresión cada ocho horas.
Violencia descontrolada
Y la situación ha empeorado en los últimos años. Si se toma el periodo 2016-22, se comprueba que los episodios violentos han crecido un 815%, mientras que las agresiones consumadas han escalado un 382%. Entre 2021 y 2022, los incidentes contra los trabajadores se elevaron un 164%.
Además, la agresividad de los presos catalanes es mayor. Un 3% de los ataques perpetrados contra los funcionarios en el conjunto de España acaban en agresión grave. En Cataluña, este porcentaje se dobla hasta el 6%. Esto se refleja en la inmensa cantidad de bajas laborales tramitadas en la región: 1.600 jornadas solo en 2022.
Brians, agujero negro
Todas estas magnitudes contrastan con la reducida litigiosidad analizada por Marea Blava. Así, en 2022 solo se tramitaron 220 denuncias ante el juzgado, frente al total de 1.231 hechos violentos registrados ese año. Por no hablar que desde el ejercicio anterior se contabiliza la violencia machista contra las trabajadoras. Con datos preocupantes: el 53% de los incidentes de esta clase fueron graves.
Por instalaciones, Brians 1 y Brians 2 se coronan como las más peligrosas para los funcionarios en la comunidad, con 175 y 111 agresiones. Le siguen Quatre Camins, la prisión de jóvenes ubicada junto a Quatre Camins (Barcelona), Puig de les Basses, Ponent, Mas d'Enric, Lledoners y la prisión de mujeres de Wad-Ras (Barcelona). Soto del Real, el equipamiento con más ataques --tiene 24-- gestionado por la Administración central, sería considerada una cárcel relativamente segura en Cataluña; Lledoners, la penúltima cárcel catalana por número de agresiones, se anotó 22 en 2022.
Justicia da su brazo a torcer
Ante esta situación, los sindicatos del sector --CSIF, CCOO, UGT, Intersindical, ACAIP y IAC-CATAC-- se han manifestado esta semana para reclamar a la consejera de Justicia Gemma Ubasart que tome cartas en el asunto. No es la primera vez que el colectivo se moviliza: en verano del año pasado salieron a la calle para reclamar seguridad en su día a día ante la pasividad del Ejecutivo autonómico.
Finalmente, los trabajadores lograron ayer por la noche que el departamento aceptase redimensionar las plantillas con una horquilla de entre 350 y 500 nuevos efectivos, según informaron fuentes sindicales. Además, el Govern aseguró que se introducirán medidas en los centros orientadas a disminuir las agresiones, como la implementación de aerosoles de acción adecuada, la revisión de los protocolos de seguridad y la creación de celdas especiales para reclusos altamente peligrosos.