Ana Losada (AEB): "Esto no va de porcentajes, sino de hispanofobia"
La presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe denuncia la actitud sectaria del Govern y la presión a las escuelas para que incumplan la sentencia sobre el 25% de castellano
4 septiembre, 2022 00:00Ha recibido amenazas e insultos por defender los derechos lingüísticos de los alumnos castellanohablantes. Pero a pesar de su larga pugna judicial y de la soledad con la que ha liderado esa lucha junto a otras asociaciones, Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), asegura que no ha pensado en tirar la toalla. En una entrevista con Crónica Global, denuncia la actitud sectaria del Govern y la presión de la Consejería de Educación de la Generalitat para que los centros incumplan la sentencia que obliga a impartir un 25% de horario lectivo en castellano en Cataluña.
--Pregunta: Los colegios ya han recibido la orden del Departamento de Educación de no cumplir el 25%, ni siquiera en aquellos grupos donde ya se aplicaba…
--Respuesta: Las resoluciones judiciales se deben cumplir y el conseller ha dado orden para que no lo hagan. Es muy importante que los directores sepan que, tanto las medidas cautelares como medidas en firme, vienen en nombre de la dirección del centro, por lo que ellos son responsables de su aplicación y de no hacerlo.
--¿La AEB tomará medidas si no lo hacen?
--Si detectamos que dejan de cumplir, informaremos al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y, quien será responsable de ello, será el director del centro. Igualmente, esta decisión parte de una impunidad del Govern que nace de un decreto y una ley que son inconstitucionales y ante lo que el Gobierno de España no ha hecho nada. Esto lleva a la situación en la que la Generalitat demuestra que detrás de esas decisiones no hay pedagogía. Esto no va de porcentajes, va de hispanofobia. No tengo otra palabra para definir las actuaciones sucedidas desde el año pasado.
--¿En qué situación quedan las familias a quienes ya se les había reconocido el 25%?
--El día 5 de septiembre empieza el curso y veremos cómo se materializa esa amenaza. Si realmente los centros hacen caso al conseller y dan respuesta a las presiones del Departamento para actuar de forma ilegal. Desde luego, la AEB va a denunciar a cualquiera que incumpla con las medidas cautelares o sentencias.
--¿Con qué herramientas contáis para hacer frente a esta situación?
--Las herramientas que tenemos son exclusivamente judiciales porque no contamos con un Gobierno que actúe. Evidentemente, el Govern está en contra de los derechos lingüísticos de algunos catalanes, especialmente de aquellos que tienen su derecho reconocido por los tribunales. Por eso, el 18 de septiembre hay convocada una manifestación para decir basta a la utilización de la lengua como herramienta política y a la actuación déspota y sectaria de la Generalitat respecto a los castellanohablantes. Nos hemos de remontar al franquismo para ver una situación similar a la actual, de acoso y derribo a los derechos de los hablantes. Eso demuestra en qué situación está el Estado de derecho en Cataluña.
--¿Os habéis entrevistado con la Consejería de Educación alguna vez?
--El conseller nunca nos han recibido. Pedimos en su día una entrevista con Josep Bargalló y no nos recibió. Volvimos a pedir otra en septiembre del año pasado y nos dijeron que nos dirían algo en breve. Escuela de Todos se formó en diciembre de 2021, pedimos otra con Cambray y Aragonès y nunca se nos ha concedido. Por tanto, no hay diálogo posible con aquellos que no quieren dialogar con los que pensamos diferente. Para ellos, nosotros no existimos, no somos una parte de la sociedad a la que deben dar explicaciones. Y cuando existimos, somos el enemigo y los traidores.
--¿Volveréis a pedir otro encuentro?
--Podemos volver a hacerlo, pero ahora no es nuestro objetivo. Dialogar con quien acaba de retirar los derechos de los padres que tanto han luchado para conseguirlo es imposible. Ni él [el conseller Josep González Cambray] quiere hablar con nosotros ni esa reunión sería fructífera con esa actitud.
--Según apuntó la AEB en un reciente comunicado, ‘el TSJC ha utilizado la defensa de los derechos lingüísticos de los catalanes beneficiando los intereses nacionalistas’. ¿Ante esto, qué se puede hacer?
--Respetamos la independencia de los tribunales, aunque no pensábamos que fuera a dejar sin aplicar la sentencia del 25%, tan clara, tan de mínimos y tan bien argumentada. El TSJC recibió alegaciones de la AEB en las que le pedíamos que se aplicara la sentencia porque eso era perfectamente válido con la ley y el decreto. El 25% es una metodología, pero el castellano no ha dejado de ser lengua vehicular en Cataluña porque haya una ley y un decreto. Otra cosa es que la interpretación esté intentando bloquear esa aplicación. Por eso, nosotros esperábamos del TSJC que fuera consciente de que no aplicar la sentencia del 25% o elevar al Tribunal Constitucional esa decisión sin unas medidas de protección suponía dejar desamparadas a esas familias.
--¿Y en qué momento nos encontramos ahora?
--A los hechos nos remitimos: lo que ha pasado esta semana [el anuncio de Cambray del fin del 25%] es fruto de este limbo en el que estamos, esperando al Tribunal Constitucional para que se posicione sobre una ley y un decreto que bloquean una metodología que se había utilizado hasta ahora de aplicación de la sentencia. También estamos en un limbo derivado de que el Gobierno no impugnó la ley. Todas esas circunstancias lo que hacen es que la Generalitat tenga campo libre para ir en contra del castellano. El TSJC no escuchó nuestras alegaciones, no vio venir esa situación y, además, esta semana teníamos pedidas unas alegaciones y también nos las han rechazado. Es más, la Fiscalía ha comprado esos argumentos y ha apoyado que no haya medidas cautelares. Por tanto, estamos totalmente desamparados, no tenemos nada a lo que agarrarnos para que se cumpla la ley en Cataluña.
--Alguna vez habéis acudido al Defensor del Pueblo, que sí os ha amparado. En Cataluña, el cambio en la Sindicatura de Greuges, ¿puede suponer una mejora?
--La nueva Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas, hizo unas declaraciones en las que hablaba en contra de los porcentajes y no decía nada a favor de los alumnos castellanohablantes. La sentencia del 25% afirma que el castellano debe ser lengua vehicular y que se deben programar asignaturas en castellano. El Defensor del Pueblo nos apoya, pero nos gustaría que fuera más claro y más proactivo. Porque yo me pregunto: ¿Y si no existiéramos nosotros? Estaríamos en manos de los partidos y de los movimientos políticos. Por eso me gustaría contar con un apoyo mayor de una institución que, en teoría, tiene que ser siempre independiente y estar al servicio de los ciudadanos.
--¿Le compensa esta lucha? Ha recibido amenazas, insultos... ¿Ha estado tentada alguna vez en tirar la toalla?
--No he pensado nunca en tirar la toalla. Sí que he pensado, como todas las personas que estamos en esto, en si merece la pena. Duele mucho ver que nadie te ayuda. No me quiero poner triste, pero tenemos el dinero justo para montar el escenario y el sonido de la manifestación del 18 de septiembre. Una manifestación modesta, porque no vamos a organizar algo similar al 8 de octubre, o las que hace Òmnium. No tenemos dinero para poner cuñas en la radio ni en digitales. Tenemos contactos buenos con los periodistas, que nos dan voz. Cuando luchas contra Goliat, sin medios, sin apoyo del Gobierno de España, y ves cómo algunos partidos te tratan como si fueras el enemigo, que te llamen facha continuamente… pues te hace plantear si alguna vez esta lucha tendrá fructificará en algo positivo.
--Pero no tirar la toalla…
--Tirar la toalla, desde luego que no. El jueves estaba muy desanimada con lo del 25%, no quiero pensar que mi hija que lleva estudiando Historia en castellano desde 2015, el año que viene no pueda. Pero puede ocurrir. Pienso en todos esos padres que han dado la cara y han sufrido acoso. Cada uno en su nivel. Lo que me pasó a mí no tiene nada que ver con lo que le pasó a la madre de Balaguer o al padre de Canet. Pero todos hemos pagado un peaje por defender nuestros derechos porque no los defendía quien debía. Esta situación te enrabia y puedes tener un día de bajón, pero vuelves y dices “no van a poder con nosotros”. Con mis compañeros de Escuela de Todos, que son magníficos, hemos estado totalmente activos este verano para que la manifestación sea exitosa. El apoyo de gente que no está en esto por dinero ni por salir en los medios de comunicación, pues te anima a seguir. Mi hija me dice “por favor, mamá, en la radio sí, en la tele no”, porque no le gusta que le digan que han visto a su madre en la tele. Afortunadamente hemos pasado ese período en el que no la invitaban a los cumpleaños y me tuve que salir del whatsapp de padres tras recibir algún insulto. Padres que estuvieron en silencio en el chat luego me dieron las gracias. Eso te recompensa. Algún día se hará un documental sobre la labor de las asociaciones, sobre Asociación por la Tolerancia, por ejemplo, que defendía nuestros derechos cuando nosotros ni éramos conscientes de que nos los estaban pisando.
--¿Teme que las familias que defienden el 25% puedan volver a ser señaladas y que ellos sí que tiren la toalla tras haberlo intentado?
--No te digo que no. No me ha escrito ninguno para decirme eso, pero sería perfectamente lógico. ¿Qué tienes tú para agarrarte a todo esto? ¿Quién te apoya? Debemos preguntarnos ¿cuántas familias se han ido de Cataluña por el tema de la lengua?, ¿cuántas han dejado de venir por el tema de la lengua? Son continuos los emails y mensajes de familias que nos dicen que no encuentran ningún colegio donde sus hijos puedan estudiar en castellano. Venir a Cataluña y meter a un niño de cinco años en un sistema de inmersión tiene su precio. ¿Y si vienes con un niño de 14 años para escolarizarlo en Secundaria en una lengua que no es el castellano? Lo sacan de clase y lo llevan a la aula de acogida. No es de Rusia, es de Murcia. Y retrocede en su formación en el mismo país en que vivía siendo de Asturias o Andalucía. Y familias que se han ido. Una madre de Guinovart que ahora vive en Huesca. Se le reconoció el 25%, como un padre que vivía en Llagostera y se fue a Madrid, pero ¡sale tan caro! Perdemos profesionales que se pueden permitir un traslado y a la Generalitat, eso le conviene.
--La Generalitat siempre ha dicho que el catalán es un ascensor social, pero como dice, solo quienes tienen recursos pueden escolarizar a sus hijos en una escuela bilingüe o trilingüe.
--Lo que realmente consigue el nacionalismo es hacer creer a los ciudadanos que ser catalán es ser catalanohablante. El castellano es una lengua coloquial, pero la lengua de poder de cultura es el catalán. Los ciudadanos lo han asumido como una verdad. Vas a las instituciones y ¿dónde se habla en castellano? ¿Cuánto ha tardado el Parlament en tener diputados que hablen en castellano? ¿Cuántos diputados que no tienen ocho apellidos catalanes hay en el Parlament? Es normal que los padres piensen que el ascensor social es el catalán y que así sus hijos lograran un puesto de trabajo. Pero el ascensor social no solo pasa por aprender el catalán, sino por sucumbir a las tesis nacionalistas y bajar la cabeza ante todas las proclamas que hacen sobre la lengua, la historia o la política. Ese victimismo continuo y ese odio hacia el resto de España. Pero es la igualdad de oportunidades lo que consigue el ascensor social y eso no se consigue con una lengua vehicular que está perjudicando el desarrollo de los alumnos. Jorge Calero y Alvaro Choi lo explicaron muy bien en su informe sobre los resultados de PISA. Un alumno que estudia matemáticas en castellano, siendo ésta su lengua materna, va a tener mucho mejores resultados que los alumnos que estudian en catalán no siendo su lengua materna. Comprender los contenidos es mucho más fácil en tu lengua materna. Es evidente que el fracaso escolar de los niños castellanohablantes es mucho mayor que en los niños catalanohablantes. Y la lengua es un factor principal. Es muy grave que se les diga a los niños desde pequeños que “el català, a la escola, i el castellà, a casa”.
--¿Qué 'feedback' habéis tenido de los partidos catalanes sobre la manifestación del 18 de septiembre?
--El feedback es muy positivo en cuanto a los partidos que eran previsibles. PP, Ciudadanos, Valents y Vox. Su apoyo es sincero y total. Estamos en contacto continuo con ellos, siempre nos echan un mano cuando tenemos problemas con los permisos para instalar carpas en algunos ayuntamientos. Cada uno tiene su estrategia, pero todos están a favor de luchar en contra de la escuela monolingüe. Están muy de la mano en esto. Respetan que es una manifestación organizada por la sociedad civil, por 15 asociaciones que forman parte de Escuela de Todos. El protagonismo es de la sociedad civil. Nosotros no defendemos una posición política, defendemos una posición cívica y derechos para todos los alumnos. El nacionalismo catalán nos acusa de ser nacionalistas españoles, pero nuestras comunicaciones hablan claramente de respeto a la igualdad de derechos. Aquí nadie está en contra el catalán. Tampoco los partidos que nos apoyan. Nos gustaría muchísimo que PSC y En Comú Podem mantuvieran una postura diferente. En el caso de En Comú Podem, se negaron a recibirnos. En Madrid, Joan Mena nos dijo que no tenía que hablar nada con nosotros. Respecto al PSC, ha abandonado el equilibrismo: se hizo una foto en las escaleras del Parlament que han conseguido que Cambray dijera que se acabaron las aulas donde se imparte el castellano.