La retirada de un gag denigrante sobre la reina Letizia en TV3 ha vuelto a poner el foco sobre dos de los referentes más controvertidos de la televisión y la radio públicas de la Generalitat. En apenas tres años, Lluís Jutglar Peyu y Jair Domínguez acumulan un amplio historial de polémicas por sus salidas de tono y comentarios hispanófobos, tanto en sus programas satíricos como en sus redes sociales. Aunque no ha sido hasta ahora, a raíz de un exabrupto machista y de pésimo gusto sobre una felación por parte de la reina, cuando los responsables del canal autonómico han tomado cartas en el asunto y, tras verse acusados de “censurar” por parte de los protagonistas, les han reprobado públicamente por primera vez.
Esto último ocurrió el pasado martes, cuando el director de TV3, Vicent Sanchis, desveló en Catalunya Ràdio que el sketch eliminado y no emitido en el programa Bricoheroes de TV3 contenía incluso una alusión a una de las hijas de la reina, menor de edad: "En la escena no se habla de la monarquía, se habla de una mujer y de su hija menor de edad. Una televisión pública no puede cruzar esta línea", afirmó, lamentando además que Peyu arremetiera contra la televisión autonómica con "falsedades". El director se refería al hecho de que el cómico atribuyera la retirada del gag a que la cadena "quería ahorrarse problemas políticos", y se quejara de una supuesta falta de libertad de expresión, intentando justificar el contexto de su gag. Mostrando, eso sí, su conformidad y su acuerdo con la retirada de la parte alusiva a la hija.
Amparo de la dirección de TV3 y la CCMA
Y es que el humor supuestamente “crítico” y “transgresor” que, según Peyu, contienen los programas de su productora El Corral de l’Humor --Bricoheroes en la web y el canal de Youtube de TV3, y El Búnquer en Catalunya Ràdio-- ha contado hasta ahora con el amparo de los responsables de los medios de comunicación públicos de la Generalitat, e incluso de influyentes políticos secesionistas. Una protección que contrasta con las críticas desde la oposición, en especial por los recurrentes exabruptos hispanófobos de Peyu y Jair Domínguez, que tanto en sus redes sociales (en el caso de este último) como en antena (en el de ambos) han proferido, por ejemplo, varias veces el insulto “puta España”. La última de ellas, por parte de Peyu en El Búnquer de Catalunya Ràdio, el pasado 14 de octubre.
Así, en diversas comparecencias parlamentarias en el pasado, tanto el propio Sanchis como la directora de la Corporació Catalana de Mitjans Àudiovisuals (CCMA), Núria Llorach, escurrieron el bulto ante las quejas de los partidos constitucionalistas en este sentido. En octubre de 2020 --apenas un mes antes de que el “puta España” se profiriera por primera vez en Bricoheroes-- esta última descartaba, en la comisión de control, tomar medidas contra los mensajes de odio nacionalista de Domínguez en sus redes sociales, aduciendo que, si bien no los compartía, “es libre de hacerlo, y el libro de estilo de la CCMA no es la herramienta para hacer callar a esta gente". En la misma línea, el pasado 30 de julio, el director de TV3 quitaba hierro al asunto asegurando que, aunque este tipo de expresiones hispanófobas no le gustan, no se deben "sacar de contexto", porque se formulan en espacios supuestamente humorísticos. En lugar de hacer una reprobación pública, Sanchis anunció además que Bricoheroes renovaría su contrato para hacer una tercera temporada, como así ha ocurrido. "No limitaremos la libertad de expresión", abundaba Llorach al respecto.
Más dinero que nunca para su productora
A pesar de alardear de “transgresión”, lo cierto es que ambos cómicos --célebres por su secesionismo-- han contado hasta ahora con la anuencia y la confianza de los mandamases de los medios audiovisuales públicos de la Generalitat para atraer a una audiencia joven. Así, en plena crisis del coronavirus, la productora El Corral de l’Humor --de la cual es dueño Peyu-- ingresa más dinero que nunca en su breve historia por parte de TV3 y Catalunya Ràdio: más de medio millón de euros por sus programas de la temporada 2021/22. En concreto, 272.699 por la “producción de 20 capítulos más piezas audiovisuales” de Bricoheroes (25.565 más que la campaña pasada); y 265.004 por el El Búnquer de Catalunya Ràdio. En este último caso, la cifra casi duplica su coste del año anterior, cuando representó un desembolso de 139.978 euros (más otros 20.000 de una adenda posterior) para las arcas públicas.
Y no parece que ese filón vaya a cambiar, pues la propia presidenta de la CCMA apuntó en la comisión de control de este mismo viernes que, aunque el gag sobre la reina Letizia era "denigrante y muy machista", no ve "inconveniente" en que su colaboración continúe, a pesar de las peticiones de PSC, Ciutadans, PPC y Vox de cancelar su vínculo con estos programas. Apenas tres días después de sus lamentos por el gag sobre Letizia, Sanchis, por su parte, volvía a mostrarse conciliador con Peyu y Jair Domínguez, destacando que aunque incurren en “excesos”, "su fórmula funciona" y tiene buenas audiencias en internet. Asimismo, se comprometió a cerciorarse de que "Bricoheroes cumple el libro de estilo y criterios sensatos”. Mientras, el Consell de l'Àudiovisual de Catalunya (CAC) ha abierto un expediente de oficio para analizar el caso.
Además de en estos dos programas, Peyu y Domínguez intervienen también en otros espacios como la sección Bon dia de merda del magazine matinal El Matí de Catalunya Ràdio --donde también han dado muestras de su sesgo nacionalista-- y, en el caso del segundo, en el programa diario de TV3 Està Passant, de la productora Minoria Absoluta de Toni Soler.
Políticos de JxCat, al rescate
La sátira de estos dos cómicos parece ser del agrado, o tener las simpatías, de destacados dirigentes secesionistas. Así, las quejas de Peyu por la “censura” del gag machista sobre la reina --antes de saberse que contenía también una alusión a su hija, que él mismo omitió en el vídeo que difundió en su denuncia pública en Twitter-- contaron con el respaldo de algún diputado como Francesc de Dalmases o exconsellers como Josep Rull y Jordi Turull, todos ellos de JxCat.
“Los dos casos históricos de censura y autocensura en TV3 han sido con los Borbones. ‘Cuando el sabio señala la luna con el dedo, el necio mira al dedo’, Confucio. Gracias Peyu y Jair Domínguez, suerte de vosotros”, apuntaba De Dalmases el lunes en un mensaje en sus redes sociales.
“Inaudito. Lamentable”, se quejaba por su parte Rull, quien se atrevía a comparar incluso a ambos cómicos con el humor de culto de una hilarante serie de la BBC de los años 80: “La serie The Young Ones era provocadora y transgresora sin límites. No dejaba a nadie indemne. Pero ni a la misma Margaret Thatcher se le pasó por la cabeza censurarla. Se llama libertad de expresión”, afirmaba el político posconvergente.
Patrocinio de la empresa de Joan Canadell
De hecho, entre los patrocinadores históricos de Bricoheroes figura también otro dirigente de JxCat: su diputado Joan Canadell, cuya empresa Petrolis Independents --una cadena de gasolineras de autoservicio-- es sponsor del programa. Un mecenazgo que, de hecho, también dio pie a otra controversia, pues TV3 retiró de su parrilla televisiva las reposiciones de su primera temporada el pasado verano, después de que el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) abriera un expediente sancionador a la CCMA al constatar la presencia de publicidad indebida por referencias a productos, servicios o marcas que incumplían la normativa. En el caso de Petrolis Independents, por emplazamientos de producto con prominencia indebida --Domínguez apareció en el episodio de Bricoheroes del 15 de noviembre de 2020 con una camiseta con el logo de su marca--, sin advertir sobre ello al público. Asimismo, otras marcas de la órbita nacionalista, como Parlem, también figuran entre sus anunciantes. En ese mismo gag, Peyu lucía una camiseta de esta última.
Cameos del abogado de Puigdemont
La complicidad de ciertos sectores del secesionismo gobernante en Cataluña hacia Bricoheroes llega al punto que, en ese mismo capítulo, participó Jaume Alonso-Cuevillas, en aquellas fechas diputado de JxCat en el Congreso y, en la actualidad, en el Parlament. El también abogado del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont interpretó en el mismo el papel de letrado de Jair Domínguez. Una función que supuestamente, según ha afirmado alguna vez el presentador, también ejerce en la vida real.
El célebre abogado, asimismo, también intervino en 2018 en otro de los programas satíricos de TV3 en los que colabora Domínguez, Està Passant, que también ha protagonizado algunas polémicas por su sesgo.