Amadeu Benach, alcalde de Banyeres del Penedès, en Tarragona
Amadeu Benach
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La representación pública de la ciudadanía necesita un plus de responsabilidad. Si no se está preparado para ejercerla, lo mejor es no presentarse a las elecciones. Porque los vecinos que depositan su voto tienen unas expectativas en quienes confían el día de la votación.
Por ello, lo protagonizado hasta ahora por Amadeu Benach, alcalde de Banyeres del Penedès (Un Nou Banyeres), no tiene explicación. El edil aseguró que dejaba la política porque estaba cansado y quemado, apenas un año después de tomar la vara de munícipe.
Pero es que ahora ha dado marcha atrás, asegurando que cuenta con la confianza de su equipo de gobierno, y que quiere llevar a cabo el compromiso adquirido con la ciudadanía.
Y es que no es habitual, pero puede pasar que los políticos presenten problemas de salud y tengan que dejar su posición. No es una situación convencional, pero puede ocurrir. No en vano, en lo últimos años se ha normalizado el debate público sobre la salud mental en todos los ámbitos, también el laboral.
Pero anunciar el adiós y retractarse deja la sombra de la duda sobre la idoneidad de alguien para el cargo. Si el alcalde Benach no puede, que deje paso a otra persona. Nadie le juzgará. Pero debería ser consecuente con lo que decide, porque de lo contrario genera riesgo de desafección política.
