Ramon Salazar
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El jefe de Oncología del Instituto Catalán de la especialidad (ICO) -del cual antes fue director general- encadena demasiados escándalos como para que no pase nada. El doctor Ramon Salazar gritó y zarandeó a un trabajador de la empresa pública esta semana.
Por muy alto facultativo de un centro oncológico que sea, estas actitudes en un entorno laboral no son tolerables. El ICO debería tomar medidas para, al menos, aclarar el episodio.
Porque desde el CatSalut se conoce que no es la primera polémica que ocurre en torno a Salazar, sin soslayar que ya se vio obligado a dimitir por recibir pagos de farmacéuticas. Antes de que el grupo sanitario vea su reputación más dañada, se deberían emprender acciones.