Evolución en los últimos meses de la audiencia del digital ultraderechista 'Dolça Catalunya' en España, según datos Comscore / CG

Evolución en los últimos meses de la audiencia del digital ultraderechista 'Dolça Catalunya' en España, según datos Comscore / CG

Creación

‘Dolça Catalunya’ se desploma a la par que se abraza a Vox

El digital que surgió como respuesta popular al nacionalismo catalán sufre un auténtico descalabro de seguidores a medida que eleva su extremismo político y religioso

1 junio, 2020 00:00

La manipulación radical, el pseudoperiodismo de secta o la persecución antidemocrática no parece que dé buenos resultados a medio plazo. Dolça Catalunya, el medio ultra que nació en 2015 y vivió sus máximos momentos de esplendor en las etapas álgidas del procés, ha entrado en barrena. La audiencia desciende mes a mes y su progresivo acercamiento a las tesis del partido de extrema derecha Vox han minimizado su relevancia hasta posiciones marginales en el mapa de medios digitales editados desde Barcelona.

En abril pasado, la empresa Comscore, encargada de medir las audiencias en España y homologada por las administraciones y la industria de la comunicación, concedía a Dolça Catalunya solo 152.689 lectores en toda España, la cifra más baja del último año y el corolario de una fase descendente que comenzó el último verano, cuando el digital alcanzó los 903.692 lectores.

Entre Vox y la iglesia

Sus editores, un grupo coral de personas vinculadas a la iglesia catalana, entre los que destacan Jorge Soley Climent o el historiador y político dedicado a la comunicación Joan López Alegre. Les acompañan en la aventura de mantener una publicación en el entorno ideológico de Vox el editor Álex del Rosal o el profesor de la universidad Abat Oliba Javier Barraycoa. Con el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé y junto a Guillermo Elizalde componen el núcleo duro de la publicación, en la que también colaboran otros miembros de la iglesia catalana en posiciones muy conservadoras.

Pese a que la publicación lleva el topónimo de Cataluña agregado como apellido, su audiencia real en la comunidad autónoma es irrelevante. Según datos de Comscore, en abril pasado ascendió a 78.226 lectores, menos de la tercera parte de los votantes que tuvo Vox en las elecciones del 10 de noviembre de 2019, cuando sumó 243.026 sufragios en la región. Una observación atenta de la evolución de su comunidad de lectores muestra con claridad que Dolça Catalunya es, sobre todo, un arma mediática digital con mayor repercusión fuera que dentro de la autonomía.

Evolución de la audiencia en Cataluña del portal ultraderechista 'Dolça Catalunya' según las mediciones de Comscore / CG

Evolución de la audiencia en Cataluña del portal ultraderechista 'Dolça Catalunya' según las mediciones de Comscore / CG

Algunos partidos constitucionalistas, como Ciudadanos o el Partido Popular, han dado cobertura en determinados momentos al digital ultra. Sus dirigentes --“con la nariz tapada”, en confesión directa de uno de ellos-- se aproximaron a la publicación desconocedores de la escasa relevancia real y en la creencia de que su nivel de influencia era superior. Algunos incluso participaron en un acto público celebrado en Barcelona en el que el grupúsculo de ultras presentaba en febrero pasado en el hotel Atenea un libro editado por Del Rosal en su condición de especialista editorial.

Mentiras y contradicciones

Las contradiciones de Dolça Catalunya son variadas. Por un lado, se presentan como un grupo independiente de anónimos voluntarios que combaten el nacionalismo, pero sus contenidos, a decir de cualquier observador avezado, emanan siempre el mismo aroma de nacionalismo españolista rancio. En teoría son personas independientes que de manera altruista contribuyen a poner en evidencia el proceso separatista y lo hacen sin ánimo de lucro. Sin embargo, desde hace unos meses la publicación ya difunde publicidad programática para obtener ingresos y mantiene un intenso bazar de libros y merchandising con motivos vinculados a su línea editorial.

Una de las fijaciones editoriales de Dolça Catalunya y el grupo ultra que alimenta sus contenidos es Crónica Global. Los ataques contra este digital se han convertido en recurrentes y persiguen desacreditar la tarea del equipo de profesionales ante el supuesto constitucionalismo puro de Cataluña que ellos representan. Los anónimos integrantes de la constelación del blog digital se mantienen ocultos (pese a su defensa a ultranza del ordenamiento jurídico y del sistema judicial incumplen toda la legislación española aplicable a una publicación) y se dedican a señalar de forma pública a los nacionalistas, pero también a quienes, a su extremista juicio, son indignos de considerarse defensores de la Constitución en Cataluña.

Anonimato y oscuridad

La radicalidad de sus planteamientos, señalamientos y juicios morales y religiosos fueron retratados por Crónica Global en septiembre de 2019 en sendos artículos que se interrogaban sobre si ese proceder no mostraba analogías con una especie de Ku, Klux, Klan a la catalana. La publicación de los nombres propios causó una cierta conmoción entre los afectados que reaccionaron con desmentidos de escasa credibilidad, represalias directas con un miembro del staff de este medio o con cartas públicas en las que admitían su compromiso con Dolça Catalunya pero negaban su carácter ultramontano y preconciliar en un intento de blanqueo democrático.

Captura de la información publicada por el portal de extrema derecha 'Dolça Catalunya' en referencia a un artículo de este medio / CG

Captura de la información publicada por el portal de extrema derecha 'Dolça Catalunya' en referencia a un artículo de este medio / CG

De manera regular, las firmas anónimas del blog insisten en calificar a Crónica Global como el digital del PSC. Sus argumentaciones, capciosas y pretendidamente infamantes, han dado escaso rédito a sus autores. El medio que dirige Cristina Farrés mantiene una constante escalada de audiencia y un crecimiento imparable en reputación periodística, mientras que los obsesivos detractores viven sus peores momentos. Ante la virulencia, fijación y personalización de los ataques, el comité de dirección de Crónica decidió que ninguno de ellos quedara sin respuesta para evitar a los lectores confusión alguna. El último de ellos ha tenido lugar este domingo, cuando han insistido en usar la supuesta proximidad con el PSC para desacreditar una información de la subdirectora de política, María Jesús Cañizares, sobre cómo la justicia iba tomando el relevo a la política en España en los últimos tiempos.