La guerra de Ucrania impacta en los resultados de Industrial Veterinaria
Esta firma barcelonesa, fundada en 1980 por las familias Trias, Llobet y Arnau, pertenece al grupo germano Livisto
2 abril, 2024 00:00“La cifra de negocios de la sociedad ha disminuido por el impacto negativo que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido en el volumen de operaciones comerciales en ciertos mercados”. Así se expresa la dirección de la compañía Industrial Veterinaria (Invesa), de Esplugues de Llobregat, en la memoria anual que acompaña las cuentas de 2022.
Ingresos menguantes
Además, también atribuye el descenso a la reducción de las ventas de dos productos de gran relevancia en el mercado nacional, que se vieron afectados por cambios legislativos en la prescripción.
Debido a tales factores, la facturación cayó un 12% y se situó en 56,5 millones. El negocio en España significó 11,5 millones, los envíos a la UE 12,8 y el resto correspondió a las exportaciones.
Retribución de los socios
En punto a resultados, el beneficio neto experimentó una brusca caída de 1,6 millones a 735.000 euros. Este se aplicó por entero a dividendo.
Invesa sigue la política de distribuir como dividendo una parte del resultado. En el último decenio registró unas ganancias acumuladas de 28 millones y repartió por dicho concepto 9.
INDUSTRIAL VETERINARIA (en millones de €)
Año | Giro | Beneficio |
2022 | 56,5 | 0,7 |
2021 | 64,2 | 1,6 |
2020 | 60 | 5,5 |
2019 | 56 | 3,9 |
2018 | 52 | 2,6 |
Subsidiaria
Invesa tiene la sede en Esplugues de Llobregat. Su planta industrial, ubicada en Cerdanyola del Vallès, se dedica a la fabricación de fármacos y vacunas para el sector veterinario. Además, alberga el 100% del capital de una filial sita en El Salvador, que explota una factoría en dicho país. La plantilla de Invesa consta de 175 empleados.
Multinacional
La empresa nació en 1980, promovida por las familias Trias, Llobet y Arnau. En 2005 recibieron una tentadora oferta de cerca de 20 millones del fondo inversor Espiga, a la sazón controlado por varias cajas de ahorros. En aquella época, Invesa facturaba 19 millones.
En manos de Espiga permaneció hasta 2012, cuando cedió el control a la alemana Animedia, hoy llamada Livisto.
Invesa escritura unos recursos propios de 33 millones y no tiene contraídas deudas bancarias.