El laboratorio Hipra, productor de vacunas para animales, radica en el municipio de Amer, de 2.250 habitantes, de donde es oriundo el fugitivo Carles Puigdemont. Curiosamente, David Nogareda Estivill, mandamás de Hipra, es amigo del político y comparte con fervoroso entusiasmo sus veleidades separatistas.

Hipra se fundó en 1971 por iniciativa de Joan Nogareda Gifré, padre del actual presidente. Desde sus comienzos se dedicó a proveer de viales a la ramificada red de granjas de ganado porcino y vacuno existentes en Cataluña. Tras un crecimiento trepidante, medio siglo después ocupa ya el quinto puesto del escalafón mundial del ramo.

Una de las características más llamativas de este gigante de la Girona profunda es su exacerbado ocultismo. La memoria que acompaña los estados contables de 2022 omite púdicamente una larga batería de datos económicos, con el pretexto de que su divulgación podría acarrearle perjuicios frente a terceros.

Entre otros pormenores, se abstiene de facilitar los saldos y transacciones realizadas con las partes vinculadas, o sea, con la propia familia Nogareda.

También elude el desglose de las compras, o la distribución de la facturación por categorías y mercados geográficos, o la identidad de las sociedades patrimoniales que poseen participaciones superiores al 10% de la holding, o el importe de las remuneraciones percibidas por los administradores y el estado mayor de la casa.

Para rizar el rizo del secretismo, prescinde de informar sobre las cuarenta filiales que canalizan el grueso del negocio comercial por los cinco continentes. Se limita a citar el nombre, la ciudad de residencia, el objeto social, el auditor, y va que arde.

Las cuentas consolidadas de Hipra arrojan un imponente patrimonio de 377 millones y muestran la creciente expansión del grupo por el ancho mundo. La actividad foránea ha aumentado con ímpetu. En poco más de una década su contribución al giro total pasó del 56% al 88% y abarca ya más de un centenar de países. Sus principales clientes se encuentran en Rusia, China, Francia, Brasil, Vietnam, Turquía y Filipinas.

Las ventas del grupo subieron el año pasado un 13% hasta rozar los 400 millones. Los resultados se saldaron una vez más con excedentes de bulto. El flujo de caja aumentó hasta 86 millones y el beneficio neto engordó de 50 hasta casi 56 millones.

De estos sucintos datos se infiere la alta rentabilidad de la casa, similar a la que disfrutan otras muchas del sector farmacéutico.

De cada cien euros ingresados en las arcas de Hipra, catorce fueron directamente a nutrir la última rúbrica de las cuentas, la de las ganancias después de impuestos. Así, la compañía amasó en el intervalo 2016-22 un superávit próximo a los 300 millones.

HIPRA EN CIFRAS (en millones de €)

Año Ventas Beneficio Patrimonio
2022 396 55,7 377
2021 348 50 332
2020 319 48 287
2019 277 40 251
2018 256 34 219
2017 242 33 190
2016 222 29 164

La corporación sigue de antiguo la costumbre de retribuir a sus dueños mediante el reparto de generosos dividendos. En 2022 acrecentó la suma destinada a tal fin de 7,9 a 10,7 millones. Las acciones de Hipra están en poder del pionero y sus hijos.

El vástago mayor y hereu, David Nogareda, lidera el órgano de gobierno en su doble condición de presidente y consejero delegado. Le acompañan como vocales sus hermanos María del Mar y Arnau, más Carlos Montañés Estupiñá, Alfredo Bru Tabernero, la directora de investigación, Èlia Torroella Busquets, y Richard Rechter Leib. Este último es un ejecutivo de larga historia. A finales de los años noventa desempeñó la dirección general de Dogi (ahora llamada Nextil), fabricante de tejido elástico de El Masnou, y acaudilló su exitosa salida a bolsa.

Hipra posee seis factorías en España y Brasil. En ellas lleva invertidos desde la constitución 500 millones, sufragados hasta el último céntimo con recursos propios. Hace tres años puso en marcha la división de salud humana, que en poco tiempo lanzó la primer antídoto español contra el Covid.

El balance de Hipra en 2022 todavía no refleja la contribución de su vacuna. De momento, esta ha tenido escaso éxito internacional, pues los pedidos brillan por su ausencia. El único cliente hasta ahora es el Gobierno, que financió el proceso investigador de la firma catalana con 15 millones.