Carles Tusquets, candidato a la Cámara de Comercio de Barcelona / LENA PRIETO

Carles Tusquets, candidato a la Cámara de Comercio de Barcelona / LENA PRIETO

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Tusquets: “Un gestor dirige una empresa, un empresario se juega su patrimonio”

El candidato a la presidencia a la Cámara de Comercio de Barcelona defiende una estrategia para recuperar el músculo económico que ha perdido la capital catalana

30 abril, 2019 00:00

Carles Tusquets es uno de los tres candidatos a la presidencia a la Cámara de Comercio de Barcelona. Se la disputa con el independentista Enric Crous y el economista Ramon Masià. De todos ellos, es el único que se presenta bajo la bandera de la renovación al no contar con experiencia previa en esta entidad y con el objetivo de conseguir la “institución de la segunda mitad del siglo XXI”.

–Pregunta. ¿Cómo definiría esta campaña electoral sui generis que ahora toca a su fin?

–Respuesta. Es la primera vez que concurren tres candidaturas como presidenciable más otras dos que quieren influir [ANC y la propuesta 50/50 a favor de la equidad]. Estamos ante un momento muy importante para que Barcelona sea de nuevo la capital económica del Mediterráneo. Hemos perdido lugares en el ranking y la situación política que hemos vivido no nos ha ayudado. Siendo Barcelona la ciudad más atractiva de Europa para vivir, comunicarse y trasladarse, no aprovechamos esta situación y debemos recuperarla.

–¿Cómo se consigue?

–Se necesitan muchas cosas. Primero, que la Cámara sea muy conocida. Que todos los empresarios sepan qué hace por ellos, cómo la pueden aprovechar a su favor y la fuerza que tiene al nombrar a representantes en Fira Barcelona, en el puerto, el aeropuerto, en Turismo de Barcelona, en la Zona Franca o en el Barcelona Centro de Diseño, por ejemplo. Además, tiene la secretaría de la asociación de cámaras de todo el Mediterráneo, Europa, Asia y Norte de África. El día que sea presidente, como espero, dedicaré los primeros meses a comunicar. Si no, no dispondré de la fuerza que los empresarios necesitan.

–Quien parece que sabe muy bien qué poder tiene la institución es la ANC, que pide que la Cámara se convierta en otro altavoz de los independentistas.

–Creo que no toca. La Cámara debe ser totalmente apolítica mande quien mande y no debe ejercer de instrumento a favor de la política. Debería ser una especie de contrapoder ante la Administración para conseguir que sea más business friendly. Cataluña es una de las regiones de Europa con más presión fiscal para el empresario y con problemas de interconexión con el territorio, como la falta de fibra óptica en algunos polígonos industriales, por ejemplo.

–¿Qué ha fallado en los últimos gobiernos autonómicos?

–Estamos en una situación en que no se percibe, ni a nivel local ni autonómico, que las administraciones propicien la mejora de las inversiones que recibe Cataluña. De manera general, a veces parece claramente lo contrario.

–¿Cómo se da la vuelta a esta situación?

–Con una institución más fuerte. Se necesita que mucha gente vote en las próximas elecciones y que los electores conozcan y se sientan identificados con la Cámara. Exagero para que se me entienda, pero un porcentaje importante de los empresarios y autónomos no la conocía. Ahora se ha conseguido un poco más, pero porque la campaña ha sido muy… ilustrativa.

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global'

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global'

Retrato de Tusquets después de la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

–¿Se esperaba una campaña tan bronca en la que le han dirigido descalificaciones a título individual desde candidaturas rivales?

–Sinceramente, me sorprende que haya descalificaciones personales y que se digan mentiras respecto a mi situación personal. Yo creo que se debe vender en positivo el programa de cada candidato y su experiencia. Yo he creado empresas, he presidido instituciones de la sociedad civil emprendedora como el Círculo de Economía; la Comisión Económica del Barça, a la que continúo vinculado; o la asociación más importante del sector financiero en Europa, EFPA, que cuando pude entrar éramos 30 miembros y ahora llegamos a los 30.000. Saber presidir instituciones es básico, no me parece ver este perfil en mis contrincantes. Y, luego, ser empresario.

–¿Qué es ser empresario?

–Es el que se juega su dinero. Cuando impulsé Fibanc hipotequé mi piso para comprar una pequeña gestora que luego se convirtió en un banco. Con el dinero que conseguí con su venta ahora invierto en recuperar a empresas pequeñas y convertirlas en medianas y entro en medianas para que sean grandes. Lo hago con mi dinero y el dinero de los inversores que vienen conmigo. Un gestor dirige una empresa y ser empresario es jugarte tu patrimonio, atraer a inversores, crear empleo y nuevas compañías. Es importante que el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona tenga experiencia institucional, haber presidido instituciones y cuente con una trayectoria empresarial.  

Retrato de Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

Retrato de Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

–¿Hace falta más protagonismo en Cataluña, a nivel general, para que surjan estos empresarios que se juegan su dinero?

–Los jóvenes con talento se marchan. Mi propia hija está en París montando una empresa. ¡Intentaré atraerla para que venga aquí! Por qué ocurre esto, porque Barcelona ha perdido posiciones y ya no es tan atractiva básicamente por la cuestión fiscal que hemos comentado. También se debe tener en cuenta que si muchos tienen problemas para llegar a final de mes, ¿cómo van a dedicar tiempo a la sociedad civil?

–¿Cuál es su receta ante esta situación?

–Propongo crear la Cámara Joven. Les dejaremos las instalaciones para que decidan qué les conviene más y luego nos trasladen sus preocupaciones para intentar priorizarlas. Será una especie de entreno para que nos puedan sustituir en cuatro años. Estoy preocupado por este tema, igual que por la falta de mujeres, quizá por las dificultades de conciliación. Fijaos que el ámbito 50/50 sólo ha conseguido presentar a unas 10 personas de los 40 epígrafes.

–Algunos de los problemas que apunta vienen dados por la estructura del mercado laboral.

–Si se quiere ser competitivo a nivel europeo y mundial, que es lo que yo pretendo con las empresas de aquí, no puedes basarte en bajar los salarios de tu gente. En Trea Capital, que es la sociedad por la que me presento y tengo mi patrimonio, mirad qué retribuciones se pagan. Y hemos sido capaces de atraer a gente de EEUU, Alemania o Inglaterra, por ejemplo. El talento se paga porque da valor añadido, cualquier otra opción es una mentira. Sólo se es más competitivo cuando se aumenta el valor de los productos y de los servicios. Si te basas sólo en los salarios, acabas mal y empobreciendo no sólo a tus empleados, también a tu propia empresa por falta de innovación.

–¿Qué puede aportar un gestor con experiencia?

–Los que tenemos canas podemos enseñar nuestra experiencia, pero se necesita gente joven con talento. Conocen mucho mejor cómo se pueden aplicar las tecnologías que están cambiando todos los sectores de actividad, desde el bancario a la industria del mueble con propuestas como las que hace Ikea, un grupo que no sólo la ha modificado, sino que ahora apuesta por la venta de productos más personalizados y quiere entrar en las ciudades.

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

Tusquets durante la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

–Esto también asusta a los pequeños comerciantes.

–El futuro está entre la personalización y la tecnología. Yo lo defino con dos palabras muy fáciles en inglés: high tech + hight touch. Se necesita un trato personal con los clientes y los proveedores, dejar de ser tan frío y saber qué quieren. En cuanto a la tecnología, sólo lo puedes obtener con gente muy buena dentro la compañía. Con los salarios bajos nunca se conseguirá.

–¿El empresariado catalán tiene aversión al riesgo o es sólo un mito?

–El empresario necesita una estabilidad política y reglamentaria. No puede ocurrir que no sepamos si estamos en la Unión Europea o no, si tenemos que vender en Cataluña o no o si nos podemos trasladar o no. Para conseguir el Corredor Mediterráneo, por ejemplo, requerimos tejer complicidades en Andalucía, Murcia, Valencia, Marruecos, Francia y Madrid. ¿Quién se beneficia más de ello? Barcelona. No nos podemos mirar el ombligo, debemos mirar a nivel global. En el empresariado ocurre lo mismo. Requiere una estabilidad política y una fiscalidad clara y duradera que no puede cambiar cada año por el Gobierno de turno. En este escenario, la aversión al riesgo incrementa.

–¿Se consigue más estabilidad con los resultados del 28A?

–Los empresarios tenemos que estar acostumbrados a cualquier escenario político y a poder interlocutar con todas las formaciones, sean de derechas o de izquierdas. Nuestra misión es hacer ver a los políticos que si se quiere justicia social nos debemos ayudar de forma mutua para hacer crecer el pastel. Por eso es muy importante la comunicación con la ciudadanía, ya que la opinión pública puede obligar a los políticos a ir por el camino adecuado.

–¿Sería partidario de jugar al ataque en el desarrollo de iniciativas políticas que afecten a los empresarios?

–Apoyaremos las que salgan si nos convienen, pero hay que anticiparse y hacer propuestas, tener las ideas claras. Es por este motivo que en nuestra candidatura hemos diferenciado dos programas, uno top-down que es igual para todos los sectores porque trata temas económicos importantes, y los bottom-up para los sectores de actividad concretos como el turismo, el comercio o la movilidad. Las problemáticas que a su vez están interconectadas, por lo que podemos presentar a los ayuntamientos y a la Generalitat propuestas para coordinar y mejorar. Si todo el mundo va por su lado y cada consejería inventa lo que quiere, perdemos todos.

–Uno de los inventos del actual departamento de Empresa y Conocimiento es un sistema de votación electrónico que ya acumula dos recursos y medio judiciales.

–Este sistema sumará por la mayor participación, lo que ocurre es que debería ofrecer las máximas garantías y seguridad. No se ha hecho nunca en España y menos en un proceso que requiere una doble confirmación para votar. Una cosa es impulsarlo en unas legislativas, donde sólo pides el DNI de los electores, y otra es optar por unas elecciones camerales en que primero se identifica al empresario y luego se le piden los poderes para demostrar que es el dueño de la firma electrónica. Es mucho más complicado y aquí hemos empezado al revés.

–¿Qué escenario habría preferido?

–Que primero hiciésemos pruebas en unas legislativas, como por ejemplo las elecciones a la Generalitat, y luego nos fuéramos complicando la vida en unas en que se necesita el segundo paso, el apoderamiento empresarial de esta persona. Nos hemos metido en un tema complejo y ahora se debe evitar cualquier fraude o suplantación de identidad. Cuanta más participación más fuerza tendrá el presidente, pero se debe hacer bien.

Retrato de Tusquets después de la entrevista en 'Crónica Global'

Retrato de Tusquets después de la entrevista en 'Crónica Global'

Retrato de Tusquets después de la entrevista en 'Crónica Global' / LENA PRIETO

–¿Presentarán un recurso contra el sistema electoral?

No vamos a impugnar las elecciones. Sólo pedimos que se hagan con la máxima cautela, legalidad, que se evite la suplantación de identidad y una posible caída del sistema o la actuación de hackers.

–¿Qué relación debe tener la futura Cámara de Comercio de Barcelona con el resto de agentes económicos del territorio?

–La Cámara es una institución de derecho público en la que todos los empresarios y autónomos estamos adscritos por ley. Agrupa a todos los demás, las patronales y otras organizaciones de opinión como es el Círculo de Economía, y no debe competir con estas instituciones, debe agrupar sus ideas. Es necesario crear el plan estratégico Barcelona 20-30 y aquí deben participar el Barça, el RACC, el Círculo de Economía, las patronales y los sindicatos. Y que ninguno se ponga la medalla. Debemos ser suficientemente generosos para decir que lo hemos hecho posible entre todos.