El valor conjunto de BBVA y el Sabadell cae siete veces más que el del resto del sector bancario
- La respuesta del mercado se suma a la extensión del análisis de Competencia acerca de la OPA para añadir dificultades a una operación a la que el oferente ya no descarta renunciar
- Más información: BBVA, dispuesto a retirar la OPA al Sabadell si las medidas de la CNMC afectan a la rentabilidad
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El mercado ha dictado su particular sentencia sobre la OPA de BBVA a Banco Sabadell tras la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de llevar el expediente a Fase 2. No es casual que ambos valores hayan sido los más castigados del sector en la sesión inmediatamente posterior a la decisión del regulador. Pero aún menos que la suma de las capitalizaciones de los dos implicados acumule una merma superior al 16% desde que se conocieron las primeras noticias sobre la intención de BBVA de absorber a su competidor.
La decisión del regulador no ha sido una sorpresa para los inversores, cuya templada reacción no es sino un reflejo de que la extensión del análisis de la operación era algo esperado. Incluso, en parte descontado, lo que explica en buena medida por qué la caída que registra la capitalización agregada de BBVA y Banco Sabadell es casi siete veces superior a la que refleja la del resto de la banca cotizada en idéntico periodo.
En valor absoluto, el recorte se sitúa en el entorno de los 11.800 millones de euros. No se trata del máximo registrado desde que se puso en marcha la operación (a comienzos de agosto, por encima de 15.100 millones). Pero sí es uno de los más elevados, especialmente en relación con las otras entidades. En general, el comportamiento del sector ha sido peor que el del conjunto del mercado en los últimos meses, debido principalmente al efecto de las primeras subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, las diferencias no son tan llamativas cuando la comparación se establece con el resto del sector. Mientras el Ibex 35 muestra avances del 2,5% en el periodo citado, la capitalización agregada de los otro cuatro bancos cotizados se deja algo más de un 2%.
La opción de la retirada
La coincidencia generalizada entre los analistas es que la decisión de la Sala de Competencia de la CNMC añade complicaciones a la OPA y la posterior fusión que planea BBVA.
Algo que ya se hace incluso palpable en las manifestaciones públicas de la propia entidad con sede en Bilbao, que comienza a recordar con cierta frecuencia que tiene en su mano renunciar a la operación en el caso de que el escenario planteado haga que sus cálculos salten por los aires.
"Esperamos que la transacción se apruebe en pocos meses manteniendo todo su potencial de creación de valor", señaló el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, pocas horas después de conocerse la medida de la CNMC. "No dudaremos en retirarnos si no hay creación de valor", añadió a continuación.
Tras los últimos acontecimientos, bien puede decirse que el planteamiento de la operación no ha generado valor ni siquiera para la entidad opada. Las acciones de Banco Sabadell cotizan en torno a un 1,5% por debajo de cómo lo hacían en la víspera de que se publicaran las primeras noticias sobre el nuevo intento de su competidor por absorberlo. Descensos en línea con la suma del resto del sector pero especialmente llamativos en el caso de un valor sobre el que se ha planteado una oferta de compra.
Creación de valor en entredicho
Más allá de apreciaciones u opiniones, lo que es un hecho tangible es que el calendario planteado por BBVA ha quedado definitivamente desfasado. El proceso se extenderá necesariamente más allá de lo que marcaba la hoja de ruta de la entidad que preside Carlos Torres. Al menos, hasta bien entrado 2025.
La demora obliga necesariamente a hacer nuevos números y reformular cuentas. Una circunstancia que añade incertidumbre a la operación y que complica potencialmente el objetivo de llevarla a cabo con toda la creación de valor de la que hablan los principales ejecutivos del banco oferente.
Tanto BBVA como Banco Sabadell han reaccionado de forma moderada a la decisión de la CNMC. Ambos cerraron la jornada del miércoles con recortes del 0,4% y el 0,3%, respectivamente.
"La respuesta del mercado da idea de que la decisión de Competencia estaba en buena parte descontada. Pero resulta más sintomática la trayectoria en un plazo más largo", apuntan desde un banco de inversión internacional. "Las reacciones bursátiles en caliente no son siempre fiables y en ocasiones se deben a un efecto arrastre. Pero en este caso hablamos de un periodo de seis meses, suficiente para observar ya una tendencia definida".
En cualquier caso, el hecho de que el expediente transite hasta la Fase 2 supone de facto que la CNMC detecta que la operación podría incidir de forma negativa en la competencia del mercado financiero, especialmente en algunos territorios, como es el caso de Cataluña y Comunidad Valenciana.
De este modo, se abre la puerta a que un hipotético visto bueno de la operación lleve aparejadas severas condiciones que puedan alterar los planes y, sobre todo, los cálculos de BBVA.
Y además, introduce directamente la operación en la esfera política. No en vano, el regulador solicitará un preceptivo informe a las citadas Comunidades Autónomas. En último término, la medida permite también que el Gobierno central pueda pronunciarse al respecto. Desde el primer momento, la oposición de Moncloa a la operación ha sido contundente.