Fachada de la Cambra de Comerç de Barcelona, que garantiza el voto secreto en el manifiesto de apoyo al CxR / EUROPA PRESS

Fachada de la Cambra de Comerç de Barcelona, que garantiza el voto secreto en el manifiesto de apoyo al CxR / EUROPA PRESS

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Inquietud en la Cámara de Comercio por el voto secreto sobre el apoyo al Consell per la República

La institución decidirá este miércoles sobre el reconocimiento del organismo de Puigdemont, la supresión de la corona de su emblema, la reducción de las 'sillas de plata' y la nueva sede

29 junio, 2022 00:00

La Cámara de Comercio de Barcelona somete este miércoles a votación de los miembros del pleno diversas propuestas controvertidas, algunas de ellas con un marcado cariz político, lo que ha generado inquietud en algunos de los vocales --incluso malestar-- por no tener la seguridad de que se vaya a respetar escrupulosamente la confidencialidad de su voto.

Entre las iniciativas más incómodas que serán votadas destacan un manifiesto de reconocimiento del Consell per la República, la supresión de la corona borbónica de su emblema y la reconfiguración de su órgano de gobierno (con la reducción de las denominadas sillas de plata de las 14 actuales a solo dos). Además, el pleno decidirá sobre la licitación de la nueve sede de la entidad, en el distrito 22@, por 55 millones de euros.

"Inseguridad" del voto telemático

Fuentes internas de la institución señalan que el nuevo reglamento de régimen interno --que se actualizó con motivo de la situación generada por la pandemia-- garantiza el anonimato del voto presencial, pero no ocurre así para el telemático. Algunos miembros consideran que existe una situación de "inseguridad" puesto que no se ha establecido un procedimiento para asegurar la confidencialidad del voto a distancia. Esta circunstancia podría dar lugar a impugnaciones de las decisiones que adopte el pleno este miércoles.

De hecho, el descontento entre los miembros de la Cámara es creciente por este y por otros motivos. Entre ellos, la falta de debate en el comité ejecutivo respecto a las propuestas que se trasladan al pleno y la poca legitimidad de los órganos de gobierno de la entidad tras la sentencia que anuló parcialmente las elecciones de 2019.

La dirección rechaza la falta de garantías 

Sin embargo, desde la dirección de la Cámara de Comercio insisten en que los vocales tienen la "potestad" de solicitar el voto secreto y ejercerlo de este modo, algo que, sin embargo, no tranquiliza a todos los participantes de la sesión.

"Si quisieran, podrían pedirlo", subrayan desde la institución. Y aseguran que en ninguna ocasión se han votado cuestiones políticas sin garantías de la confidencialidad de la elección. 

El castellano, vetado

La Cambra, hoy presidida por Mònica Roca y controlada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) por medio de la candidatura Eines de País desde 2019, se ha politizado en este tiempo hasta el punto de vetar el castellano. Su siguiente objetivo es sacar adelante el reconocimiento del Consell per la República del expresident fugado Carles Puigdemont (y probablemente lo logrará, dado que la mayoría de representantes del pleno son independentistas).

El texto que se vota este miércoles expresa, tal y como avanzó Crónica Global, "el reconocimiento merecido al Consell per la República por su preciada tarea dirigida a conseguir aquel objetivo [la independencia de Cataluña], tan necesario como urgente para el tejido productivo" de Cataluña, "y a su asamblea de representantes, constituida recientemente en la Cataluña Norte, como órgano legítimo de representación".

El mantra de las inversiones

La declaración considera necesaria una "política económica valiente" que acabe con el "menoscabo y los agravios crónicos" que, según ellos, mantiene el Gobierno de España en relación a las inversiones en infraestructuras, aunque los datos demuestran que no son como los presenta el independentismo. Asimismo, la Cámara apela a su compromiso con la internacionalización de las empresas catalanas.  

El manifiesto asegura que "la mayoría de miembros de este pleno y también del empresariado" apoyan la independencia de Cataluña. Una voluntad que, a su parecer, fue expresada en las elecciones de la Cámara del pasado mayo de 2019. Lo que no menciona el texto es que esos comicios a los que se refiere están parcialmente anulados porque el proceso "vulneró el derecho fundamental a la igualdad" de los electores en el sistema electrónico que se usó para elegir a 40 de los 60 representantes del pleno. Una sentencia que, actualmente, está recurrida por el Govern.

Menos 'sillas de plata'

Por otra parte, el pleno de este miércoles también votará acerca de la supresión de la corona borbónica del escudo tradicional de la institución. La dirección propone un nuevo diseño más minimalista y moderno en el que no haya ninguna referencia a la corona monárquica.

Además, la ANC pretende acometer una notable reconfiguración de su máximo órgano de gobierno. Espera que el pleno apruebe la reducción de las denominadas sillas de plata de las 14 actuales a solo dos. Estos puestos los ocupan representantes de grandes empresas que realizan aportaciones voluntarias a las arcas de la organización de derecho público. En concreto, estas corporaciones efectúan un desembolso de un mínimo de 75.000 euros anuales. No obstante, en 2021, NaturgyCatalonia Hotels y Abertis alegaron motivos económicos para dejar vacantes sus puestos, aunque su decisión coincidió en pleno auge de la politización de la Cambra.

Nueva sede

Finalmente, el pleno de la Cámara de Comercio de Barcelona decidirá este miércoles si activa los activa los trámites para mudarse de sede, en lo que se denomina proyecto 22@, una iniciativa heredada de la anterior etapa de Miquel Valls.

Los planes pasan por levantar un edificio de 20.500 metros cuadrados en un solar del distrito tecnológico (en la confluencia entre la calle Selva de Mar y la avenida Diagonal). Para ello, está previsto licitar un contrato de construcción y explotación del inmueble con una duración de 35 años por un importe de 55 millones de euros. De las 21 plantas del edificio, la Cambra ocupará ocho, mientras que el resto tendrán como inquilino al Ayuntamiento de Barcelona. La sede actual, en Diagonal 452, tiene una superficie de 6.237 metros cuadrados, mientras que en la futura ubicación la entidad contará con 7.400.