El Observatorio de Servicios Urbanos denuncia que la tarifa del agua en Terrassa ha subido un 42% tras la municipalización
- En 2018, la empresa pública Taigua cogió el relevo a Mina Pública d’Aigües de Terrassa, la sociedad que gestionaba el servicio en la cocapital del Vallès.
- Más información: Sólo el 3,7% de los ciudadanos de Terrassa considera un problema su servicio de agua
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El Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), un organismo que se encarga de analizar la satisfacción del conjunto de servicios públicos, ha presentado un estudio en el que muestra que la tarifa del agua en Terrassa se ha incrementado un 42% a raíz de la municipalización del servicio.
En 2018, la empresa pública Taigua cogió el relevo de Mina Pública (Aigües de Terrassa), que había operado en la ciudad desde el siglo XIX, en la gestión del servicio. “El problema no es público o privado, es el modelo de decisión”, apunta el presidente de OSUR y exministro socialista, Francisco Caamaño.
Según el criterio del Observatorio, la municipalización del servicio del agua en Terrassa ha representado un incremento del 56% en los gastos de personal y un aumento del 30% de la plantilla.
El componente político en la gestión pública
Desde la perspectiva del Observatorio de Servicios Urbanos, el Ayuntamiento de Terrassa transitó hacia la municipalización del servicio del agua con “sesgo político” e inexactitudes. “Antes de empezar un proyecto de estas características debes asegurarte una estructura con una cierta experiencia, porque la gestión del agua es una actividad compleja”, recuerda Caamaño.
En este sentido, OSUR destaca que la decisión de asumir la gestión del agua directamente en Terrassa se tomó con la premisa de que, al tratarse de una empresa pública, se reducirían los costes al eliminar la partida destinada a beneficios empresariales y la bonificación en el impuesto de sociedades.
La "trampa" contable
Sin embargo, el Observatorio asegura que la partida de beneficios fue absorbida por otras partidas de costes, entre ellas los “costes indirectos”, y que los beneficios fiscales y la adscripción gratuita de las instalaciones de la red no han compensado los desajustes en la gestión, lo que ha llevado a la subida elevada de las tarifas para evitar pérdidas.
OSUR reitera que el ejemplo de Terrassa refleja los retos asociados a la gestión directa de un servicio tan complejo como el suministro de agua, en los que la municipalización debe basarse en criterios de viabilidad y eficiencia.
El posicionamiento de los ciudadanos de Terrassa
En 2018, poco antes de iniciar el cambio del servicio de agua, el barómetro de Terrassa publicaba que los ciudadanos aprobaban con un 7 la gestión de entonces. En diciembre de 2017, un sondeo encargado por Crónica Global reflejaba que solamente un 3,7% de los egarenses consideraba que el suministro era un problema real.
Además, más de un 50% de las personas consultadas creían que el Ayuntamiento de Terrassa no estaba en disposición de asumir la gestión del agua y, a la vez, no debía destinar dinero público a ese fin.