Sólo el 3,7% de los ciudadanos de Terrassa considera un problema su servicio de agua

El debate sobre la municipalización del agua que se ha abierto en la ciudad de Terrassa (Barcelona), la primera gran urbe catalana que podría cerrar la puerta al modelo concesional vigente para que el ayuntamiento asuma la gestión directa del servicio, no ha calado en la población. Así lo muestra una encuesta de Invymark realizada para Crónica Global, un sondeo que refleja con claridad que se trata de un debate más político que ciudadano.

Principales problemas que tiene el municipio de Terrassa

Sólo el 3,7% de los 600 egarenses entrevistados consideran que este suministro resulta un problema. Es más, hay que descender hasta la posición decimonovena para encontrar esta preocupación.

Lo que sí interesa a los ciudadanos de Terrassa (la tercera ciudad catalana por habitantes) nada tiene que ver con las políticas emprendidas por su consistorio: la limpieza viaria (39,8%), el paro (32,8%), la gestión de la inmigración (21,3%) y la insuficiencia de obras públicas (16,2%).

Presupuesto municipal

Además, el 54,3% de los entrevistados que respondieron manifestó que el Ayuntamiento de Terrassa no está en disposición de asumir la gestión del abastecimiento del agua y el 52,2% afirma que no es necesario destinar una parte del presupuesto municipal a este fin.

Al igual que sucediera en otras ciudades españolas gobernadas por formaciones políticas que promueven las remunicipalizaciones (Valladolid fue uno de los ejemplos), la mayoría de habitantes de Terrassa considera que se deberían priorizar otras partidas antes que destinar fondos a la gestión pública del abastecimiento.

Mejor valoración ciudadana

Se da la paradoja que el servicio de aguas es el que obtiene mejor nota en la valoración ciudadana. Saca un 6,9 sobre diez en la encuesta, en gran medida porque el 66,7% de los consultados afirma que es bueno. Supera al transporte público, que obtiene un 6,6; la recogida de basuras, que pasa este examen con un 6,1; y el cuidado de parques y jardines, que reporta un 5,8.

La limpieza y el estado de las calles de Terrassa suspenden de manera ajustada. Ambos obtienen una nota del 4,9 en la valoración de la calidad de la prestación que hacen los egarenses.

Necesidad de consultar a la ciudadanía

Ficha técnica

Metodología de la encuesta de Invymark realizada para Crónica Global 

A pesar de la distancia con la que se ve el debate sobre la remunicipalización del suministro de agua, el 91,2% de los encuestados manifiestan que es necesario consultar a los ciudadanos antes de aprobar un cambio fundamental en la gestión de la urbe, como ocurre con el caso analizado.

La demanda resulta transversal en los votantes de todos los partidos políticos, incluso en los que han defendido abiertamente la necesidad de no renovar la concesión a Mina Pública de Aguas de Terrassa, que vence en 2018.

Opciones por partidos

Así lo expresan el 97,6% de los encuestados que votaron a los comuns en las últimas elecciones locales y el 93,5% de los que hicieron lo propio con el PSC, el partido que ha ocupado la alcaldía en los últimos años. Inició el proceso Jordi Ballart, aunque renunció al cargo por el apoyo de los socialistas al 155 y fue sustituido por Alfredo Vega (PSC).

Los votantes que menos apoyan una consulta ciudadana en este sentido son los del PP (78,9%) y Ciudadanos (82,8%).

Respaldo a la empresa actual

Sobre la empresa que actualmente realiza el servicio, el 56,5% de los egarenses consultados prefiere seguir con el proveedor del servicio de abastecimiento actual. Sólo los votantes de Terrassa en Comú y de ERC apuestan masivamente por una gestión pública con el 78,6% y el 69,2%, respectivamente.

Resultados según sexo y edad

Preferencias sobre la gestión del abastecimiento de agua

El 59% de los socialistas consultados apuestan por mantener la gestión mixta, igual que el 62,1% de CiU, el 69% de los que votaron a Ciudadanos y el 73,7% de los que apoyaron al PP.

El 80,5% de los egarenses que han participado en el sondeo aseguran que conocen a la gestora del servicio público y el 81,8% que está satisfecho con el trabajo que hace.