Imagen de la oficina de una entidad bancaria con la oferta de hipotecas / CG

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Abril marca el primer descenso de las hipotecas a tipo variable en 27 meses

La reducción del diferencial no llega a los 10 puntos básicos y apenas se apreciará en las cuotas, pero será un anticipo de los recortes esperados a partir del segundo semestre

27 abril, 2024 00:00

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Al fin llegó y un poco antes de lo esperado al comienzo del curso. La mayoría de los tenedores de un préstamo hipotecario a tipo variable verán reducida la cuota mensual por primera vez en algo más de dos años, concretamente en nueve trimestres, en los que los diferenciales han llegado a elevarse 3,8 puntos porcentuales, hace algo más de 12 meses. 

La consecuencia del cambio de tendencia que se anticipa ya en el mes de abril, pero que será mucho más visible a partir del segundo semestre de 2024, es la progresiva y tendida reducción experimentada desde el pasado mes de octubre por el euríbor, al que están referenciados la mayoría de estos préstamos, y como anticipo de los primeros recortes de tipos de interés en la eurozona que se esperan a partir de junio.

Cuesta abajo tras el verano

Pese a que el indicador ha protagonizado un leve repunte, en torno a los diez puntos básicos desde que comenzó el año, la diferencia con el de hace 12 meses será negativa en abril por primera vez desde el ya lejano enero de 2022, cuando una subida de 28 puntos básicos rompió una racha inédita de 36 meses consecutivos de caídas en las cuotas hipotecarias. 

Para aquellos a los que corresponda la repreciación del préstamo en abril la diferencia será mínima, de apenas cinco puntos básicos, que será menos apreciable cuanto más cercano esté el vencimiento del crédito. Pero marcará el inicio de una tendencia cuya aceleración se espera para la segunda mitad de 2024, a partir de que el Banco Central Europeo (BCE) lleve a cabo la primera reducción del precio oficial del dinero en la zona euro desde que, dos años antes, decidiera cambiar el ciclo de la política monetaria para tratar de controlar la inflación

Sede del Banco Central Europeo, en Francfort / BCE

Sede del Banco Central Europeo, en Francfort / BCE

El de abril no es precisamente la referencia del euríbor más baja de los que va de año; el tipo cerrará el mes en torno al 3,7%, una décima por encima del registrado como media en enero. Sin embargo, sí será el primero que se sitúe por debajo de su comparable de hace 12 meses por primera vez desde enero de 2022.

La ansiada bajada de las hipotecas, cuyo repunte se ha convertido en un serio problema para las clases medias y bajas y ha provocado un vuelco en la oferta de los bancos debido a la caída de la demanda, llega incluso un poco antes de tiempo respecto a la previsión del sector a comienzos de año.

Antes de lo previsto

Durante la presentación de los resultados anuales de las entidades financieras, en las primeras semanas de 2024, sus principales ejecutivos estimaron que las primeras rebajas se darían en torno a los meses de junio o julio. 

Por entonces, la curva de tipos a futuro anticipaba ese leve repunte que, en efecto, se ha producido desde enero, y el consenso de los mercados apuntaba a dos recortes de tipos de interés por parte del BCE antes de fin de año.

En aquel momento, se esperaba que el grueso del recorte del precio oficial del dinero se trasladara a 2025. Sin embargo, un aterrizaje más suave del esperado y la evolución a la baja de la inflación, que también ha sido más pronunciada, ha llevado a la entidad emisora a adelantar sus decisiones, con lo que ahora el consenso ha pasado a prever hasta tres recortes hasta diciembre.

Desde mediados de 2022, el alza de los tipos ha sido de una intensidad inédita en la historia del BCE, que comenzó a ser operativo a finales del pasado siglo. Nada menos que 450 puntos básicos en poco menos de dos años, que ha provocado un significativo freno para las economías de la zona euro, en plena recuperación de la crisis provocada por la pandemia.

La demanda se resiente

En los últimos trimestres, la actividad comercial de la banca ha reflejado un descenso de la demanda de hipotecas como consecuencia de la notable subida de los precios. Tras una primera fase, en la que hubo multitud de traspasos a productos de tipo fijo y ofertas de nuevas hipotecas de esta modalidad, sus condiciones dejaron de ser tan ventajosas a medida que el BCE elevaba el precio oficial del dinero. 

En esta época también han surgido productos mixtos, que dan la opción de combinar ambas modalidades, con el fin de adaptarse a los sucesivos cambios de ciclo. 

Para el próximo ejercicio también se prevén tres recortes de los tipos de interés en busca de estabilizarlos definitivamente, al tiempo que el BCE se aproxime a su principal objetivo de mantener la inflación en el entorno del 2%.