La opacidad de Santacreu con las cuentas de la Cámara de Comercio de Barcelona inquieta al empresariado
Parte del pleno reprocha la falta de detalle sobre la auditoría extraordinaria y la salida fulminante de la gerente ordenadas por el nuevo comité
3 febrero, 2024 00:00Noticias relacionadas
El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu, sigue despertando dudas. Dudas que quedaron patentes en el primer pleno del año celebrado por la corporación pública. En la reunión del máximo órgano de representación, llevada a cabo el pasado miércoles, varios vocales pidieron más detalles sobre los planes del comité ejecutivo que comanda el directivo.
Las críticas por la opacidad, incluso el secretismo de la cúpula cameral, fueron destacadas. En ocasiones se llegó al tono bronco. En cualquier caso, el hecho más revelador es que se trató de una petición transversal.
Según fuentes consultadas por Crónica Global, varios representantes de Eines de País, la lista auspiciada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que perdió las recientes elecciones camerales, así como parte de los vocales afines a Va d'Empresa, la candidatura que llevó en volandas a Santacreu hasta la presidencia de la entidad, manifestaron su malestar por la ejecutoria de la Cambra.
Interrogantes sobre las cuentas
En el seno de la institución se acumulan los interrogantes sobre la estrategia del ex consejero delegado de DKV. Aunque se reconoce que Santacreu acaba de aterrizar --el pleno de constitución se celebró en octubre--, la falta de pormenores sobre proyectos capitales para la organización intranquiliza a buena parte de los integrantes del plenario.
Hay tres asuntos clave. Por un lado, el presupuesto de 2024, que fue aprobado por el órgano aun con reticencias. El tesorero de la institución, Xavier Comerma (Banco Sabadell), fue el encargado de defender las cuentas.
Según un interlocutor, los números de la entidad incluyen las aportaciones de las dos sillas de plata, el sobrenombre que reciben las vocalías ocupadas por empresas con grandes aportaciones económicas. Ello pese a que ambos puestos siguen vacantes tras el fracaso de la primera convocatoria lanzada por la Cambra para cubrirlos.
Vinculada al presupuesto está la cuestión de la auditoría extraordinaria encargada por la corporación. Esta misma semana, Santacreu no dio información en la rueda de prensa del primer informe de coyuntura económica de 2024. Tampoco lo hizo a puerta cerrada.
La salida de Eva Borràs
Aún hay otra fuente de desazón: el despido fulminante de Eva Borràs, la gerente de la institución nombrada por la ANC durante la etapa de Mònica Roca. La salida de la profesional se llevó a cabo de forma atropellada este enero, y se produjo de nuevo sin comunicarlo previamente a los integrantes del pleno. El carácter expeditivo de la medida se justificó por la "pérdida de confianza" de Santacreu en la gestora.
Las mismas fuentes sostienen que el presidente achaca a Borràs la delicada coyuntura financiera de la Cambra, que ya no goza del superávit con que se la encontraron los sucesores del presidente Miquel Valls hace cuatro años.
Pero a la hora de detallar sus motivos, el presidente no fue mucho más allá. Se ha iniciado un proceso de búsqueda de un nuevo gerente y, hasta que se produzca el remplazo, las funciones del cargo se repartirán entre el resto del comité ejecutivo y del personal de la casa. En resumen: hoy por hoy la institución afronta una situación de impasse en una responsabilidad esencial.
¿Y la ley de cámaras?
La inacción de la Cambra, además, tiene otra derivada. La asignatura pendiente más acuciante para las 13 cámaras de comercio catalanas es la aprobación de una ley autonómica de cámaras, como tienen el resto de entidades de dinamización empresarial en las demás regiones españolas. El último borrador presentado no suscitó suficiente apoyo, sobre todo por las precauciones mostradas por Pimec respecto a algunos de sus puntos.
Preocupa que el ruido interno en la Cámara de Barcelona, cuyo presidente hay que recordar que ostenta también la presidencia del Consejo General de Cámaras de Cataluña, complique la buena marcha del texto legal. De la entidad barcelonesa se espera un liderazgo decidido en esta materia indispensable para sus homólogas del resto de la comunidad, que se juegan suficientes recursos financieros para sobrevivir tras el fin del recurso cameral en 2010. Si Santacreu no ordena su propia casa, este proyecto podría resentirse.