ING irrumpe en Indra con un 7%, la mayoría en derivados con vencimiento a un año

El furor despertado por Indra en el mercado desde hace unos meses cuenta con un nuevo elemento a ser tenido en cuenta. Este miércoles, la entidad financiera neerlandesa ING ha aflorado una participación que roza el 7% de la compañía de sistemas de Defensa y tecnología, mayoritariamente a través de instrumentos derivados para empezar a ejecutar en un plazo de doce meses. 

De acuerdo con la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ING cuenta con un 1,8% del capital de Indra en acciones, mientras que algo más de un 5,1% se articula a través de opciones de compraventa, que podrá ejecutar tanto en forma de títulos como en efectivo, en función de la diferencia entre el precio fijado en la opción y el de la cotización en el momento del canje. 

Máximos de 14 años

En total, la participación aflorada por ING está valorada en algo más de 190 millones de euros, a precios actuales de mercado. 

Tras un destacado desempeño en 2023, Indra ha iniciado el nuevo año como el título más destacado del Ibex 35, con un avance global superior al 11% que, además, se produce en un contexto bajista en los mercados europeos de renta variable. Indra cotiza en la actualidad en sus máximos de los últimos 14 años.

Oleada de inversiones

ING se suma a una larga lista de accionistas que en los últimos trimestres han entrado en el capital de la compañía que preside Marc Murtra o han elevado la participación con la que contaban.

Estos socios, entre los que figuran el propio Estado, a través de la SEPI, el fondo Amber (primer accionista de Prisa), y otros de carácter de carácter industrial como Sapa y Escribano, se han hecho con un 30% de las acciones de Indra.

Futuro plan estratégico

El mercado aguarda con expectación la presentación del plan estratégico a tres años en el que trabaja la dirección, bajo el mando del consejero delegado, José Vicente de los Mozos, incorporado a mediados del pasado año y que, desde entonces, se ha centrado en el diseño de esta hoja de ruta.

Entre las opciones que están encima de la mesa figuran una posible desinversión en la división de tecnología, que podría proporcionar a Indra ingresos extra para acometer las inversiones que demanda el desarrollo de nuevos sistemas en el área de Defensa, en los que trabaja con otras empresas de referencia en Europa y el apoyo de los respectivos gobiernos.