El presidente de Indra, Marc Murtra / INDRA

El presidente de Indra, Marc Murtra / INDRA

Business

Furor por Indra: inversores y socios industriales compran el 30% en apenas dos años

Las expectativas en torno a las crecientes inversiones en Defensa por parte de los Estados y a eventuales operaciones corporativas han generado movimientos inéditos en un valor del Ibex 35 en un espacio tan reducido de tiempo

3 diciembre, 2023 00:00

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Pocos apostaban por que Indra se convirtiera en un valor de moda en el Ibex 35 y menos después de la incertidumbre que de forma primigenia generó el relevo en la presidencia de la compañía hace algo más de dos años. Pero incluso aún menos que la compañía tuviera tal capacidad de atracción que le permitiera incorporar al núcleo de socios de referencia a inversores que se hicieran con casi el 30% del capital en este corto periodo de tiempo. 

Muchos factores han cambiado durante este periodo. Entre ellos, el panorama geopolítico. La invasión rusa de Ucrania y el hecho de que la batalla haya ya cumplido 21 meses sin visos de un final a corto plazo ha incrementado el atractivo de las compañías que, como Indra, desarrollan tecnología de Defensa.

El refuerzo del Gobierno 

Sabedor de que la inquietud por la seguridad y la salvaguarda de las fronteras redundará en un considerable incremento presupuestario en esta área por parte de los gobiernos, el mercado ha fijado sus ojos en este tipo de valores.Y en el caso español, incluso el propio Gobierno ha hecho lo propio, consciente de que el ya de por sí sobrevenido carácter estratégico de una empresa como Indra se multiplica de forma exponencial.

Un tercio de ese 30% del capital que tiene ahora un dueño reconocible ha sido adquirido por el Estado. El Consejo de Ministros autorizó a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a incrementar su participación en el grupo presidido por Marc Murtra hasta el 28%, desde el 18% que poseía anteriormente.

Sede de la SEPI / MAPS

Sede de la SEPI / MAPS

La maniobra, completada meses después, no sólo refuerza el papel del Estado como primer accionista sino que desafía a cualquiera que quiera situarse por delante a lanzar una opa por la totalidad de las acciones, dada la proximidad al límite normativo del 30%. 

Un movimiento fríamente calculado pero que, además, ha incrementado de forma significativa el atractivo del valor. Tanto que el relevo como socio de referencia de Corporación Financiera Alba (la sociedad de cartera controlada por la familia March, un inversor de perfil netamente financiero) ha sido tomado por dos accionistas de carácter industrial: Sapa Placencia y Escribano.

Socios industriales

El primero de ellos tomó un 5% precisamente de manos de Alba y no tardó en incorporar a su presidente, Jokin Aperribay, al consejo de administración de Indra, síntoma tanto de su vocación de permanencia como de su interés en participar en la gestión de la empresa. 

En dos etapas, Escribano ha alcanzado recientemente un 8% del capital, que le convierte en segundo accionista tras el propio Estado. Se trata de un destacado contratista de Defensa que ha logrado hacerse un hueco entre la aristocracia del sector a lo largo de algo más de tres décadas de existencia plagadas de intenso trabajo.

Un tercer elemento, en este caso sí de carácter financiero, lo constituye el fondo Amber, que irrumpió en Indra con la toma de algo más de un 4%, un porcentaje en el que se apoyó la actual dirección para forzar la renovación de la parte independiente del consejo de administración a mediados del año pasado.

Poco después, el fondo controlado por Joseph Oughourlian, presidente y primer accionista del grupo Prisa, elevó su participación por encima del 6% y cuenta con autorización del Consejo de Ministros para llegar al 9,9%.

José Vicente de los Mozos, presidente ejecutivo de Ifema y consejero delegado de Indra / EP

José Vicente de los Mozos, presidente ejecutivo de Ifema y consejero delegado de Indra / EP

El inversor, que también se ha hecho con un puesto en el consejo, representa el paradigma de aquellos institucionales que han tomado posiciones en el valor ante la posibilidad de que Indra protagonice alguna operación corporativa, con numerosos rumores sobre una eventual venta, total o parcial, de su división tecnológica

De hecho, antes de entrar en el consejo, Amber propuso al consejo la escisión de los negocios de Indra, bajo su juicio más que justificada dado que la suma de sus valores por separado era netamente superior a la que presenta en el mercado como compañía única. 

Efecto en la Bolsa

Ahora con voz en el consejo, Amber volverá a la carga, aunque en estas semanas lo más probable es que se imponga la estabilidad y el cierre de filas mientras se última el nuevo plan estratégico que Indra presentará al mercado durante el primer trimestre.

Con este notable movimiento en torno a su capital, no resulta de extrañar que el valor sea de los más destacados durante 2023, con una revalorización próxima al 35% desde enero. Con algo más de perspectiva, Indra es el tercer valor del Ibex con mejor rendimiento en los últimos tres años, en los que ha engordado su capitalización casi un 110%.