"Grífols no es Gowex": la farmacéutica queda tocada, pero no hundida
Los especuladores de Gotham explotan las debilidades de la multinacional catalana para asestar un golpe bursátil que obliga a la compañía a mover ficha
10 enero, 2024 00:00Noticias relacionadas
Jornada negra para Grífols. La multinacional de hemoderivados sufrió ayer un terremoto bursátil cuyas consecuencias aún son difíciles de calibrar. Un informe de la firma bajista de análisis Gotham City Research, plagado de graves acusaciones contra las finanzas de la farmacéutica, desencadenó un histórico desplome de las acciones de la compañía.
Aunque el seísmo fue remitiendo a lo largo del día, la compañía cerró la sesión con una pérdida de valor del 25%. El parte de urgencia es simple: Grífols ha quedado tocada, pero no hundida. De hecho, los expertos consultados por Crónica Global consideran que la farmacéutica capitaneada por Thomas Glanzmann debe usar la debacle para convencer a inversores y analistas de su visión estratégica.
Todo empezó con Talecris...
Esta visión pasa por ahondar la senda correctora iniciada en los últimos años por la empresa. De alguna forma, el informe de Gotham pone punto final a una época de expansión lastrada por dificultades reconocidas por los propios gestores y a las que se ha intentado poner remedio.
Los especuladores de Gotham han explotado estas debilidades para atacar al laboratorio. La principal: su abultadísimo endeudamiento. Este problema no nace ahora, explican fuentes del mercado, sino en un lejano 2010. Fue entonces cuando Grífols anunció la adquisición del gigante estadounidense Talecris... y cuando inició un proceso de progresivo apalancamiento.
... Y siguió con Biotest
Fue el peaje para pasar del quinto al tercer puesto en la producción mundial de medicamentos plasmáticos. El grupo entró en una nueva liga, pero a cambio comenzó a desequilibrar su balance. "En ese momento algunos fondos empezamos a sacar la farmacéutica de nuestros valores de referencia", comenta un gestor de fondos experimentado.
La integración de Talecris se asemeja a la de su mayor competidor en Europa, la alemana Biotest. La adquisición de la empresa germana en 2022 implicó un nuevo aumento del pasivo que hoy supera los 9.000 millones de euros.
"No es Gowex, tampoco Ford"
"Grífols no es Gowex, pero tampoco es Ford, McDonald's ni Coca-Cola. Si Gotham se ha atrevido con la farmacéutica es porque tiene suficientes elementos de crítica, pero lo ha podido llevar a la máxima potencia para conseguir ganancias", argumenta Robert Casajuana, socio economista de la firma de análisis financiero independiente SLM.
Un repaso a las calificaciones del bono de la compañía por parte de las principales agencias de rating refuerzan esta observación. "El bono de Grífols hoy no es investment grade, sino high yield en la parte baja. S&P le da un B-, Fitch un B+ y Moody's una triple CCC", enumera Casajuana.
Cosa distinta es que estas casas de análisis desconfíen de la fortaleza de la multinacional. De hecho, Moody's publicó ayer una nota en que tildaba de "sensacionalista" el escrito de Gotham. Además, el rebote bursátil de Grífols durante la jornada de hoy demuestra que los inversores no se han tragado totalmente el relato de Gotham.
Más allá de las sospechas sobre los libros --aparte del endeudamiento, Gotham recela del cálculo de las cuentas consolidadas, extremo del que ayer también se defendió Grífols--, el fondo de comercio del laboratorio (sus numerosas patentes, sus productos estratégicos en un mercado hiperespecializado...) se diferencia claramente del de otras víctimas de los especuladores comandados por Daniel Yu.
Objetivo número uno: más sangre
En paralelo a su crecimiento inorgánico, en la última década Grífols ha llevado a cabo una agresiva creación de centros de donación, especialmente en EEUU. Actualmente, la multinacional cuenta con cerca de 400. Para la farmacéutica resulta imprescindible asegurarse un suministro continuo y copioso de sangre para experimentar y producir sus soluciones.
Pero, de nuevo, surge el mismo problema: estas instalaciones son caras. El grupo reconoció en su última junta de accionistas que exploraba una revisión de las retribuciones económicas para los donantes. En este sentido, la ley del plasma bendecida el pasado septiembre por el Parlamento Europeo fue un capotazo para la compañía, que facilitará el acceso a su materia prima.
Flaquezas al descubierto
Para corregir su elevado endeudamiento, el laboratorio ha llevado a cabo medidas como el expediente de regulación de empleo (ERE) ejecutado en marzo de 2023. O como la venta de parte de sus activos, como el 20% de su filial china Shanghai Raas (SRAAS) anunciada hace menos de dos semanas.
Pero no solo ha soltado lastre. La progresiva retirada de la familia propietaria de los mandos de la corporación, destacadamente del hoy presidente de honor Víctor Grífols Roura, ha mandado igualmente un compromiso de cambio a los grupos de interés. Puede que este apartamiento de la saga Grífols llegue tarde, pero la empresa se ha decantado por una gestión más profesional y menos familiar.
Grífols puede (y debe) mover ficha
Será precisamente este mensaje el que ahora deberá repetir por tierra, mar y aire la compañía. ¿Cómo puede salir del paso la farmacéutica? "Su reputación ante los inversores podría verse afectada de varias maneras. La magnitud del impacto dependerá de varios factores, incluyendo la respuesta de Grífols al informe, la validación de las afirmaciones hechas por Gotham y la percepción general del mercado", argumenta Damià Rey, profesor de análisis bursátil y nuevas tecnologías de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC).
"Pero los mercados pueden ser volátiles y reaccionar exageradamente a corto plazo, pero a menudo se estabilizan una vez se dispone de información más detallada y verificada", añade. Los próximos dichos y hechos de Grífols determinarán si esta crisis puede convertirse en una oportunidad o en una ocasión perdida. Este miércoles volverá a abrir la bolsa.