Aragonès aprueba de tapadillo una regulación clave para las cámaras de comercio

Fuentes del mundo empresarial califican esta regulación como la antesala de la esperada ley de cámaras, que naufragó en la anterior legislatura debido a la falta de acuerdo entre el Govern y los agentes sociales. Por otro lado, se muestran extrañadas por la opacidad con que se ha envuelto el proyecto, aprobado en plenas fiestas navideñas.

El edicto que contiene las normas de gestión se difundió en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) el pasado 27 de diciembre, sin que hubiera ningún comentario por parte del Ejecutivo autonómico. Hasta el próximo 18 de enero hay tiempo para presentar alegaciones al texto legal.

La Cámara de Comercio de Barcelona Europa Press

Normas caducadas

Si bien esta orden no suplirá la reforma de la ley de cámaras, al menos pondrá al día las reglas financieras que deben observar las cámaras a la hora de elaborar sus presupuestos. En la memoria que acompaña el proyecto normativo se reconoce la obsolescencia de las actuales reglas contables, que datan del año 2000.

Entre otros aspectos, la antigua orden aún recoge el modelo de financiación anterior a la eliminación del recurso cameral, las cuotas obligatorias pagadas por las empresas, que decayó hace más de una década. Aunque para solventar esta situación se han ido aprobando varias instrucciones y resoluciones supletorias, la dispersión legislativa complica la labor de los gestores de las cámaras. Además, elude algunas novedades contables necesarias a la hora de consignar adecuadamente los bienes y obligaciones de las corporaciones.

Capote para Santacreu

El movimiento del Govern responde a la necesidad de contar con una regulación de referencia actualizada que, además, revisa las cargas administrativas y las obligaciones de información pública, ya que la orden también abarca las labores de tutela de la Administración autonómica sobre la actividad cameral.

Pero las mismas fuentes consultadas por este medio dan otra clave. Tras las recientes elecciones camerales, la Cámara de Comercio de Barcelona, la más importante de estas corporaciones económicas, cambió de manos. Eines de País perdió su mayoría en el pleno y la lista alternativa encabezada por su actual presidente, Josep Santacreu, se hizo con el control de la entidad.

Aunque el exconsejero delegado de DKV ha evitado criticar la gobernanza de Eines, en los dos últimos ejercicios la Cambra ha registrado pérdidas. Una situación que llevo incluso al Departamento de Empresa a dar un toque a la entidad barcelonesa. Según este relato, las nuevas normas de gestión suponen un capote para los de Santacreu, que deben cuadrar unas cuentas complejas para este 2024.

Josep Santacreu, nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona Simón Sánchez BARCELONA

¿Hacia la ley de cámaras?

En este contexto, la propia ley de cámaras se presenta como una meta más próxima. Aunque estas normas de técnica contable no toquen los dos asuntos de peso de la normativa --la financiación de las entidades y su participación en el diálogo social--, demuestran la voluntad del Govern de abordar una reforma pendiente que el resto de autonomías ha superado con acierto.

El hecho de que tanto los sindicatos como Foment del Treball hayan disuelto sus reticencias podría alfombrar la tramitación de la norma, que algunas voces plantean antes del verano ante la amenaza de un adelanto electoral en Cataluña. Si bien la negativa de Pimec se mantiene como el principal escollo en este proceso, una eventual reforma de la actual ley de cámaras está más cerca.