El acceso a la vivienda se vuelve prohibitivo hasta en la Cataluña vaciada

Esta subida se debe a varios factores, entre ellos la falta de oferta que se da en muchas regiones. Sin embargo, otro de los motivos es la burocracia sostenible de la Unión Europea, que ha incrementado los costes de la construcción y, en consecuencia, del mercado de obra nueva, que es el que pudiera aliviar la mencionada escasez.

La burocracia castiga a las zonas frías

Esta situación castiga especialmente puntos despoblados de la geografía catalana como el Pirineo de Lleida, donde el mercado de la vivienda está especialmente tensionado. Aún así, todas las áreas frías están afectadas, ya que las exigencias en la construcción dificultan más las obras en montaña.

"Durante todos estos años, las normativas se han ido poniendo más estrictas en cuanto a la estructura, el aislamiento acústico... son más exigentes", aseguran fuentes del mercado inmobiliario de los Pirineos catalanes. Esto "también hace que el precio suba", especialmente en la obra nueva, que "no bajará" de precio pese a las turbulencias inmobiliarias.

Imagen de Puigcerdà, en la Cerdanya Archivo CG

La obra nueva, imposible

El mismo interlocutor subraya que no sucederá lo mismo con la segunda mano, que tiene recorrido" para reducir su precio en función de lo que fijen la oferta y la demanda. Los propietarios que venden sus fincas de segunda mano pueden permitirse vender más barato si el mercado así lo exige en los próximos meses, como se prevé.

Una rebaja que no pueden permitirse los promotores de nuevas residencias, ya que el coste de construir es cada vez más alto. Esto se debe también a los problemas con las materias primas y al encarecimiento de la mano de obra. A ello hay que añadir la subida de las hipotecas, otro factor que dificulta el acceso a la vivienda.

El precio se dispara un 58%

En municipios pirenaicos como La Seu d'Urgell (Lleida), el mercado inmobiliario ha protagonizado incrementos de precio similares a los de grandes urbes españolas. El valor del metro cuadrado de las casas y pisos de compraventa se ha disparado un 58% en esta localidad desde 2016, según datos de Idealista.

Otras fuentes del sector destacan que los proyectos de obra nueva se han vuelto "muy a largo plazo" por las limitaciones de las normativas urbanísticas, ya que la concesión de licencias para edificar "se está alargando hacia los ocho o doce meses". Algunos municipios tardan años e incluso pueden demorarse una década en los casos más extremos. Tras el proceso administrativo, las grúas empiezan a levantar el edificio, una fase que dura otro año o año y medio.